“La primera pregunta tenía que ver con “estrategias del Movimiento Obrero”. Digamos que todo lo que estamos haciendo en definitiva es para abonar una estrategia del Movimiento Obrero.
Yo siento que mi presencia ayer y la de ahora en la mañana, en las dos instancias de generar un debate público y de generar esta instancia educativa, tiene que ver cómo ayudarnos entre todos a mejorar nuestra capacidad intelectual para entender la realidad y transformarla. La pregunta de “si estamos preparados culturalmente”, uno rápidamente tiene que decir: -“No, nunca estamos preparados”-; ni la Argentina ni nadie, porque hay una tendencia estructural a disciplinarnos.
Nosotros, todos hablamos siempre del “sentido común”, ¿verdad?, hay un sentido común. El “sentido común” es lo que se espera que se haga ante determinadas circunstancias; es de “sentido común” que ocurran tales cosas. Bueno, está demostrado que “el sentido común” generalizado en la sociedad, es el sentido común que las clases dominantes instalan culturalmente. Normalmente, lo que está bien es lo que es “lo normal”; lo normal es lo que es funcional a que la vida no cambie. Es más, José Ingenieros, ustedes lo conocen, escribió su libro más destacado que se llama “El hombre mediocre”. Y ¿quién es el “hombre mediocre” en esa literatura?: el hombre mediocre es el hombre normal, una persona normal, nosotros mismos, cuando actuamos normalmente, no trascendemos en nada; digamos, un jugador de fútbol normal, ¿lo conocemos?, no, lo que conocemos es a los Maradona, al burrito Ortega, y esos tipos no son normales, es decir, tienen sus locuras, tienen sus diabluras, sus travesuras, o sea: trascienden y por lo tanto son “los distintos”. Pero piénsenlo en cualquier orden de la vida, es decir, no estoy haciendo un juicio de valor, si es positivo, negativo en lo que hacen, sino que la reflexión nos lleva a pensar que la tendencia es a que todos nosotros seamos mediocres; la tendencia del disciplinamiento: -“Quedáte en el molde, no jodás. Bueno, bancátela, después de todo, escucháme, cobrás a fin de mes, ¿cuánta gente hay desempleada en la Argentina?, ¡agradecé que tenés laburo!.. Bueno, te quitaron, te descontaron no sé qué, por un paro.. ¿y vos querés hacer huelga, querés hacer una movilización?, ¡si ahí hay cientos en la calle que están pidiendo entrar!, están los pasantes, están los meritorios.. Entonces, ¡no jodás!, tranquilo, ¡agradecé lo que tenés!-.” Eso, es lo habitual, ¿o no?, ese es el diálogo con nuestros compañeros. Y es lo que más de una vez nosotros mismos pensamos -y no nos pongamos afuera-; el sentido común de la sociedad es: “Quédense en el molde”, y “si se quedan en el molde, ya va a llegar”. Alguien mencionó ayer la teoría del derrame, y una de las preguntas aludía al tema del derrame, y es eso: “-Ya vas a ver que algún día la copa va a derramar y cuando la copa va a derramar va a llegar para nosotros-.”
“Entonces, éste es un tema, a mí me parece, muy importante para pensar en la estrategia del Movimiento Obrero: el sentido común, que nos incluye, es el sentido común de la clase dominante. Con lo cual, un primer tema, es que nosotros tenemos que rebelarnos contra el sentido común empezando por nosotros mismos; no hay quien no esté influenciado por ese sentido común; y ese sentido común nos viene de la escuela, nos viene de los medios de comunicación, nos viene, en general, de todo lo que nos influye. Todos, muchos de nosotros nos creemos muy especiales, nos creemos que hacemos lo que queremos, que tenemos una personalidad distinta; y sin embargo estamos orientados, manipulados, trabajados para responder a las modas de época, estamos siendo condicionados por la cultura de época. Entonces, “el sentido común” es el sentido común de las clases dominantes. Ya dije varias veces “clases dominantes”, y ése es un concepto teórico e importantísimo: “Clases dominantes”, y en contrapartida: clases subalternas; es decir, que hay que mirar que la sociedad contemporánea, capitalista… está bien la pregunta: capitalismo, socialismo, pero más allá de cómo denominemos las cosas, hay que acostumbrarnos nosotros a mirar la realidad de que no hay “Argentina”, de que no hay “Estados Unidos”; sino que hay dentro de Argentina, dentro de Estados Unidos, dentro de España, Alemania o cualquier país, hay “clases dominantes y hay clases subalternas”.
El haber en Argentina, en Estados Unidos, en España, “clases dominantes y clases subalternas”, y si el sentido común, ya dijimos antes, que se instala en la conciencia de la población; y se instala incluso en el corazón, en su modo de vida, ése es un sentimiento. Entonces, “las clases dominantes le imponen a las clases subalternas un estilo de vida”, y hasta les dibujan las necesidades. Acuérdense cuando yo ayer decía qué consume la población… En la Argentina se consume lo que se produce (parece una tautología lo que estoy diciendo, una tontera); claro: se consume lo que se produce; el tema es que “se produce lo que consumen los que tienen para consumir”. Entonces hay una subordinación de consumo a la producción. En la Argentina no se producen viviendas populares para los que no tienen techo, en la Argentina no se producen bienes para satisfacer las necesidades de consumo de los más necesitados.”
“… Entonces, las clases dominantes nos imponen, piensen en estas palabras: “nos imponen” que ése es el orden normal… Acuérdense que Kirchner, cuando asumió, decía: “Queremos construir un capitalismo normal”. ¿Se acuerdan de eso?.. Lo de “capitalismo normal” apuntaba a esto del sentido común… El capitalismo normal es que todos aceptemos “que el capitalismo es normal”, que supone clases dominantes, propietarios de medios de producción: de campos, de fábricas, de hoteles, de Bancos, de servicios; y que, por lo tanto, hay una gran masa de trabajadores que subordina su capacidad laboral a esos propietarios: un capitalismo normal, sin conflicto, con consenso; clases dominantes que imponen un orden que es aceptado por los de abajo. Este consenso es la voluntad de aceptar las cosas como son, y por lo tanto aparece como un Contrato de aceptación, y eso escamotea, esconde la lucha de clases, esconde que hay una conflictividad entre esas clases dominantes y las clases subalternas.
Por eso, cuando la pregunta: “¿cuál es la estrategia del Movimiento Obrero?”, bueno, la estrategia del Movimiento Obrero, en primer lugar aunque no se sepa cómo hacerlo, yo sé que el Movimiento Obrero en cuanto parte de las clases subalternas, tiene que intentar transformarse en “clase dominante” e imponer un “nuevo sentido común”. “Ningún hogar pobre en la Argentina” supone un conjunto de medidas que implica transferir recursos e ingresos de las actuales clases dominantes a otros sectores necesitados. ”
“El tema no es acceder a la clase dominante sino que el tema es revertir una situación social, no individual.”
“Entonces, la lógica del sistema es “sálvese quien pueda”; y esto, si ustedes quieren, en instancia formativa vale, esto es una cuestión ideológica principal del capitalismo en origen. La teoría política del capitalismo en origen es el “liberalismo”. El liberalismo (ustedes piensen en teóricos como Adam Smith, por ejemplo, que es el primero que formula científicamente la economía política, estamos hablando del año 1776), lo que plantea es la libertad, la libertad política, la libertad económica, y la libertad es asumida como una cuestión individual, del individuo. Por eso, esto es un tema culturalmente instalado desde esa época: 1776, digamos, cuando acá en nuestro territorio surge el Virreynato del Río de La Plata. Ésas son las ideas que empiezan a predominar, ése es el “sentido común” que empieza a predominar en la humanidad…”
“…Ideológicamente está esto, pero al mismo tiempo “el proceso social”, ya no individual, es la Revolución Industrial, y con la Revolución Industrial hay una explosión demográfica mundial. La humanidad venía creciendo a este ritmo, despacito, la población mundial subía muy poquito, desde el origen hasta la Revolución industrial; cuando llega la Revolución industrial, se masifica el mundo, se llena de población, crece la población en forma espectacular; o sea, siempre estamos hablando de una sociedad social, pero con la Revolución industrial se generan condiciones para la reproducción de la vida en forma espectacular. Es el momento en el que explota la cantidad de población, que todo es mas social, surge un sentido común individual, liberal. Esas ideas hegemónicas se trasladan hasta nuestros días y por lo tanto llevan más de 2 siglos como sentido común de población; por eso cuando a veces nosotros pensamos en esta idea del progreso, yo tengo: me despiden, compro un kiosco, ¿en qué estoy pensando?, en que el kiosco avance a un polirubro, del polirubro a un autoservicio, del autoservicio a un supermercado y ya me estoy comprando Toledo. Es decir, como imaginación, la lógica del sistema me lleva a eso.
Todos, todos están pensando en eso, todos. A ver, cualquiera, cualquiera que encuentre $10.000 en la calle, enseguida va a pensar “en qué lo invierte”; o sea, rápidamente, la lógica no es: -“Uy, qué bien le va a venir esto al Sindicato, al Centro de Jubilados, qué bien le va a venir al Club del barrio”-. No, no, es una lógica que nos empuja: eso es el sentido común, ésa es la cuestión cultural.
Por eso es tan difícil modificar, por eso es tan difícil modificarnos a nosotros, porque hay una lógica estructural del sistema; y eso lleva a que permanentemente haya, por lo tanto, lucha de clases. En general, lo que todos pensamos cuando alguien dice “lucha de clases”: obreros en la calle, toma de fábricas, cortes de ruta; ¡no!, lucha de clases es la que hacen ellos contra nosotros. Lucha de clases es también todo lo que hace el Capital para someternos, todo lo que hace el Capital para subordinarnos: hasta el extremo máximo, la Dictadura militar; el extremo mínimo, el Pacto de Olivos, o las Concertaciones de clase, el Consejo del Salario. Nosotros lo sabemos bien, José participa en eso. Llegamos al Consejo del Salario, José, ¿a discutir, o ya está todo resuelto? Cuando se instala el escenario Consejo del Salario se juntan 32, de los 32 ya está asegurada la mayoría; lo más que ha habido de abstención ¿cuánto ha sido, votos en contra?, 6 votos en contra. Por eso cuando Gabriel pregunta “qué posibilidades hay”, tiene que ver con la correlación de fuerzas. Cuando uno dice “correlación de fuerzas”, otra vez, es Clase dominante y Clase subalterna, eso es correlación de fuerzas.
Cotidianamente estamos confrontando fuerzas, eso, es lucha de clases. Pero yo quiero insistir en que lucha de clases es: la que nosotros hacemos cada vez que resistimos, pero lucha de clases es también, cotidianamente, lo que ellos hacen cotidianamente contra nosotros. Alguien preguntó por las Leyes Laborales, por la Legislación laboral. La Legislación Laboral es una expresión de la lucha de clases. Vos tenías Ley de Contrato de Trabajo en un tiempo histórico, en el ’74; desde el ’76 en adelante el objetivo es modificar la Ley del Contrato de Trabajo, y se viene modificando la Ley, y se vienen modificando los Convenios… ¡y se terminó, ya está!, ¿obtuvieron lo que querían?.. ¡No!.. siguen, siempre más, siempre más!..”
“Europa, Europa es fantástica; en el capitalismo mundial Estados Unidos sería el capitalismo “salvaje”, Inglaterra sería el capitalismo “salvaje”; y España, Italia, Francia, es el capitalismo “humano”. Ahora, en ese capitalismo “humano”, en Francia vienen degradando la reducción de la jornada de trabajo. Y la Unión Europea, la Europa del capitalismo “humano”, acaba de aprobar la extensión de la jornada de trabajo. (¿Se acuerdan que acá hubo en la década del ’90 en tiempos de Menem, una discusión de la Legislación, de que se podía trabajar hasta 12 horas diarias …?)”
“Es una cosa importante consolidar esto que decíamos del sentido común porque es una “dimensión ideológica”, es decir, que está en nuestra conciencia, está en nuestras cabezas. Lo que podríamos decir es que tenemos que pensar que hay una realidad material que son las relaciones económicas. La realidad material son alimentos, es vestimenta, son viviendas, son mesas, son cosas; son bienes y servicios, pero que son producidas por los hombres y mujeres en sociedad; es decir, que la materialidad es producto de relaciones sociales, esto es muy importante. Porque todo lo que se produce está producido organizadamente por los seres humanos, nada viene del aire, todo está producido por el trabajo humano, todo está producido por el trabajo humano; y esa producción que es la base de la vida, es distribuida en el conjunto de la sociedad de determinada manera, a través del consumo y la capacidad de compra que cada uno pueda tener. Sabemos que ese orden social, esa construcción material puede ser distinta, pero las clases dominantes trabajan ideológicamente para que nosotros creamos que eso no se puede modificar; esto es lo importante, hay una materialidad producto del trabajo social y hay una imagen ideológica-cultural de que las cosas que se producen, la forma en que se produce, la forma en que se distribuye y la forma en que se consume, es la que corresponde, que no hay otra. Y esto es lo que nosotros tenemos que cuestionar, esto es lo que hemos trabajado hasta ahora y es lo que yo les propongo que ustedes lo incorporen, lo anoten y lo sigan trabajando con lecturas, con análisis, que cuando lean el diario o escuchen un noticiero, cuando escuchen al Ministro de Economía, cuando escuchen a un político oficialista o de la oposición siempre miren hacia dónde va su discurso; porque el discurso responde a ideas, atrás de cada discurso hay ideas, hay opiniones que avalan un orden material tal como está o distinto. Y también aclaro: cada vez que escuchamos una opinión que quiere revertir el orden material, en general hay resistencia; o sea, la tendencia es a resistir todo aquello que me provoque el cambio, porque el cambio genera desorden. Ustedes fíjense cómo en general quien asume la conducción política, no estoy hablando de este Gobierno -de éste, del anterior-; en general lo que se busca es el orden, ustedes fíjense que siempre hay una preocupación por la “gobernabilidad”; lo que hace es hacerlo gobernable al sistema… y si yo los apuro un poquito diría que nosotros no queremos que sea gobernable porque nosotros no queremos que siga el status quo actual, nosotros queremos que se modifique.”
P R I V A T I Z A C I O N E S .
“Una de las preguntas apuntaba al tema de las privatizaciones, si se puede generar una política distinta o no, tiene que ver si hay condiciones políticas de las clases subalternas para imponer nuevas condiciones que afecten los intereses de las clases dominantes. Si las clases dominantes instalan un orden económico, político, social, ¡cultural!, donde nosotros somos parte de ese proceso; la discusión es si somos capaces nosotros de generar una política que pueda “confrontar” con esa estrategia, supone una estrategia cultural también.”