{{1) Breve Historia}}
Para muchos nuevos lectores, este
Sindicato (de primer grado, con personería
jurídica) en el año 1992 fue primero
separado y en 1996 expulsado por la
Federación Argentina de Trabajadores de
Luz y Fuerza (FATLyF) por la simple razón
de no aceptar la política del Secretariado
Nacional de abrazar el modelo privatista
neoliberal impuesto en los 90′ en nuestro
país, que transformó una organización
señera y poderosa en un simple sindicato
empresario.
En base a esa decisión, los
trabajadores de Luz y Fuerza a nivel
nacional vimos, primero, cómo
desguazaron y privatizaron nuestras
empresas eléctricas como A y EE, o la ex
SEGBA, perdiendo en ese traspaso más del
50% de los puestos de trabajo; y segundo,
cómo nuestros derechos laborales (como el
tener un convenio de trabajo único, con una
única escala salarial) se perdieron,
aceptándose incluso, para ello, todas las
modas flexibilizadoras laborales, en donde
el único sujeto de ajuste era el trabajador y
su familia.
En el ámbito provincial, y si bien
opusimos una enconada resistencia para
preservar nuestro CCT 36/75 por los
arbitrios de la Corte de Justicia Nacional
dependiente del menemato, luego de más
de dos años nos impusieron en el ámbito de
ESEBA SA el Acta-Acuerdo que no sólo
pauperizo nuestras condiciones de trabajo
sino que posibilitó la privatización de la
misma, al desarticular una empresa única
en unidades de negocios, dividiendo la
generación, el transporte y la distribución y
otorgar dichos sectores a multinacionales
que, sin inversiones, se hicieron cargo del
patrimonio forjado durante décadas por los
bonaerenses; y siendo, además,
beneficiados por las tarifas más altas de
Sudamérica, con el agravante de que, luego
de una década, el convenio de empresa se
sigue manteniendo, beneficiándolos
nuevamente con costos salariales muy
inferiores a los que deben abonar las
Cooperativas Eléctricas.
A cambio de este retroceso, los
dirigentes de FATLyF pretendieron
transformarla en un shopping empresario y
así incursionaron en {{POSEER}}:
– {{Una ART}} {{(Luz)}} la cual, por sus pésimas
prestaciones y su falta de viabilidad
financiera, tuvo que ser liquidada por orden
de la Autoridad Nacional.
– {{Una AFJP}} {{(Futura)}} que, a la luz de la
actual discusión por la reestatización del
sistema previsional, le caben las mismas
generales de la ley que a las otras
capitalizadoras de pensión; concretamente,
haber rifado más del 30% del capital
ahorrado por sus aportantes; y que sea el
Estado y aquellos que originariamente –
como este Sindicato nos opusimos a la
privatización de las jubilaciones, los que
debamos socializar las pérdidas de los
inoperantes negocios.
– {{Una o varias Centrales Térmicas}} en el
NOA y NEA de nuestro país, para las cuales
el Secretariado dispuso de los fondos de
nuestra Caja Compensadora (creada con
aportes y contribuciones para lograr que
nuestros compañeros pasivos accedieran al
anhelado 82% móvil) por más de 30
millones de dólares; los cuales, por la
resolución adoptada en reunión de
Secretarios Generales y que busca su
ratificación en el Congreso que sesionará a
partir del 24 de noviembre/08 en Mar del
Plata, se perfeccionará su venta, pero con la
pequeña salvedad de que su precio nunca
será superior a los 20 millones de pesos, y
encima, abonados en cómodas cuotas
anuales.
– {{Una variada o innumerable cantidad de
empresitas o micro emprendimientos}},
formados originariamente con lucifuercistas
desplazados por las privatizaciones, y a
cambio de magras remuneraciones e
incluso muchas veces actuando en fraude a
la ley (abuso del monotributo), realizan
labores propias de las empresas eléctricas
disputando el espacio sindical y siendo
utilizados hasta como rompehuelgas
cuando los trabajadores formales luchan
por mejorar sus condiciones de trabajo,
creando, bajo el eufemismo originario de
preservar fuentes de trabajo, un futuro
incierto con trabajadores que apenas
accederán a jubilaciones mínimas e
insatisfactorias.
{{2) La realidad:}}
– Los hechos acontecidos desde 2001 en
nuestro país y recientemente en el ámbito
internacional, han demostrado dos
verdades que son casi absolutas. La
primera es que el {{neoliberalismo
económico no genera riqueza}} para los
trabajadores y la segunda, que {{produce
infelicidad del pueblo}}; significando todo
ello que quienes se aliaron o compraron los
espejitos de colores, sólo fueron, en el mejor
de los casos, “idiotas útiles” a un modelo
expoliador, y que pretender volver a las
fuentes es imposible, por cuanto, como
hemos analizado, ni la realidad es la misma
que a principios de los 90′, por un lado, ni
tampoco han demostrado capacidad para
gerenciar los negocios que crearon con el
patrimonio de los afiliados o la
desesperanza de quienes fueron
expulsados por las privatizaciones de las
empresas eléctricas, por el otro, lo que hace
descreer que puedan nuevamente calzarse
el overol de sindicalistas y defender los
intereses profesionales de los
lucifuercistas, como sí hicieron entrañables
dirigentes históricos de nuestro gremio a
nivel nacional.
{{3) Las consecuencias:}}
– Hoy, la FATLyF no es la institución
poderosa de otrora. Hoy se encuentra
desmembrada, descapitalizada y
fundamentalmente- sin la creencia
fervorosa de sus trabajadores de antaño,
que podían diferir de las orientaciones
políticas o ideológicas de sus dirigentes,
pero se sabía que, a pesar de esas
diferencias, el objetivo era único: el
bienestar y la felicidad de sus trabajadores.
– Decimos {{desmembrada}} porque es sabido
que no sólo nuestro Sindicato es rebelde,
sino que importantes regiones de nuestro
país, como toda la Patagonia, han
comenzado a transitar su camino propio,
incluso con la discusión y homologación de
su propio convenio de trabajo, sino también
Sindicatos chicos del interior, como también
Delegaciones de otros sindicatos que no se
s i e n t e n r e p r e s e n tados por sus
conducciones y que comienzan la
búsqueda de su propia organización, algo
que seguramente el año próximo tomará
mayor auge en base al reciente fallo de la
Corte Suprema de Justicia al restablecer el
verdadero valor de la libertad sindical.
– Decimos {{descapitalizada}} porque más allá
de los nulos y ruinosos negocios que más
arriba describimos, las pérdidas de
cotizaciones por menor afiliación o por
independencia de sectores (como recién
vimos), debemos sumar que, en base a la
política de terquedad de la Secretaría
General, la FATLyF adeuda a esta
organización sumas millonarias, producto
de haber incumplido el mandato Congresal
(34º Congreso Ordinario “Cros. Di
Bernardo, Avarta y Fragueiro”) y donde se
resolvió que el Secretariado debía remitir
las contribuciones patronales para que
nuestros afiliados, y trabajadores de
nuestro territorio, accedieran a los
beneficios impuestos por los artículos 69, 70
y 72 del CCT 36/75, lo que ha motivado una
primera sentencia judicial favorable a
nuestros intereses y la orden de embargar la
totalidad de los importes que las empresas
de nuestra jurisdicción y parciales (10%) de
otras entidades, como EDEN, EDES,
Central Piedra Buena, aportan para los
beneficios sociales ya indicados a una
cuenta judicial (BAPRO Tribunales Mar del
Plata 516752/4), que en la actualidad posee
un saldo al 31/10/08 de $ 2.467.915,97,
dinero éste que, pese a nuestras ofertas de
llegar a una solución amigable, no hubo
acuerdo y que nos hacen acordar “al perro
del hortelano”, ya que ni los trabajadores
afiliados a Sindicatos adheridos a FATLyF,
ni nuestros trabajadores pueden gozar del
derecho que el Convenio les ha otorgado.
– Para terminar con este tema, porque no es
nuestra intención limitar nuestra posición a
esta cuestión, debemos advertir que, de
mantenerse la situación, la misma se
asemeja a la deuda externa de nuestro país
antes del default de 2001, ya que, mientras
los embargos son trabados por períodos
que se van devengando para pagar una
deuda atrasada (desde enero 1995),
FATLyF adeuda los mismos meses objeto
de embargo (enero 2008 en adelante),
acrecentando mes a mes la misma; y podría
darse la paradoja de que hasta bienes
inmuebles sean insuficientes o
insatisfactorios, como recientemente lo ha
resuelto también la justicia al rechazar la
sustitución del embargo propuesta por la
Federación, al ofrecer la Colonia de
Vacaciones de González Catán.
– Entendemos que es necesario terminar
con la tozudez y dar cumplimiento a la
propia palabra, o mejor dicho, a las
decisiones orgánicas.
{{4) A modo de conclusión:}}
– Como Sindicato cofundador de la CTA
somos consecuentes con nuestros
principios, sabemos que la nuestra no es la
única verdad, sabemos la existencia de
diferencias; sin embargo también sabemos
que, aún en esas diferencias y en el marco
de la democracia y libertad sindical, si hay
honestidad intelectual, todos podemos
desarrollar un camino con alianzas tácticas
en procurar la mejor representación y
defensa de los intereses de los
trabajadores. Es más, a pesar de nuestra
expulsión, convivimos en distintas
empresas con Sindicatos adheridos a
FATLyF; y ello no ha sido escollo para que
muchas veces encontremos la síntesis y
lograr con ello mejoras económicas, de
respeto institucional y personal por parte de
las patronales.
No estaremos nunca de acuerdo con
muchas decisiones adoptadas al calor de
las políticas estatales o partidarias; creemos
firmemente en la independencia de esos
poderes; buscamos, con estas líneas, no
ofender, sino que la historia sea bien
contada y que no haya ni silencios
cómplices, ni tampoco olvidos interesados.
Desde un acto de sinceridad y de crítica
puede ser creíble la decisión de volver a las
fuentes. Hasta tanto ello no ocurra nos
permitimos seguir con la sospecha de que
“es más de lo mismo”.
/
Mar del Plata, 24 de Noviembre de 2008.