19 de mayo de 2011 por FeTERA /// {{Ayer el secretario General Adjunto de la CTA conducida por Pablo Micheli, José Rigane, participó de un encuentro en General Pico donde se puso en discusión la forma que adquirirá en La Pampa la jornada nacional por el pago del 82% móvil a los jubilados y para denunciar que “el hambre es un crimen”. En el día de hoy se trasladará a General Acha y mañana participará del plenario que se realizará en Santa Rosa.}}
{{“Vamos a ganar el reconocimiento en la calle”}}
José Rigane, secretario adjunto de la CTA “no oficialista” que encabeza Pablo Michelli, estuvo anoche en esta ciudad donde participó de una asamblea con dirigentes y militantes locales en la que se trató, entre otros temas, el paro con movilización previsto para el 8 de junio próximo.
General Pico – Antes de la reunión, el dirigente nacional dijo que está “recorriendo las provincias para cumplimentar con el mandato de la asamblea nacional de Mar del Plata en cuanto a la medida del 8 de junio, que se hará por el 82 por ciento para los jubilados y para conmemorar las mil marchas, que se cumplirán ese día, más las reivindicaciones de los derechos de los niños”.
Rigane se refirió a la Constituyente Social señalado que es un objetivo de la CTA que apunta a la unidad de los sectores populares, una construcción que no tiene nada que ver con lo que se conoce ya que no pasa por entregar un par de zapatillas para después entregar otro, sino con comprometerse a encontrar un ámbito en el que podamos encontrarnos los diferentes estableciendo objetivos comunes, y para nosotros ese ámbito es una nueva constitución que plasme la verdadera reivindicación de los sectores populares”.
Cuando se lo consultó sobre el hecho de que la CTA que representa aún no haya logrado contar con la personería gremial, Rigane afirmó que “en realidad tenemos lo mejor que puede tener una entidad sindical, que es el respaldo y el reconocimiento de un millón y medio de compañeros y compañeras que le dan legitimidad. El pueblo siempre ha tenido que sortear todo tipo de situaciones para poder incidir en el desarrollo de las políticas nacionales, y el movimiento obrero lo mismo. La idea de no reconocer a la CTA, no sólo tiene el repudio internacional sino también la realidad concreta como un dictamen de lo que no debe hacerse. El gobierno interviene en el movimiento obrero como intervino en el sindicato de petroleros privados y del gas en el sur, interviene en la CGT, interviene en los organismos de Derechos Humanos, en los movimientos sociales. Lo que no coopta trata de atomizarlo. Esa es su política, la política de la supeditación. Y lo nuestro es un ejemplo claro y concreto de intentar desconocernos a pesar de la representación y desarrollo organizativo de la entidad y a pesar de su propuesta.
El reconocimiento, finalmente lo vamos a ganar en la calle, como sucede siempre con los que luchan por sus reivindicaciones”, afirmó.