«{{ {Escribe Carolina Givonetti [[La doctora Carolina Givonetti es Abogada, y está a cargo de la Oficina de Atención al Usuario del Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata.]]} }}»
Como tantas disposiciones del nuevo marco regulatorio eléctrico, que no se entienden, ésta no deja de sorprendernos toda vez que, según expresa la normativa, aquél que hubiera hecho un depósito en garantía en ESEBA S.A., exigido en ciertos casos para habilitar un nuevo servicio, debía reclamar su devolución en la ex prestadora del servicio, no obstante que el mismo hubiera sido transferido a EDEA SA como un servicio activo y se haya solicitado su baja ante la privatizada.
Entonces surge la pregunta: ¿Quién responderá por la devolución del mismo?
La respuesta incluye un largo camino de obstáculos, lagunas legales y administrativas, y burocracia y desidia estatal y privatizada. Ese largo camino fue emprendido por una usuaria, la Señora Marta Lacha, quien al momento de habilitar un comercio en la ciudad de Mar del Plata fue conminada a abonar la suma de $ 341, 55 como condición para otorgarle el alta. No habiendo otra opción, la usuaria procedió a cumplir lo solicitado.
En diciembre de 2002, y habiendo transferido el fondo de comercio, se presentó en EDEA S.A. para solicitar el cambio de titularidad con quien sería el nuevo usuario, y también el reintegro del depósito, ya que no le quedaban obligaciones pendientes de cancelación a su cargo. Pero la sorpresa fue grande cuando le confirmaron que el trámite había que realizarlo en la ESEBA Residual.
Así comenzó la peregrinación por la defensa de un derecho, que a esa altura se traducía en un sentimiento de injusticia e indefensión.
Primero, se agotaron instancias en ESEBA, entidad que inició un expediente con nota de reclamo, de fecha 7/01/03, no obstante los numerosos llamados telefónicos efectuados con anterioridad a esa fecha, pero nunca hubo respuesta.
Luego, continuamos tratativas con el Organismo de Control que, aún sin competencia sobre el particular, brindó sus mejores esfuerzos para que el reclamo entrara en la Dirección Provincial de Energía (ex EPRE) y fuera atendido en forma agilizada.
Si bien la DPE se tomó su tiempo para impulsar el trámite, se obtuvo la declaración de la procedencia del pago que debió hacerse a través del Ministerio de Obras y Servicios Públicos. Pero, para esto, nos encontramos con otro escollo: no había partida presupuestaria que incluyera tales conceptos, sin lo cual no puede disponerse de fondos públicos. Fue recién en agosto de 2004 que el Ministerio de Economía aprobó las partidas, impulsado por el reclamo de una usuaria, nuestra vecina.
Así, el expediente pasó al Ministerio de Obras y Servicios en abril de 2005 y allí recorrió las oficinas de la Dirección de Contabilidad y Servicios Auxiliares, la Dirección de Servicios Técnicos Administrativos, y la Subsecretaría de Servicios Públicos, y pasó a Tesorería, para su pago en agosto de este año.
Cabe preguntarnos si es necesario que una usuaria, a la que le llevó 10 minutos solicitar el servicio y abonar el depósito en garantía solicitado, tenga que recorrer un camino 2 años y medio para obtener la devolución de lo que le corresponde…
¿Tuvo que generarse este reclamo para que las autoridades provinciales pertinentes comiencen a abocarse a establecer los procedimientos necesarios para devolver algo que supuestamente estaba previsto?
No hay derecho, pero afortunadamente en este caso hubo justicia, tarde, pero justicia al fin.
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{{{La historia contada por Marta}}}
En la charla que mantuvimos con ella, Marta destacó el trabajo de la doctora Givonetti, a cargo de la Oficina de Atención al Usuario de nuestro gremio. “Si no hubiera sido por el trabajo de la abogada nunca lo hubiera cobrado. Hasta, en un momento, la cosa pasó a ser por orgullo, por no darles el gusto de que se quedaran con mi dinero. De hecho el dinero no es tanto, es más que nada el tiempo, que vale como el de ellos, y el hecho de que me hicieran gastar mucho más de lo que tenían que devolverme. Ellos además hicieron trabajar mi dinero unos 8 años. Por eso pienso que me tomaron el pelo, y que este esfuerzo que hicimos con mi marido, y con la doctora, valió la pena. La empresa no se salió con la suya”.