Entrevista a José Rigane, cofundador y Secretario Adjunto de la CTA y Sec. General de la FeTERA, en el marco del cuarto Confederal de la CTA, donde participaron más de 250 compañeros y compañeras de todo el país. En él, se decidió una movilización nacional contra el ajuste para el 20 de noviembre, se estableció la fecha de las próximas elecciones de la central y se lanzó oficialmente la Campaña Nacional por una Consulta Popular en Defensa de la Soberanía sobre nuestros Bienes Comunes, entre otras cosas.
Rigane profundizó sobre los aspectos políticos en los cuales se enmarcó el Confederal de la CTA. “La intención en 2010 fue de borrar de la faz de la tierra a la CTA”, dijo. También expresó que “el pasado 20 de noviembre de 2012 marcó un punto de inflexión para el pueblo argentino”. Además, resaltó que “desde la CTA creemos que es posible transformar la realidad”.
¿Qué relevancia tiene este Confederal de la CTA en este momento político del país?
José Rigane (JR): En principio, la organización misma del Confederal significa para la central toda una decisión política porque da la posibilidad de que más de 250 dirigentes nacionales de la CTA se reúnan para tratar un temario que no sólo contiene los ejes centrales para nosotros, sino que hay otras iniciativas que son muy importantes y que nos permite establecer discusiones en función de determinados objetivos políticos. Hay que resaltar la decisión del Confederal de lanzar la convocatoria a elecciones de la CTA convocadas para el próximo 29 de mayo de 2014. Estas instancias refuerzan y hacen crecer a la CTA.
¿Qué importancia tienen los encuentros del Confederal y la convocatoria a elecciones, teniendo en cuenta la reciente historia de la CTA?
JR: Hay que entender que la CTA tuvo un duro ataque en el años 2010. Hubo una intencionalidad muy clara no sólo de fracturarla, de quebrarla, incluso fue atacada como experiencia en sí misma siendo una de las últimas experiencias importantes de la historia del movimiento obrero argentino. La intención en 2010 fue de borrar de la faz de la tierra a la CTA y esa rica experiencia que la CTA encarna. Hicieron todo lo posible. Esa es la razón que posibilitó la fractura política y la fractura orgánica. La prueba más evidente de esto es que la idea fue promovida por el Ministerio de Trabajo, ya que habiendo ganado nuestra lista las últimas elecciones, así y todo, el Ministerio de Trabajo designó a Hugo Yasky como interventor. Estamos hablando del mismo Ministerio de Trabajo que no reconoce a la CTA, no le otorga la personaría gremial a pesar de tener más de 20 años de existencia. Esto demuestra la intencionalidad política de tratar de sepultar un instrumento que nació con el objetivo transformar la realidad. Nosotros, después de esa fractura, fuimos saliendo de esa discusión y volvimos a reconquistar la calle. Esto es clave, porque comenzamos a hacernos cargo, como central de trabajadores, del conflicto social en Argentina. La demostración más significativa de todo esto fue la decisión de la unidad en la acción. Esto posibilitó, por ejemplo, que el movimiento obrero, a pesar de sus fracturas, lograra el pasado 20 de noviembre de 2012 un paro nacional y movilización que marcó un punto de inflexión para el pueblo argentino. Pero también fue un punto de inflexión para los objetivos y desarrollo mismo del Gobierno Nacional. No es que los cambios en las políticas gubernamentales hayan sido totalmente por nuestras acciones, pero si fue un aporte muy importante. De eso no tengo dudas.
En este tiempo la CTA siempre mantuvo en la agenda pública y en la discusión nacional temas como el mínimo no imponible, las asignaciones familiares, la libertad sindical, la inflación, la discusión sobre los recursos naturales, entre otros. Son todos temas que parten de una necesidad clara que sufren los trabajadores.
JR: Esa es nuestra legitimidad como central. No tenemos la legalidad que reconoce y establece el Ministerio de Trabajo, pero tenemos la legitimidad y el reconocimiento de los trabajadores y el pueblo en su conjunto. El aporte de la CTA es importante y significativo en este sentido. Hay que tener en cuenta que en los últimos 40 años se desarrolló un modelo neoliberal tan fuerte que intentó sacar de la escena al sujeto principal que es la clase obrera. Hasta trataron de demostrar que no solamente era el fin de la ideología y de la historia, sino también intentaron convencer al mundo que era al fin del trabajo y de la clase obrera. Pero hay que decir que si analizamos estos últimos 40 años, tenemos que ver que el movimiento obrero hizo más de 40 paros nacionales. Cuando uno analiza y desmenuza las estadísticas, se da cuenta que el movimiento obrero ha estado en el centro de la escena en las calles, cortando rutas, movilizándose por todo el país, tomando fábricas y generando políticas de autogestión. Y hay que decir que la CTA en todo esto tiene un verdadero valor. Hay que recordar que nacimos como consecuencia de oponernos a las políticas liberales y neoliberales en 1991, pero también como consecuencia de la idea de revitalizar el movimiento obrero y su participación en la vida nacional, con un fuerte sentido de la participación y la democracia hacia el interior de las organizaciones, y, fundamentalmente, establecer caminos de transformación que nos permitan transitar procesos de liberación. Por eso este cuarto Confederal tiene tanta importancia, porque volvimos a ratificar la idea de transformación, de liberación, de soberanía. Es importante, en este sentido, impulsar una Consulta Popular en defensa de la soberanía sobre nuestros bienes comunes. Esto no es una cuestión menor, porque lo que se pone en discusión es el modelo productivo que es depredador, que es exportador y contaminante y pone en riesgo la vida de los propios argentinos. Desde la CTA creemos que es posible transformar la realidad. Necesitamos más trabajo en unidad, mayores niveles de conciencia y más protagonismo de los trabajadores para desarrollar las políticas que más contengan a nuestros intereses y necesidades como trabajadores.
En el Confederal se mencionó el caso del compañero Ernesto Duco. ¿Qué importancia tiene esto para la FeTERA?
JR: Es un espaldarazo enorme. Es un reconocimiento muy fuerte. Los compañeros y compañeras que participaron del Confederal de la CTA mencionaron en varias oportunidades el trabajo que estamos realizando en la FeTERA, a su trabajo cotidiano, a su aporte de carácter solidario y, sobre todo, el esfuerzo para desarrollar organización. Estar golpeados con este despido injustificado y arbitrario del compañero Ernesto Duco, que es nuestro secretario de prensa de la federación, y que el Confederal de la CTA lo haya tomado como una de las reivindicaciones a tener en cuenta es muy importante. La central y el propio Pablo Micheli ya habían tomado el tema, pero que lo vuelva a impulsar el Confederal habla a las claras de nuestra inserción en la CTA y, también, de formar parte de todo esto, que lo abrazamos con pasión, pero sobre todo con el sueño y la esperanza de poder transformar esta realidad que nos agobia, nos maltrata, nos somete y nos excluye. Todo esto es lo que impulsa a luchar contra, por ejemplo, el Automóvil Club Argentino, que despidió a nuestro compañero Ernesto Duco solamente por pertenecer a la FeTERA-CTA.
¿Qué esperas del próximo 20 de noviembre?
JR: Tenemos un desafío muy importante por delante. Aspiramos a lograr la mejor y la mayor movilización en el marco del Día de la Soberanía Nacional y a un año del paro nacional del año pasado. También, tenemos que saber que en esta oportunidad no va a estar la CGT de Hugo Moyano siendo parte de la iniciativa. Creemos que desde el punto de vista de las reivindicaciones y necesidades que tiene el conjunto del movimiento obrero no participar de la jornada es un error político. De todas formas, sabemos que esto no se trata, para decirlo en términos futboleros, de ganar o perder. Sino que se trata de ser coherentes y tener la decisión de hacer lo que hay que hacer para lograr las reivindicaciones y necesidades que tiene el conjunto de nuestro pueblo.
Prensa FeTERA