En el programa radial “Cuestión de Fondo”, que se emite todos los sábados de 10 a 13 por FM De la Azotea 88.7, fue entrevistado José Rigane, secretario General de Luz y Fuerza Mar del Plata. Durante el diálogo, se refirió al actual conflicto que atraviesa el Sindicato, vinculado a la defensa del Convenio Colectivo de Trabajo y que derivó en un paro en toda la jurisdicción del Gremio el viernes 14 de febrero.
“Cuestión de Fondo”:
-¿Cómo es la situación actual de la Bolsa de Trabajo?
José Rigane: Bueno, trataré de ser lo más claro posible. Habría que comenzar diciendo que la CTA y quienes fundamos la CTA, desde el momento en que decidimos plantear la necesidad de democracia y libertad sindical lo hemos realizado en función de que todas las organizaciones sindicales que existan tengan igualdad de condiciones ante la ley. Eso significa también darle valor al texto constitucional que dice que cualquier grupo de trabajadores puede organizarse como tal y con un número de Simple Inscripción existir como Organización Sindical. Eso significa, en la práctica, terminar con la Ley 23.551 que es la que hoy rige al Movimiento Obrero en todo lo que tiene que ver con el desarrollo organizativo, y que establece dos tipos de organizaciones sindicales: las que tienen Personería Gremial y las que están Simplemente Inscriptas. Lo que ocurre cuando en un ámbito hay más de una Organización, o hay una y se crea otra, la que se crea va a tener Simple Inscripción Gremial. Para poder obtener la Personería, y lo voy a decir en términos vulgares, tiene que “matar” a la otra organización sindical para que así pierda la Personería Gremial.
CF: -“Matarla” sería quitarle los afiliados…
JR: Quitarle los afiliados o adoptar compromisos políticos, como está sucediendo ahora, y tratar de avanzar inclusive en contra de lo que establece la propia Ley de Asociaciones Sindicales, como nos está ocurriendo a nosotros con algunos derechos convencionales y con la política de ingreso. Y nosotros lo que planteamos con la libertad y la democracia sindical es que todas las organizaciones existan, y lógicamente, lo que se tiene que respetar es lo que se respeta hoy en todo el mundo sin discusión: la mayor representación.
En nuestro caso no sólo se nos discute la Personería Gremial, no sólo se nos discute la representación en la jurisdicción territorial, sino que también no se nos reconoce la mayor representación. Esto sucede tanto desde el ámbito del Ministerio de Trabajo, en más de un caso, como también de la mano de algunos jueces que están tomando decisiones y resoluciones violando la ley 23.551. Insisto, violando, dado que la Ley 23.551, como está redactada al día de la fecha, dice claramente que en donde existe una Organización con Personería Gremial -que es nuestro caso- no hay posibilidades de que una organización Simplemente Inscripta pueda representar a los trabajadores.
Sin embargo hoy tenemos una situación absolutamente complicada porque se están tomando decisiones tanto desde algunos ámbitos empresarios, como es el caso del Consejo de Administración de la Cooperativa CESOP de San Bernardo, como así también de otras empresas que están haciendo presentaciones cautelares y tratando de establecer igualdad de condiciones entre una Organización Simplemente Inscripta y una con Personería Gremial, violando de esta manera la ley vigente.
Esto es lo que nos acontece y lo que nos lleva obviamente al conflicto, en virtud de que hay un avasallamiento de derechos, desconocimiento de la Convención Colectiva vigente y, lo peor de todo, lo verdaderamente grave, es que algunos jueces no se animan a declarar inconstitucional la ley 23.551 como ya lo ha hecho en algunos casos la Corte Suprema de la Nación. Pero sí se meten en la vida interna de las Organizaciones Sindicales y modifican el texto de la Convención Colectiva, cosa que no pueden hacer. Esta es la situación que nosotros la denunciamos como grave, como avasallante respecto de derechos establecidos. Si acá avanzara la propuesta de libertad y democracia sindical, no habría ningún inconveniente porque todas las organizaciones podrían convivir, y en todo caso, habría alguien que tendría la mayor representación y punto. Pero aquí se quieren hacer valer determinados derechos precisamente no estableciendo ni libertad ni democracia sindical y violando la ley que está vigente al día de la fecha.
CF: -Cuando se habla de representación gremial se habla de defender los intereses de los trabajadores. Al Sindicato Luz y Fuerza General Pueyrredon no lo hemos visto nunca en la calle reclamando los derechos de los trabajadores, o representándolos gremialmente, como lo hace Luz y Fuerza Mar del Plata. Me parece que este sindicato casualmente hace todo lo opuesto.
JR: Hay una clara diferencia entre una organización y otra. Ellos representan el sindicalismo empresarial, están vinculados a todo el tema que trajo aparejado el proceso de privatización y que en nuestro país, lamentablemente, llevó a que muchas organizaciones y dirigentes abrazaran el desarrollo del sindicalismo empresarial haciéndose cargo de temas y cuestiones que nada tienen que ver con la defensa del derecho profesional de los trabajadores.
La segunda cuestión, en ese contenido, es que muchas de estas organizaciones sindicales entienden que su tarea solamente es una gestión de carácter administrativo, y que si hay conflicto es porque fracasaron realizando la gestión de representación administrativa, y entienden que eso es lo más importante y lo más significativo. Por eso hay organizaciones sindicales que jamás se los va a ver en la calle. Porque el objetivo prioritario es hacer acuerdos, arreglar de cualquier manera y nunca ocupar la calle para disputar derechos, reivindicaciones y exigir determinadas reivindicaciones ante el poder de turno. Hay una razón y hay una diferencia sustancial. Para nosotros la organización sindical es un instrumento de transformación de la realidad permanentemente, nunca un factor de poder y menos reconociendo que parte de la actividad tiene que ver con la gestión y la lucha, menos aún entregando en el ámbito de la gestión lo que se consigue en la calle.
CF: -En la década del ´90, cuando se privatizó la empresa de energía, uno de los mecanismos que se utilizaron para despedir trabajadores era el famoso “despido encubierto” que era el ofrecimiento de un micro emprendimiento para que siguieran haciendo las mismas tareas, en la misma empresa, pero ya por su cuenta. Recuerdo que Luz y Fuerza Mar del Plata rechazó esos microemprendimientos. Tengo entendido que este sindicato con Simple Inscripción, encabezado por Eduardo Cóppola, a la vez de querer representar a los trabajadores, también tiene micro emprendimientos…
JR: Sí, están a cargo de una firma de correo que se apellida Translyf, está claro eso, Translyf es Luz y Fuerza, y pertenece al ámbito de la Federación.
La política de micro emprendimientos fracasó en el país, está absolutamente demostrado y aquél micro emprendimiento que se ha sostenido hasta la fecha ha sido sobre la base de la explotación de los trabajadores que contratan y subcontratan o que tercerizan, porque son trabajadores que no les pagan lo que corresponde, que los encuadran en Convenios Colectivos de UOCRA o de Empleados de Comercio y les hacen hacer trabajos en el ámbito de la energía, ya sea en la distribución, generación o transmisión. Y además, cualquier micro emprendimiento que se sostenga es porque está ayudado, convalidado y apoyado por la propia empresa que contrata, en virtud de que le conviene económicamente, y por eso las empresas colaboran directamente en la compra de equipamiento y sostenimiento de equipamiento.
En Mar del Plata es muy fácil verificar y ver eso, uno va a ver a veces equipamientos en la calle, muy modernos, y que por ahí dice “EDEA” en letras grandes, pero en letra más chiquita dice “al servicio de EDEA”.
Lamentablemente esto ha significado que en su momento muchos trabajadores no sólo perdieron su trabajo, sino que aquella promesa que creían que se podían convertir de un día para el otro en trabajadores-empresarios no fue real, no fue posible. Y eso es parte de la experiencia del Movimiento Obrero. Pero hay quienes todavía siguen apoyándose en ese tipo de realidades para mantenerse como en un grado de supuesta representación en el ámbito del Movimiento Obrero.