{{{UN PASADO AÑORADO}}}
La Federación de Trabajadores de Luz y Fuerza, FATLyF, agrupó durante décadas a todos los sindicatos de trabajadores de las empresas eléctricas.
Logró nacionalizar la discusión por el convenio colectivo del sector y defendió el modelo de desarrollo soberano de las empresas de servicios públicos estatales y de los recursos naturales, como el petróleo y el gas en manos del pueblo argentino.
Con la llegada del auge del modelo privatizador, desarrollado a pleno por el Gobierno de Carlos Menen, la Fatlyf se convirtió en uno de sus aliados, políticos y económicos.
{{{LOS IDEALES PERDIDOS}}}
Esta decisión se basó en un cambio de ideales que provocó convulsiones dentro de la organización.
El congreso que trató la adhesión al neoliberalismo, logró aprobar la decisión, porque separó a la mitad de los congresales, (que no pudieron votar), y expulsó al Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata, cuyos delegados se enteraron de la medida, a través de la publicación posterior al congreso, ya que, como muchos otros fueron impedidos de participar de las deliberaciones.
Esta situación, tuvo equivalentes en la persecución gremial y laboral que sufrieron delegados y dirigentes de distintos sindicatos de Luz y Fuerza. Esto sin abundar en detalles, de los padecimientos de miles de afiliados que sufrieron la extorsión de la Fatlyf, por medio de la obra social, que era obligatoria por ley; que no entregaba órdenes de consultas, formularios para medicamentos, análisis, o no cancelaba pagos en los lugares de internación, generando situaciones angustiosas entre pacientes y familiares.
Todo esto para apoyar las privatizaciones y formar parte de los negocios, adquiriendo usinas generadoras, desarrollando empresas de jubilación privada, ART, privatizando los hoteles gremiales y destruyendo las conquistas de los trabajadores al firmar convenios a la baja y participar como organización patronal en los sistemas de tercerización, que garantizan el trabajo esclavo, mal pago, sin derechos y por supuesto sin horizonte de jubilación.
{{{DOS MODELOS DE SOCIEDAD DIFERENTES}}}
Cuando Luz y Fuerza Mar del Plata fue expulsado de la Fatlyf, ya estaban caracterizados, dos modelos de sociedad diferentes: El neoliberal, que incluía a la Fatlyf, como uno de sus socios poderosos; y el de una sociedad democrática y participativa, de inclusión social, que administrara soberanamente sus recursos energéticos, que garantizara el derecho a la electricidad, el agua, el gas y las cloacas a toda la población, que se fundara en relaciones mas solidarias y fundamentalmente que no contuviera en sus supuestos, el hambre, la mortalidad infantil, la creación de un 40% de pobres e indigentes, los tarifazos, y toda la catástrofe social que viene dentro del envase ideológico, político, económico y social del Neoliberalismo.
{{{LA BATALLA DE TODOS LOS DIAS}}}
Desde aquella época, hasta el día de hoy, el sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata, integró, desarrolló y articuló políticas con los sectores gremiales, sociales, políticos y económicos que entienden y tratan de construir el mismo modelo de sociedad.
En compañía de estas organizaciones, participó de la fundación de la CTA, de la FeTERA, del MORENO, de la pelea por la Ley de Tarifa Social, de la Garrafa Social, de la Campaña por la Recuperación del Petróleo y el Gas y cientos de luchas que se llevan adelante para poder vivir en un mundo mejor.
La pelea contra los tarifazos empezó junto con las privatizaciones de la provincia de Buenos Aires y hasta la creación del EPRE y luego el OCEBA, fueron consecuencias de sus luchas.
La Fatlyf, desde el momento de la ruptura, vio siempre en Luz y Fuerza Mar del Plata; sus luchas y sus aliados, enemigos de peso y no escatimó recursos económicos, políticos, legales e ilegales para tratar de debilitar y eventualmente desarticular sus posibilidades de éxito.
{{{EL CASO DE BALCARCE}}}
La localidad serrana de Balcarce, cuenta con una cooperativa de electricidad, que durante años generó la energía que consumían sus habitantes, explotaciones agrícolas y pequeña industria. Hoy desarrolla varias actividades pero la principal es la de distribuir la energía eléctrica que ya no genera.
Como consecuencia de una mala administración llevada adelante por su Consejo de Administración, estuvo a punto de ir a la quiebra y todavía no se ha eliminado esa posibilidad en su horizonte.
En esa cooperativa, el 90% de los trabajadores están afiliados a Luz y Fuerza Mar del Plata, que además tiene el ámbito de actuación y representación, reconocido por el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Hace pocos días la Fatlyf, jugó una de sus piezas mas recurridas, la de un sindicato, tan patronal como la misma federación, (entre los trabajadores lo denominamos paralelo), que arribó a un acuerdo para ingresar trabajadores, en esa cooperativa de Balcarce, violando todos los reconocimientos legales y obteniendo el aval y la homologación del Ministerio de Trabajo. Una mas, de las acciones ilegales que son necesarias para sostener el modelo de hambre y entrega.
La argumentación llena de mentiras, dice que se ha generado un conflicto intergremial, que en definitiva niega su derecho a los trabajadores que pretenden ingresar a la cooperativa de Balcarce y al mismo tiempo desmiente la vocación de Luz y Fuerza Mar del Plata, por la libertad y la democracia sindical.
{{{AQUÍ NO HAY UN CONFLICTO ENTRE SINDICATOS NI NEGACIÓN DE DERECHO}}}
Difícilmente los trabajadores que conocemos esta historia podremos considerar sindicato a las herramientas del modelo de exclusión entrega y saqueo que sufrimos desde hace muchos años.
El Paralelo, no es un sindicato, es la mano ejecutora del mismo acto que se produjo en el congreso de Fatlyf.
Lo que sucede en Balcar-ce es un nuevo intento, el enésimo, de parte de la Fatlyf de debilitar, contener y echar a Luz y Fuerza Mar del Plata del ámbito donde se construyen alternativas superadoras. La complicidad del Ministerio de Trabajo, homologando acuerdos ilegales, y la carrada de mentiras en que se trata de justificar lo actuado, desnuda la permanencia de la situación.
Si la Fatlyf y sus utilidades paralelas, buscaran honestamente crear fuentes de trabajo permanentes, no hubieran apoyado el modelo que dejó a millones en la calle; entre ellos algunos miles de trabajadores de las empresas de electricidad.
La situación de Balcarce va a ser superada, por ilegal, irracional y grotesca. El apoyo popular y la fuerza organizativa de los trabajadores, una vez más podrá contener los embates destructivos de la Fatlyf.