El Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata se presentó esta mañana en la Banca 25 del Concejo Deliberante de General Pueyrredon. La exposición del Secretario General, José Rigane, estuvo circunscripta al estado de la causa civil que el gremio lleva contra las autoridades de la empresa privatizada EDEA y su organismo controlador, IEBA, por el incumplimiento del Programa de Participación Accionaria del Personal (PPAP).
Atendiendo al pedido hecho por cientos de trabajadores presentes en el recinto deliberativo, el Consejo Deliberante resolvió solidarizarse por unanimidad con el Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata y dar respuesta a los reclamos efectuados por el Sindicato sobre el PPAP y hacerlos suyos para que el cuerpo, junto al Departamento Ejecutivo, gestione una audiencia para tratar el tema ante el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Felipe Solá. Allí, autoridades municipales junto a representantes del HCD solicitarán su intervención en el caso.
{{{Una estafa que va a cumplir los diez años}}}
La Empresa Distribuidora de Energía Atlántica (EDEA SA) fue constituida luego del desguace ocasionado en la empresa estatal ESEBA, sometida a la privatización, en 1997, pese a las promesas realizadas por la gestión del entonces gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Eduardo, Duhalde, de no permitir las transferencias del capital público a manos privadas. EDEA SA fue adjudicada, previo proceso licitatorio, a IEBA SA. Ambas pertenecen hoy al grupo italiano Camuzzi. En aquel momento, como producto de la privatización, 570 trabajadores (en su mayoría mayores de 45 años) fueron despedidos y quienes permanecieron debieron acogerse a un precario convenio laboral.
El PPAP surgió como paliativo ante la flexibilización y polifuncionalidad a ultranza que imponía el convenio y en compensación por la pérdida de la condición de empleado del Estado. La Ley 11771 de 1996 estableció que el 10 por ciento del paquete clase C del capital accionario de EDEA se adjudicaría a los trabajadores. La normativa, de cumplimiento obligatorio para la empresa, fue refrendada con la condición de que el Banco de la Provincia de Buenos Aires se constituyera como agente fidusuario: recibiría los pagos que transferiría luego a los empleados, quienes adhirieron en su gran mayoría.
“Se van a cumplir diez años y sólo había un plazo legal de 120 días”, dijo Rigane, al referirse al incumplimiento en la elaboración de la lista (y correspondiente apertura de cuentas bancarias) de los trabajadores beneficiaros de las acciones, ya constituidos en socios. Luego del infructuoso envío de cartas documento a las autoridades de EDEA e IEBA, entre 1998 y 2001, y pedidos de informes sobre el estado contable de la empresa, los honorarios de los directores y distribución de dividendos, en septiembre de 2001 los empleados representados por el Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata interpusieron acciones judiciales solicitando la inmediata implementación del PPAP y la intervención del directorio.
El Juzgado a cargo del Dr. José Mendez Acosta concedió la designación de un veedor. De los informes que éste elaboró surgieron hechos que constituirían graves irregularidades en la contabilidad y gestión de EDEA SA. Se demostró allí que existieron movimientos de fondos que realiza la empresa para beneficiar a su controlante IEBA SA, y en perjuicio de su propio patrimonio.
“EDEA SA, en el año 2001, contrajo préstamos con terceros a una tasa del 18 por ciento anual, a efectos de otorgarle créditos a IEBA S.A., a una tasa del 12 por ciento, lo que le significa una pérdida real para EDEA S.A. de más de 1 millón y medio de pesos por año, con el agravante de que, pasados un par de años, finalmente terminó condonándole la deuda de más de 26 millones de pesos sin haber recibido el mismo trato de sus acreedores por dichos préstamos”, manifestó Rigane como ejemplo de las irregularidades registradas por la Justicia.
Además enfatizó: “ratificamos que no existe transferencia de titularidad y por consiguiente estamos ante una zona gris si somos optimistas o ante una sociedad irregularmente constituida, si nos apegamos dogmáticamente a la Ley Societaria”.
“La bronca no conduce a nada. La impotencia genera ese estado por todos conocido, cuando de imposibilidad se trata. Pero ¡qué bronca y qué impotencia cuando los derechos se avasallan y se ningunean sin sentido y sólo para hacer daño! ¡Qué bronca, qué desanimo al comprobar que las leyes se pueden burlar con algunos artilugios y ¿algo de plata?”, expresó Rigane ante los presidentes de los distintos bloques. “Ése -agregó- es el sentimiento de cientos de trabajadores y compañeros en la empresa EDEA SA”.
P/ SINDICATO LUZ Y FUERZA MAR DEL PLATA
{{{FOTOS DE LA JORNADA}}}