En primer lugar ponemos en discusión la necesidad de semejante dispositivo para cuidar instalaciones que en realidad son de todos nosotros, por lo que mal podríamos los mismos trabajadores ponerlas en riesgo, y mucho menos dañarlas. Pero sobre todo, queda la sensación de que, dentro de la empresa se manejan influencias cercanas a las fuerzas de seguridad, que terminan por movilizar una cantidad impresionante de efectivos, los que son sostenidos con los aportes de toda la comunidad, la que espera que esos uniformados estén a su disposición para hechos relevantes en los que deban intervenir.
En la jornada de hoy, además, se produjo un hecho particular que la organización quiere denunciar: un compañero fue detenido en inmediaciones del predio de 214 y Vértiz por un móvil de policía conducido por un oficial, que, luego de detenerlo y hacerlo bajar del camión con el que realiza su trabajo, lo increpó con insultos y acusaciones fuera de toda forma, sobre todo para un oficial de policía. El episodio originó que otros compañeros se acercaran al lugar, quienes habiendo sido testigos de los hechos, desmintieran al oficial. Éste, no contento con todo esto, se dirigió a la empresa y pidió hablar con las autoridades, empuñando su escopeta reglamentaria. Cuando la seguridad del predio le negó la entrada estando armado, efectuó un llamado, que originó una orden desde alguna autoridad de la empresa hacia la vigilancia para permitirle el acceso de todas formas.
Esto, sumado a la sospechosa presencia de efectivos, siguiendo y esperando a los compañeros en las movilizaciones realizadas en estos días, nos hace dudar de la correcta disposición de las fuerza de seguridad, y pensar en algún grado de influencia entre la empresa y la policía.