“Un centenar de personas marcharon ayer por las calles de la ciudad para repudiar la Ley Antiterrorista aprobada en diciembre de 2011. Convocados por la CTA y el sindicato de Luz y Fuerza, distintas agrupaciones políticas, gremiales y sociales concentraron en Plaza Rocha para luego marchar hacia el monumento San Martín donde se leyó un documento consensuado por todas las agrupaciones convocantes.
Detrás de una bandera amarilla que rezaba “No a la Ley antiterrorista”, se alzaron el resto de las banderas de las agrupaciones que participaron de la marcha en contra de la criminalización de la protesta. El documento firmado por la CTA, agrupación Azul y Blanca SUTEBA, la Multisectorial de la Mujer, La Alameda, centros de estudiantes de Arquitectura, Ingeniería, entre otras agrupaciones, echa luz sobre las implicancias que tiene la ley sobre la sociedad. “La Ley Antiterrorista incorpora al Código penal un nuevo agravante para cualquier delito que fuera cometido con la finalidad de generar terror en la población o de obligar a un gobierno a adoptar o abstenerse de tomar determinada decisión. En estos casos se eleva la pena aplicable al doble de la pena mínima y de la máxima”, reza el comienzo del documento.
Durante el acto se puso de manifiesto la preocupación que genera la inminente promulgación de la ley y aseguraron que en otros países se aplican leyes similares. “Por ejemplo en Chile se utilizan leyes como ésta para acusar por terrorismo a los miembros de las comunidades mapuches que luchan por la defensa de su territorio y costumbre”, explicó uno de los manifestantes perteneciente a la CTA.
El proyecto de ley fue enviado al Congreso por presión del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), un foro intergubernamental que reclama normas de persecución al lavado de activos y financiamiento al terrorismo. Por tal motivo, al final del documento, las agrupaciones firmantes acusaron al gobierno de privilegiar sus relaciones con el poder financiero internacional por sobre las acciones de protesta social que pueden llevar adelante todo tipo de organizaciones sociales. “Precisamente aquellas que, desde 1976 en adelante, han sido quienes han encabezado los procesos de resistencia popular ante la profundización de los programas de ajuste, hoy llamado sintonía fina”, finaliza el documento.