La movilización pasó por la municipalidad de General Pueyrredon y luego se instaló frente a la delegación local del Ministerio de Trabajo de la Nación.
Los dirigentes de nuestra organización hicieron saber que continuaremos con las medidas de fuerza, que se profundizarán con el tiempo, en tanto y en cuanto la empresa mantenga la postura cerrada de no querer otorgar ningún incremento salarial.
Reclamamos un aumento de 450 pesos al básico de cada trabajador, en virtud de que el 80 por ciento de los trabajadores están por debajo de la línea de pobreza.
Cabe recordar que EDEA tiene una de las tarifas más caras del país que además cuenta con una tarifa estacional que es inconstitucional y que obliga al usuario a consumir, caso contrario éste tiene que pagar una elevada cifra por no consumir energía.
Desde el 1º de enero de este año, la empresa realizó un importante aumento de tarifas, las que en algunos casos llegaron al 21 por ciento. Sin embargo, a pesar de que su costo laboral no supera el 9 por ciento de la recaudación, que ronda los 450 millones de pesos anuales, mantiene una actitud negativa a sentarse a discutir un nuevo poder adquisitivo para los trabajadores.
En este contexto, a pocos días de celebrarse un nuevo Día del Trabajador de la Electricidad, el 13 de julio, ratificamos en el acto público que continuaremos con las acciones en tanto y en cuanto no haya respuestas al reclamo.
Por otra parte, realizamos un duro repudio al poder político de la ciudad frente al Municipio ya que, tanto el intendente Daniel Katz como los concejales acaban de perdonar al grupo Camuzzi una deuda por 16 millones de pesos, lo cual da la idea de que, una vez más, los grupos multinacionales no necesitan ganar elecciones para decidir sobre las políticas a implementar.