*Por José Rigane
“Bliztkrieg es el nombre de una táctica militar ofensiva que implica un bombardeo inicial, seguido del uso de fuerzas móviles que atacan con velocidad y sorpresa para impedir que un enemigo pueda llevar a cabo una defensa coherente. Traducido del alemán significa “ataque relámpago”. Blitzkrieg es, en nuestra opinión, el término más adecuado para definir la campaña global para imponer los hidrocarburos de yacimientos no convencionales como una necesidad de la humanidad y ocultar así que, en realidad, es una urgencia del modelo capitalista. Motorizada por corporaciones y gobiernos y con un cerrado bombardeo publicitario, rápidamente instalaron a los no convencionales como la solución energética y fuente de bonanza económica. un nuevo cuento de la abundancia blindado a toda crítica por el triunfalismo de mercado.”
Texto de la EDITORIAL DE LA PUBLICACION “INVANSION FRACKING JULIO 2013 FRACTURA EXPUESTA 2 OBSERVATORIO PETROLERO SUR
“El problema es el sistema capitalista y el orden capitalista de la energía que toma a la misma como una mercancía, las grandes empresas energéticas obtienen las mayores ganancias al dominar la tecnología y comercialmente el mercado energético, aun sin contar con la propiedad de los recursos. El problema no es la gobernabilidad, ni la seguridad jurídica. El problema no es la energía, sino el capitalismo.”Hay que reconocer que la energía es un bien social, un derecho humano y no una mercancía, ahora «mientras rija el orden capitalista, la energía nunca será un derecho de los pueblos».
Canada, Montreal 11 de junio 2014 “RECUPERAR LA DIMENSION SOCIAL DE LA ENERGIA” por Jose Rigane
El Mundial de Fútbol Brasil 2014 está por terminar, y si todo sale como lo esperamos, y deseamos, podremos festejar otro campeonato mundial de la mano de nuestra Selección.
Sin embargo, el Congreso Nacional y las instituciones democráticas siguen funcionando y tomando decisiones. Los funcionarios públicos mantienen reuniones, realizan gestiones y discuten políticas como todos los días. Y no es que dejan las más importantes para después del Mundial de Fútbol, todo lo contrario: aprovechan lo espectacular del evento para girar el timón hacia los lugares más oscuros.
En este momento, el Gobierno Nacional y los gobernadores de las provincias que forman parte del Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi) están discutiendo una serie de reformas a la Ley de Hidrocarburos. Se trata, ni más ni menos, de modificaciones hechas a la medida de las multinacionales para explotar mediante la fractura hidráulica (fracking) los pozos de hidrocarburos no convencionales.
Lo que se está debatiendo es la dependencia de Argentina por los próximos 50 o 100 años. La modificación a la Ley de Hidrocarburos, en el contexto de las expectativas que genera Vaca Muerta y Los Molles, puede terminar solidificando lo que comenzó en la década de los 90. Se está discutiendo un Ley que permite una nueva apertura para la instalación de los grupos multinacionales privilegiados en el manejo de nuestros recursos naturales sin generar ningún tipo de instancia de participación popular cuando se habla de temas vinculados a la soberanía sobre los recursos estratégicos de la Nación.
Modelo energético
En el campo energético no hay nadie que pueda afirmar que hemos tenido una “Década Ganada”. No sólo perdimos el autoabastecimiento y tenemos que importar energía por 15.000 millones de dólares anuales (nos referimos, fundamentalmente, a la importación de gas y otros combustibles) sino que además la dimensión de la crisis lleva a que Argentina tenga alrededor de 1400 Mw instalados a base de la energía “delivery” (motogeneradores). Que son equipos que además de ser caros para su mantenimiento, generan contaminación y son un parche a un problema estructural.
Otro de los problemas en el ámbito energético, además de ser un modelo basado en la privatización y extranjerización, es el sostenimiento de la matriz energética que depende casi en su totalidad de los hidrocarburos. Si bien es cierto que aún no se ha descubierto una fuente capaz de sustituir al petróleo y sus 3000 derivados, la matriz energética podría ser diversificada para bajar tremenda dependencia.
El Gobierno Nacional, decidió avanzar en la dirección contraria a lo que se ha anunciado desde el discurso durante una década: acuerda con los organismos multinacionales de crédito, paga a Repsol por las acciones de YPF, negocia con los Fondos Buitres, acuerda con el Club de París, sigue pagando deuda ilegitima, al CIADI y ahora pretende reformar la Ley de Hidrocarburos, no en la dirección de conquistar mayor soberanía sino de jugar al compás del mercado y de las trasnacionales.
Desde la modificación de la Constitución Nacional en 1994, y en 2006 con la promulgación de la Ley Corta, el kirchnerismo puso en manos de las provincias los recursos naturales de la Nación. En ese contexto, el debate entre el Gobierno Nacional y los “jeques” provinciales es quién se queda con la mayor tajada de la renta energética. O sea, discuten el modelo de negocios para esta nueva etapa, en la que no quieren perder el negocio y tratan de hacer más atractivo aún el desembarco de los grupos trasnacionales bajo el pretexto de que vendrán con inversiones y capitales que nunca aparecieron desde 1990 a la fecha a pesar de la privatización.
Vemos que entonces la discusión sobre la “autonomía” de las provincias respecto del manejo de los recursos energéticos del Estado Nacional termina siendo una discusión que facilita la dependencia y la entrega de nuestros recursos y riquezas a manos extranjeras.
El fracking y la Ley de Hidrocarburos
Recientemente, el especialista Jorge Ferioli en una nota publicada en el diario La Nación el 3 de mayo de 2014 dijo que “se necesitan diez pozos de shale gas para producir lo que genera uno convencional y además se triplica el costo por pozo. Para no importar petróleo crudo y sustituir las importaciones de gas licuado hacia el año 2030 habría que perforar dentro de los próximos 15 años 7042 pozos de shale oil y 7505 pozos de shale gas”.
Como podemos ver, la explotación de los hidrocarburos no convencionales implica: un problema de inversión muy alto. Además, trae consigo complejas consecuencias ambientales. En relación al uso de agua que se inyecta a alta presión y mezclada con 500 productos químicos tóxicos, de los cuales muchos no se conocen cuáles son, con arena.
Recientemente, el periodista Nuño Domínguez publicó en una nota, en la revista esmateria.com que afirma: “…un estudio científico en Estados Unidos (en la que participo el Servicio Geológico de EE.UU ) culpa a varias explotaciones de fracking de causar más de 2000 terremotos en Oklahoma. Este Estado se destaca entre los que más operaciones tienen de fractura hidráulica en todo el país y ha experimentado un espectacular aumento de los seísmos en los últimos 5 años. Los geólogos han bautizados a la serie de terremotos como el “enjambre de Jones” por el nombre de la pequeña localidad cercana a la capital del Estado donde, desde 2008, se han registrado 2547 terremotos de magnitud 3 o superior, casi uno por cada uno de sus 2692 habitantes, según recalca la revista Science que ha publicado el estudio”.
En la misma nota, Domínguez cita al Luis González Vallejo, catedrático especialista en ingeniaría geológica de la Universidad Complutense de Madrid, quien sostiene que “este es un tema equiparable al cáncer, sabemos mucho, pero es mucho más lo que desconocemos, por eso es muy difícil predecir qué sucederá hasta que las explotaciones ya estén en marcha” y considera que los estudios para abrir una explotación de fracking “deberían ser más estrictos” y “ser encargadas a un organismo independiente, y no a la empresa que quiere la concesión como hasta ahora”.
Justamente, las reformas que se pretenden aplicar a la Ley de Hidrocarburos están pensadas para que las provincias petroleras tengan más autonomía para atraer a las inversiones necesarias para explotar los pozos de hidrocarburos no convencionales.
Entre los puntos de la reforma está la de bajar la base de inversión. A Chevron se le exigió una base de 1.000 millones de dólares, los gobernadores y gobierno nacional pretenden que baje a 250 millones, como mínimo.
La propuesta, según los trascendidos, establece que “se procurará que los municipios no graven a la industria ni adopten normas que interfieran con dicha actividad”. Este punto no es menor si tenemos en cuenta que ya existen más de 30 municipios que le dijeron NO AL FRACKING y que existen muchos focos de resistencias en pequeñas localidades de todo el país que no quieren que este tipo de explotaciones se instalen en los lugares en donde viven.
Cuando hablamos de supeditación, nos referimos al mecanismo de concesión. Acá se sigue hablando de concesiones, cuando en el mundo no se aplica este método de explotación entre los estados y las multinacionales y lo peor es que para la nueva ley los plazos de explotación para los no convencionales serían de 35 años con 10 años más prorrogable, cuando para los convencionales están establecidos 25 años la concesión de arranque.
No es casualidad
A fines de mayo de este año, visitó la Argentina el Secretario Adjunto de Energía de Estados Unidos, Daniel Poneman. Junto a Julio De Vido recorrieron Vaca Muerta y establecieron acuerdos de cooperación. Ahora, el presidente de Rusia Vladimir Putin “el principal socio de América Latina” como sostienen los medios nacionales, también visitará nuestro país. Si bien el mandatario ruso no irá a Vaca Muerta, sí lo harán empresarios que son parte de la comitiva. Y no queremos olvidar la posible visita de Xi Jinping de China.
Las discusiones sobre la reforma de la Ley de Hidrocarburos no pueden desvincularse de estas visitas. Todo apunta, aparentemente, a la entrega de nuestra soberanía. En una nota reciente el Economista Julio Gambina, afirma: “Por ello es que el Senado de la Nación dio media sanción a una ley de inmunidad a las inversiones de otros países vía acuerdos de reciprocidad con bancos centrales. Un proyecto empujado por el Poder Ejecutivo con amplio acuerdo parlamentario y que transformará en Ley en la Cámara de Diputados en los próximos días.”
¿Y el pueblo dónde está?
La nueva Ley de Hidrocarburos, por lo que se conoce, tiene el mismo nivel de secretismo que los acuerdos con las multinacionales.
Entonces nos preguntamos: ¿Se está discutiendo (la nueva ley) para resolver el acceso de la energía del pueblo argentino? ¿Se está resolviendo y estableciendo que la energía es estratégica, hace a la soberanía y a la seguridad nacional? ¿Se está definiendo a la energía como un bien social? ¿O la falta de debate y de consulta al pueblo y a las instituciones democráticas tiene que ver con que otra vez entregamos todo a los grupos multinacionales?
¿se estará superando la antinomia entre las provincias petroleras ricas, por un recurso de todos los argentinos, con las provincias pobres por no ser petroleras y que el mercado margina por siempre?
Está claro que esta reforma se hace en función de los intereses de los Grupos Multinacionales. Argentina es el único país en la región que en este terreno no ha transitado ninguna iniciativa con seriedad hacia la independencia. Está claro que una vez más se está priorizando las políticas del mercado sobre las necesidades energéticas del pueblo. Está claro que se está discutiendo la reforma en función de seguir sosteniendo beneficios para las petroleras como viene sucediendo, en claro perjuicio de los usuarios. Está claro que la discusión y la reforma siguen estableciendo como prioridad la ganancia empresarial.
Este debate secreto condicionado entre los “jeques” provinciales y el Gobierno Nacional no está en función de los intereses de la Nación sino en función de sostener la misma política energética que fue inaugurada por el menemismo y que nunca fue sepultada. La prueba más irrefutable de esta realidad es que los tres decretos de desregulación, del menemato, aún siguen vigentes.
Seguramente, mañana, podremos festejar el Campeonato Mundial con mucha alegría y entusiasmo. Pero al mismo tiempo estarán sepultando, no sólo el presente, sino el futuro de los venideras generaciones, en el campo energético-estratégico nacional.
Resulta imprescindible, romper con la trampa del poder, del sistema actual, hay que transitar por el camino de la soberanía, la justicia y la independencia, para ello es necesario comprometerse, participar y ganar las calles con pleno protagonismo consciente, que nos habilite a una transformación de fondo, sepultando las iniciativas posibilistas y poniendo fin a un modelo económico, depredador, contaminante y exportador.
Mar del Plata, 12 Julio 2014
*Secretario General de la Federación de Trabajadores de la Energía de la Repùblica Argentina; Secretario Adjunto de la CTA Nacional.