A esta altura de los acontecimientos, en la relación y situación con la
empresa EDEA S.A., sin duda muchos tendrán sensaciones distintas. Por las
cabezas de nuestros compañeros y compañeras estarán pasando distintas
excitaciones, opiniones, conjeturas, hasta -por qué no- conclusiones en torno
de una realidad que se muestra contundente, esquiva y negativa, en apariencia
y sin modificación en la práctica. Me refiero al conflicto con EDEA SA y al
proceso de la conciliación obligatoria.
Sin duda que hay motivos para esa cantidad de ideas, opiniones, conjeturas,
y hasta maldiciones y puteadas, por tener ante sí una empresa que durante
mucho tiempo pidió “ponerse la camiseta” y que siempre, siempre se comportó de
la peor forma con aquellos a quienes les pedía compromiso e identidad y por
quienes, al mismo tiempo, demostró no tener consideración.
Y este proceso, que no comenzó ahora, que tiene diez años de vigencia, cuya
última etapa comenzó, desde el despido arbitrario e injustificado, hasta
inmoral, del Cro. Aranciaga, es una demostración casi perfecta y una
ratificación sobre todo, de lo anticipado y dicho, durante esos diez años de
existencia de la multinacional, que ha expuesto todas sus capacidades (hasta
el momento) para hacer saber, que lo único que le importa, es la máxima
rentabilidad económica, al menor costo posible, y, sobre todo, dejar claro que
EL MEJOR SINDICATO ES EL QUE NO EXISTE Y EL MEJOR TRABAJADOR, EL QUE NO CONOCE
O NO EJERCE SUS DERECHOS.
Todo lo demás podríamos decir, con simpleza, que ha sido y es un VERSO, UN
DOBLE DISCURSO.
Esta empresa, que ha pedido la intervención del gobierno provincial,
denunciando el estado de conflicto, NO HA RESPETADO, NI RESPETA LAS
INSTITUCIONES DEMOCRÁTICAS.
No respeta derechos, ministros, leyes vigentes, gobiernos. Actúa con
importantes cuotas de IMPUNIDAD.
Que se cree dueña del destino y el alma de los trabajadores, de sus
familias y sus hijos.
Esta empresa es sin lugar a dudas una combinación nefasta de impunidad y
poder arbitrario, que no queda otro camino que enfrentar y vencer. Mientras
tenga este grado de impunidad y actúe como siempre lo dijimos, (quizá no
fuimos lo suficientemente claros o quizá no se entendió esta definición), pero
siempre dijimos que era un Estado dentro de otro Estado, siempre dijimos que
tenia sus propias leyes y que lo demás no le importaba.
Por lo tanto es bueno, como ya nos ha pasado, porque tampoco es la primera
vez, quizás esta sea la primera vez que tiene este vuelo, o tiene este grado
de decisión, pero nosotros, que tenemos una larga historia como organización
sindical, a punto de cumplir 64 años, que hemos atravesado tantas tormentas y
tantas dificultades, que enfrentamos dictaduras y fuimos capaces de sobrevivir
a la más negra noche, enfrentando la persecución, la cárcel, la muerte, la
desaparición, la discriminación, nosotros, que pertenecemos a ese ejército, el
ejército del movimiento obrero, capaz de las más grandes proezas de la
humanidad, estamos convocados, con esa carga histórica, con esos antecedentes
y con los propios, A ENFRENTAR UNA SITUACIÓN QUE REQUIERE DE INTELIGENCIA,
PACIENCIA, SAGACIDAD Y DECISIÓN Y, SOBRE TODO, EXIGIR TENER CLARO QUIÉN ES EL
ENEMIGO, QUIÉN LO REPRESENTA, Y DE QUÉ MANERA SE EXPRESA.
Creo que a esta altura no debe haber dudas: los derechos se defienden en
los lugares de trabajo. La Convención Colectiva se defiende ahí. Por eso, las
amenazas de algunos jefecitos recién llegados, que creen formar parte del
poder omnipotente, ignorando estúpidamente que expresan poderes que no
representan, ni los tienen en cuenta. Más de uno de ellos dejó de ser
sirviente fiel para convertirse en un paria más, engrosando las filas de los
desocupados.
Ante esa situación tenemos que estar unidos, unificar criterios y demostrar
que la dignidad, que no tiene precio, es válida, es necesaria y no se compra
ni se vende. Es un valor que da la vida en la medida que tengamos la capacidad
de ser coherentes y tomemos la decisión de confrontar todo aquello que viene
en busca de lo que no le pertenece.
El grupo Camuzzi, EDEA S.A. son lo mismo, y aquellos personajes, que
aparecen en el escenario como más componedores, a contracara de quienes se
muestran más temerarios, representan el viejo juego del bueno y el malo, pero
en definitiva, expresan un mismo objetivo, expresan una misma decisión y
representan ese poder que intenta no reconocer a los trabajadores y a esta
organización sindical como tal.
Por eso, hacia la última audiencia conciliatoria, convocada para el viernes
7 de septiembre, con las máximas autoridades de la empresa y la presencia de
los ministros, (así es la solicitud, que consta en acta) es importante aclarar
(aunque está claro, porque ya sucedió en otras oportunidades) que no es ahí
donde se decide ni se define. En todo caso cuando así sucede, es porque a
habido un proceso anterior y/o posterior basado en la acción de los propios
trabajadores y en los lugares de trabajo, no en una audiencia.
Esto tiene como objetivo, como siempre ha sido, no eludir responsabilidades
ni tampoco intentar no ser lo suficientemente justos para explicitar una
mirada de la realidad.
Existen todas las condiciones, todas las posibilidades, existen todos los
fundamentos, todos los argumentos, toda la potencialidad, toda la fuerza,
todos los recursos para salir exitosos de esta decisión de defender, nuestros
derechos, nuestro convenio colectivo de trabajo original, nuestros puesto de
trabajo, nuestros ingresos (sueldo), nuestra dignidad, porque nosotros a
diferencia de la empresa, que representa, la muerte,
representamos la vida.
LOS
TRABAJADORES HEMOS SABIDO CAMBIAR Y CONSTRUIR NUESTRA
HISTORIA
Y
HOY NUEVAMENTE TENEMOS LA OBLIGACIÓN DE HACERLO.
RIGANE, JOSE
Secretario General