Los trascendidos de la prensa generaron la reacción de muchos sectores de nuestra sociedad sobre la posibilidad de la construcción de una central nuclear en nuestra Región. José Rigane, Secretario General de la FeTERA y Secretario Adjunto de la CTA Nacional, en este artículo se refiere a los acuerdos energéticos con China y Rusia en materia de energía nuclear que dieron el punta pié inicial a esos supuestos y sobre las condiciones para la instalación de una central de este tipo.
Por José Rigane
A raíz de las recientes visitas de los mandatorios de Rusia, Vladimir Putin y de China, Xi Jinping, a través de los medios de comunicación trascendió la posibilidad de la instalación de dos nuevas centrales nucleares en nuestro país; y se mencionó que el destino de una de ellas podría ser Mar del Plata.
La posible IV central nuclear, sería tipo Candú de tecnología canadiense pero con participación de China. El gigante asiático posee centrales con este tipo de tecnología que utiliza uranio natural como combustible y agua pesada como refrigerante y moderador. Además, los chinos tienen centrales con uranio enriquecido.
Por otra parte, los rusos tendrían participación en la V central nuclear dado que ésta utilizaría uranio enriquecido y agua liviana (agua común desmineralizada).
Cinco empresas son las principales interesadas (habrían sido precalificadas por Nucleoeléctrica Argentina S.A.) para participar en la construcción de las centrales: Candú Energy INC (ex AECL, Canadá); ROSATOM (Rusia), China National Nuclear Corp (China), AREVA (Francia), Westinghouse-Mitsubishi (EEUU-Japón) y Korea Electric Power Corp (Corea del Sur).
La industria nacional está en buenas condiciones para proveer una importante cantidad de componentes para la central nuclear tipo Candú que utiliza tubos de presión, tecnología canadiense con eventual participación de China que, reitero, funciona con uranio natural y agua pesada.
En cambio, la participación de la industria nacional en la V central nuclear que es de tipo recipiente de presión (en vez de tubos de presión) y utiliza uranio enriquecido, sería mucha menor habida cuenta que sería la primera central de este tipo en nuestro país.
Todo parece indicar que la idea del Ministerio de Planificación es encarar la eventual construcción de las dos centrales nucleares, una de cada tipo: primero una Candú y a continuación una rusa y que las «preferencias» al momento de la ejecución de las obras se van a dar en función de (o a favor de) aquél que ofrezca la mayor (o mejor) financiación de los proyectos.
La IV central nuclear (que sería la que estaría más cerca de concretarse) se construiría también en Atucha, donde hoy están funcionando Atucha I y Atucha II y donde se está construyendo el primer modelo, o prototipo, de reactor CAREM de aproximadamente 25 MW eléctricos (reactor enteramente nacional).
Una de las razones principales para construirla en Atucha se basaría en los estudios del sitio (localización) que ya fueron efectuados (hace años) y aprobados.
Respecto de la eventual construcción de una central nuclear en Mar del Plata no existe más información que la circuló en los medios de comunicación.
Es necesario tener en cuenta que para poder construir una central nuclear en un sitio nuevo (distinto a los emplazamientos donde hoy funcionan Atucha I, Atucha II y la Central Nuclear Embalse en Córdoba se requiere cumplir, entre otras cosas, con lo que dice el Artículo 11 de la Ley N°24.804 (Ley Nacional de la Actividad Nuclear): «Todo nuevo emplazamiento de una instalación nuclear relevante deberá contar con la licencia de construcción que autorice su localización, otorgada por la Autoridad Regulatoria Nuclear con la aprobación del Estado provincial donde se proyecte instalar el mismo». Y una central nuclear es una instalación nuclear relevante”.
Cumplir con el artículo 11 requiere de mucha gestión y mucho trabajo de estudio de factibilidad y de localización del lugar; además de necesitar la autorización previa que demandaría mucho tiempo obtenerla. De forma tal que podría extenderse la fecha hasta más allá del 10 de diciembre de 2015.
Además, el lugar debería contar con una fuente fría de agua dulce muy importante. La construcción de la IV central en Atucha (donde ya funciona Atucha I y Atucha II, y a futuro el CAREM) se podría emplazar en ese lugar porque el Río Paraná es una «fuente fría» de agua dulce que permite la refrigeración de todas estas centrales nucleares, sin problemas.
Justamente, el tema de la fuente fría es de tal importancia que la central nuclear Embalse se había proyectado en sus inicios para que se construyera en la zona del dique Los Molinos pero al efectuar los estudios, éste resultó ser insuficiente como fuente fría para una central nuclear de 600 MW, motivo por el cual se construyó en la zona de Embalse de Río Tercero, en donde se contaba con una fuente fría de mayor volumen y compatible con la potencia del reactor.
Si bien el agua salada puede ser una fuente fría apta para la refrigeración de la central nuclear como alternativa al agua dulce, como de hecho lo es en distintos países del mundo como en Japón, el inconveniente que se produce al refrigerar con agua de mar es la salinidad que ésta tiene, y por lo tanto los problemas de corrosión asociados que se pueden producir en sistemas y componentes de la central nuclear. Estos inconvenientes -que no son menores- no se presentan si se utiliza agua dulce como fuente fría.
Argentina es uno de los países del mundo que dispone de fuentes frías de agua dulce en cantidad suficiente para instalar centrales nucleares sin necesidad de tener que recurrir al agua de mar. Distinto es el caso de Japón que por no disponer de fuentes frías de agua dulce debe recurrir indefectiblemente al agua de mar.
Considero que todas las cosas que se firmaron, inclusive las que se menciona que firmó el Secretario de Servicios Públicos, Franco La Porta de la Provincia de Buenos Aires con la delegación china como con la rusa, son cuestiones que están vinculadas a decisiones de carácter político y a iniciativas políticas. Pero poco tienen que ver con soluciones reales a las necesidades que están planteadas en el plano energético vinculadas a Centrales de la Costa y Mar del Plata.
Estamos en condiciones de decir, gracias a la información que nos comparten a través de la Federación de Trabajadores de la Energía (FeTERA) los compañeros de APECNEAN -Sindicato que agrupa a todos los profesionales del ámbito de la energía nuclear a nivel nacional-, que no hay ningún estudio previo para desarrollar una central nuclear en Mar del Plata, y que su construcción supuestamente podría ser en donde va a terminar la línea de 500 KV que unirá Bahía Blanca con Mar del Plata – su construcción está en licitación- que termina en Vivoratá. Sin embargo, insistimos, no existe ningún estudio previo que habilite su construcción. Además, Vivoratá tampoco cuenta con un caudal de agua dulce para la refrigeración de una central.
Queremos agradecer al compañero Agustín Arbor, ex secretario general de APCNEAN por poner todo su conocimiento a disposición del pueblo y en defensa de la clase trabajadora y sus intereses.