No tomamos el tema solamente porque se trate de energía. Esa es una cuestión fundamental, es cierto. Pero además vemos una clara vinculación con las luchas que llevamos adelante desde nuestro gremio: EDEA S.A. es parte de una multinacional, como lo es el Grupo Camuzzi, a la que tampoco le preocupan ni el ambiente ni sus trabajadores ni los usuarios o, lo que para ellos es mejor decir, sus clientes.
Esto implica más que un avasallamiento, es la impunidad de actuar como un estado dentro del Estado. Cuando al Estado le sigue quedando pendiente la cuestión de la redistribución de la riqueza. Un estudio dado a conocer por el Instituto de Estudios y Formación de la Central de Trabajadores Argentinos marca que en 2003, nuestra economía creció más del 20 por ciento, y en particular las ganancias de las grandes empresas superó 8 veces ese crecimiento. Y este avasallamiento que se concreta al elevar los precios con total impunidad debe ser rechazado con toda la fuerza popular. Y debe llegar hasta las últimas consecuencias, que serán las que verdaderamente muestren un cambio en la situación de sometimiento en la que nos sumergen monopolios y grupos multinacionales que dicen prestar servicios que son básicos para la ciudadanía. Por eso reiteramos la exigencia de terminar con la concesión de EDEA S.A..
Por eso creemos que el único camino hacia la recuperación de nuestra soberanía es el de la recuperación del patrimonio energético, de nuestros recursos, y de las empresas de servicios a manos del pueblo. {{La lucha contra Shell, es la lucha por que se vaya Repsol, es la lucha por que se vaya EDEA S.A., es la lucha por la recuperación del patrimonio Nacional.}}