Con la entusiasta participación de delegados de sindicatos y otras organizaciones vinculadas al sector energético (petróleo, electricidad, nuclear, gas y carbón) de 18 países que integran la región latinoamericana y del caribe, de Colombia, Venezuela, México, Cuba, Uruguay, Bolivia, Argentina, Brasil, Trinidad y Tobago, Ecuador, Perú, Chile, Curazao, Puerto Rico, Paraguay, Honduras, El Salvador y con el acompañamiento especial de los trabajadores de Francia, la realización de este Primer Foro constituye un logro indiscutible en la lucha de nuestros pueblos para avanzar en un proceso de integración alternativa al neoliberalismo, en rechazo a los planes imperialistas de anexión e integración expresados en el ALCA, y en una perspectiva de unidad bolivariana.
De manera especial, deseamos subrayar que este primer Foro marca la irrupción de un sujeto social que, por diversas razones históricas y sociales, había estado marginal en el liderazgo de una serie de hechos sociales y políticos, que en la patria latinoamericana han enfrentado decididamente en los últimos años, los criminales planes de saqueo y empobrecimiento que el capitalismo aplica a través de los tratados de libre comercio y la guerra, con el fin de imponer su hegemonía global.
La incorporación activa, militante y organizada de la clase trabajadora a la lucha latinoamericana y del caribe en contra de los planes hegemonistas del imperio, evidenciada en este Foro, es de por sí un hecho relevante. Pero lo es más aún, cuando esta inscripción a la lucha latinoamericana no se reduce a una simple y justa contestación a las agresiones del capital; sino que desde un nuevo horizonte de clase, asumiendo una visión integral de la problemática energética, vamos más allá al plantearnos avanzar como una fuerza social y política organizada, en el proceso de integración regional desde enfoques y visiones liberadoras como el Alba.
De particular interés, además de lo dicho, es que este Primer Foro incorpora a un viejo, pero renovado sujeto político sindical, presente desde hace muchas décadas en las luchas de liberación y emancipación de nuestros pueblos: las y los trabajadores de la energía, que por su especial ubicación en sectores estratégicos de nuestras economías, han jugado en forma recurrente, un relevante papel en los procesos de cambios sociales profundos y en la resistencia de nuestras soberanías populares.
Esta especial combinación, entre el posicionamiento de clase y la lucha por una integración latinoamericana y del caribe desde una óptica bolivariana, permite superar enfoques reduccionistas y/o economicistas, para visualizar este proceso de integración como un proceso de unidad y lucha de nuestros pueblos, más allá de simples acuerdos comerciales, acuerdos corporativos empresariales, o esfuerzos de gobierno a gobierno.
De igual manera, esta candente amalgama de intereses de clase y nación representada en este Foro por los sindicatos de la energía, reconoce que la lucha por la reapropiación-renacionalización y reorientación del sector de la energía, no puede reducirse a un punto de vista gremial o sectorial. Por el contrario, reconoce el papel vertebral que las organizaciones sindicales energéticas pueden y deben jugar en esta lucha por la construcción de un Frente social amplio en el que participen todos los excluidos y oprimidos de nuestros pueblos. Por ello afirmamos que la energía es un problema de todos, es un problema de los pueblos.
La realización de I Foro se ubica en un contexto complejo y contradictorio, marcado no solo por una ofensiva imperialista que, para satisfacer su insaciable sed de petróleo y otras formas de energía, resuelve invadir países y presionar política y diplomáticamente para imponer sus propósitos.
Pero el escenario regional y mundial también tiene ahora otro acto primordial: el creciente despertar de la lucha de los pueblos latinoamericanos y del caribe, que con sus movilizaciones han derrocado gobiernos antipopulares que le han jugado a las ambiciones del imperialismo, como son los casos de Ecuador y Bolivia. Para ellos y ellas, nuestro reconocimiento, apoyo y solidaridad de clase.
En ese mismo torrente de movilización latinoamericana, este Primer Foro se inscribe en el marco de una recuperación y fortalecimiento del poder para los pueblos, como es el caso de los gobiernos de Néstor Kirchner en Argentina, Tabaré Vázquez en Uruguay y Lula en Brasil.
En esa perspectiva de construcción de la gran patria latinoamericana, ratificamos nuestra solidaridad activa con Cuba y Venezuela, indiscutibles líderes en el proceso de cambios sociales profundos que vive hoy Latinoamérica y el Caribe, por lo que rechazamos el bloqueo contra Cuba y la campaña de desestabilización contra Venezuela.
Para fortalecer estos procesos libertarios, entendemos que es necesario radicalizar la democracia y la libertad sindical, como los instrumentos más sólidos y válidos en procura de la identidad de clase y la representación genuina de los derechos, los intereses y las reivindicaciones de las trabajadoras y trabajadores y de los pueblos de Nuestra América.
Asimismo, este I Foro reafirma las tesis centrales de su convocatoria, en los siguientes términos:
¡Por la soberanía y la propiedad de nuestros pueblos sobre sus recursos energéticos, para la construcción de la Nación Latinoamericana y Caribeña!
¡Por la unificación y protagonismo de las y los trabajadores energéticos latinoamericano-caribeños!
¡Por la defensa del ambiente y el uso racional de los recursos energéticos no renovables!
¡La energía como bien social y derecho humano fundamental de los pueblos de la tierra!
¡Por el combate a la exclusión y la pobreza, por una justa redistribución de la riqueza!
¡La energía al servicio de la integración, el desarrollo y la paz de nuestros pueblos!
¡por el derecho de las trabajadoras y trabajadores a participar en la gestión de las empresas energéticas.
En consecuencia este Foro se concibe como un Frente Social Energético, abierto a todos los sectores y sujetos sociales y políticos que asuman estos propósitos, para consolidar la organización y movilización de la conciencia social de nuestro continente alrededor de la soberanía energética, que garantice la dignificación de los excluidos por el sistema capitalista.
Especialmente reconocemos y valoramos el esfuerzo de las y los trabajadores de la energía de Venezuela, al pueblo y al gobierno encabezado por su presidente Hugo Chávez, su aporte y cooperación para la realización de este I Foro, que al paso de los años quedará inscrito en los anales de la historia como un paso gigantesco en el proceso de liberación de América Latina y el Caribe.
En este contexto, este I Foro Latinoamericano y del Caribe de las y los trabajadores de la energía, resuelve otorgarse continuidad y permanencia, a través de diversas formas de coordinación que permitan avanzar en el debate y la acción, para el desarrollo de las tesis aquí planteadas en función de organizar nuestra movilización por la soberanía energética. Asimismo, este I Foro resuelve asumir el conjunto de las iniciativas, propuestas y resoluciones de cada una de las relatorías de las mesas de trabajo, para su discusión, difusión, implementación e integración en la Memoria de este Foro.
En este sentido, reconocemos a Venezuela como su sede permanente; planteamos la creación de una escuela energética continental; nos proponemos generar nuestros, propios instrumentos de comunicación; nos proponemos crear nuestro sistema de información y seguimiento a la problemática energética; convocamos el II Foro para nuestro hermano país de México, en mayo de 2006.
Asimismo, como una acción organizada vale más que cien palabras, proponemos la realización de una gran jornada continental por la soberanía popular para el 15 de septiembre de 2005, fecha en la cual las organizaciones presentes haremos valer de diversas y variadas formas de expresión, el derecho de nuestros pueblos para construir su propio futuro hacia la patria grande por la que soñaron, lucharon y murieron Bolívar, Martí, Artigas, San Martín.
Este I Foro convoca a participar en la Asamblea de los Pueblos Latinoamericanos a realizarse en Argentina, paralela a la Cumbre de las Américas, y propone participar activamente en la Jornada Nacional de repudio a la presencia del gobierno imperialista de los Estados Unidos en esta Cumbre y a la nueva intentona de firmar el ALCA.
Caracas, Venezuela
20 de mayo de 2005