Buenos Aires, 20 de marzo de 2011// La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), manifiesta su solidaridad con la lucha de los pueblos del Norte de África y Medio Oriente.
Queremos resaltar la importancia de la resistencia de los/as trabajadores/as y los pueblos del mundo árabe, porque durante la primera década del Siglo XXI, la novedad política provino en nuestro continente, donde el protagonismo de la lucha popular instaló la necesidad del cambio político proyectando la consigna de “Otro mundo posible”.
La irrupción de la rebelión norafricana suma voluntades convergentes con otras luchas en el norte, en Grecia, en España y por toda Europa; tanto como en EEUU en defensa del derecho de los/as trabajadores/as a la negociación colectiva.
Nuestro compromiso es la lucha por la emancipación de los trabajadores y por eso, junto a la solidaridad, hacemos propia la movilización popular en todo el mundo, abrigando mayores esperanzas y posibilidades de disputar el orden mundial a favor de las necesidades de los/as trabajadores/as y los pueblos.
Al mismo tiempo denunciamos con preocupación el accionar de las clases dominantes en esos territorios, cómplices del poder mundial imperialista, que empujan coordinadamente los Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá con acciones militares y amenazan con invadir esos territorios para continuar controlando las riquezas naturales, especialmente el petróleo y su ruta de aprovisionamiento hacia el capitalismo desarrollado.
Desde la CTA rechazamos todo tipo de represión perpetrada por los gobiernos a la movilización popular y convocamos a la máxima solidaridad con la lucha de los pueblos árabes y a la movilización contra toda intromisión imperial en sus territorios.
La CTA participó activamente del Foro Social Mundial en Senegal, sentando nuestra solidaridad con presencia en variadas actividades de internacionalismo solidario con los trabajadores africanos. En razón de ello desde la CTA adherimos al llamamiento de la Asamblea de los Movimientos Sociales (AMS), reunida en Dakar en febrero pasado para este 20 de Marzo.
Hacemos nuestra la convocatoria y sus argumentos en “demandar una verdadera democracia y construir poder popular”, que “los pueblos del Sur y del Norte ya no aceptan pagar la crisis del modelo y están listos para retomar sus destinos en sus manos y avanzar hacia la justicia social y el respeto a los derechos de la naturaleza”, ubicando la movilización global colectivamente organizada del 20 de marzo de 2011 como “el símbolo del inicio de la reconquista de la soberanía popular confiscada ya hace tanto por las fuerzas capitalistas”.
La lucha del Norte de África y el Medio Oriente es nuestra lucha, suma voluntades contra la dominación del imperialismo, y potencia el carácter antiimperialista de la gesta en Latinoamérica.
Las revueltas africanas contagian procesos en aquella región con larga data de resistencia a las pésimas condiciones de vida de una explotación sobre el trabajo y cuantiosos recursos naturales, afirmando la contradicción de las grandes riquezas materiales y el empobrecimiento de la mayoría de la población.
Los levantamientos de Túnez y Egipto actuaron como estímulo en Libia, y todos ellos en Barheim, Yemen, Argelia, Jordania, Marruecos, Arabia Saudita, en un proceso que puede modificar sustancialmente la correlación de fuerzas en un momento de crisis civilizatoria.
En rechazo a las intervenciones militares, por un camino de paz, respeto y vigencia de los derechos humanos.