Como dice la nota, publicada el domingo en Clarín, la enorme deuda acumulada por la Empresa de Distribución de Energía EDEN (que opera en la zona norte de Bs. As.) fue adquirida por financieras internacionales, más conocidas como “fondos buitres”, que como cobro por esas deudas reclama las acciones, es decir se quedará con la empresa. Quienes actualmente gerencian a EDEN, la norteamericana AES (que además posee acciones sobre EDELAP y EDES) ya anunciaron que entregarán la propiedad de la empresa.
Con este paso se confirma otra de las terribles consecuencias del flagelo de las privatizaciones, que muestra como la prestación de un servicio se transforma en un negocio, que cambia de manos según intereses empresariales.
Y en esos intereses incluimos los de la FATLyF. De quienes no nos cansamos de decir que representan al sindicalismo empresarial, ya que posee micro emprendimientos y empresas que brindan servicios a empresas energéticas, que se verán seguramente afectados con el cambio de propietarios.
La FATLyF que negocia a espaldas de los trabajadores en cada instancia de lucha contra la patronal, resulta que ahora esgrime los argumentos con los que nosotros venimos defendiendo a los compañeros desde las privatizaciones.
Y LO HACEN AHORA, SOLO EN ESTE MOMENTO, PORQUE CON LA SALIDA DE AES SE AFECTA PARTE DE SU INTERESES, SE LES TERMINA PARTE DE SU NEGOCIO.