Un grupo de entusiastas compañeros se tomaron la tarea de remozar el viejo escritorio del salón de asambleas, que habiendo sufrido el paso de los años donde el uso y abuso lo transformaron en un mueble impresentable, nos estaba pidiendo a gritos que al menos le lavásemos la cara.
En un minucioso trabajo de restauración, se procedió a desarmar, enderezar, soldar, armar, masillar y pintar la base del referido escritorio, tarea que estuvo a cargo de los esforzados “usineros” Ricardo Andrade y Luis Milanovich. La parte superior (tapa) fue reparada con el reemplazo del recubrimiento plástico, tarea que realizó el compañero Jorge Di Vicenzo, hombre que cobró gran notoriedad a partir del año 2007, cuando se lo empezó a llamar “El papá de la Reina del Mar”.
Bromas aparte, vaya todo nuestro reconocimiento para los compañeros que una vez más “pusieron el hombro”, para que el salón de asambleas de nuestro sindicato luzca mejor.