José Rigane, Secretario Adjunto de la CTA Nacional, fue entrevistado por el Paro Nacional que la Central llevó adelante en unidad de acción con la CGT de Hugo Moyano y la CGT Azul y Blanca y un amplio abanico de organizaciones sociales y políticas.
¿Qué evaluación hacen de la medida de fuerza?
Estamos contentos por el nivel de adhesión, inclusive por el nivel en cuanto a calidad. Porque la construcción de un paro requiere convencer, persuadir y sobre todo, es una construcción que lleva tiempo; y en esta oportunidad, en este sentido, se ha ido creciendo. Uno lo va confirmando porque cada vez el sujeto consciente es el que va primando a la hora de tomar la decisión.
En ese sentido, esta medida está en función del estado de situación actual y, sobre todo, es la reiteración de los paros que venimos realizando desde hace más 3 años y medio. Lamentablemente, no tenemos respuesta ni tampoco tenemos un ámbito donde podamos discutir los planteos que venimos proponiendo para hacer modificaciones y cambios a una realidad que es adversa para el conjunto de los trabajadores, los sectores populares y que se vivencia cada día más o se profundiza cada día más.
¿Qué es lo que se puede esperar a partir de ahora?
Precisamente, este paro se ha llevado a cabo a partir de la posición tomada por el Gobierno mediante una negativa permanente a los reclamos y a las necesidades planteadas.
Por otro lado, se desarrollaba la medida de fuerza y el gobierno desconocía absolutamente la dimensión del mismo. Hay funcionarios que se niegan a la posibilidad de tener en cuenta lo que se viene planteando. O sea que continúa una situación, que no es la mejor y que nos lleva a pensar que si no hay respuesta, no hay ámbito de diálogo, y si se va a seguir negando de manera tozuda la realidad, seguramente vamos a tener que mantener un lineamiento de trabajo para seguir realizando iniciativas que nos permitan continuar reclamando por las cuestiones que nos afectan.
El resultado, ¿pudo haber variado de la medida de fuerza global si la UTA hubiera adherido?
Sin lugar a dudas. Usted sabe que también hubiese variado si los que no adhirieron, lo hubieran hecho; si en lugar de cinco centrales, hubiera una sola.
Es cierto que si uno mira el panorama nacional, ha sido dispar. Pero también nadie puede negar que la respuesta positiva, producto de la convocatoria, tenía sentido, tenía fundamento. Tampoco creemos nosotros que se vaya a modificar la realidad de un día para el otro porque nosotros realicemos una medida de fuerza. A lo que aspiramos es a que el gobierno modifique su postura y sea capaz de sentarse con los que no piensan igual.
¿Se sintió más en Capital Federal y alrededores y a lo mejor en Rosario, más que en el interior del país?
Hubo disparidad, sí. En Santiago del Estero, con un gobierno que actúa fielmente con el proyecto nacional, el paro no tuvo el desarrollo y la incidencia que precisamente tuvo, por ejemplo, en Mendoza. También tiene que ver con el modelo productivo y el desarrollo de los sectores en esas provincias. Tenemos un modelo productivo que está muy reprimarizado, que está muy vinculado a todo lo que tenga que ver la soja, la mega minería y no con el desarrollo industrial. Eso tiene incidencia absolutamente directa en relación a la situación del paro. Las respuestas son más dispares y no tan generosas como sucede cuando hay desarrollo organizativo del conjunto de los trabajadores. Por eso no es casualidad que en este caso, el 70% de las empresas no tengan posibilidad de elegir delegados o existan situaciones en el Gran Buenos Aires donde parece que hay conjunción entre gobierno y empresas para poner límites al desarrollo de representaciones gremiales de base.
Finalmente, Rigane ¿Habrá plenario de la CTA en los próximos días para evaluar el paro y definir alguna medida de fuerza en septiembre?
Sí, seguramente hacemos una reunión de la Conducción nacional con todos los secretarios generales de todas las provincias y todos los gremios nacionales, con representación nacional y regional y estaremos haciendo una evaluación de esta iniciativa y también analizando lo hecho.
Como usted dice para evaluar cómo proseguir si se mantiene esta decisión que, primariamente, aparece como que no va a haber respuesta a los planteos que se vienen realizando. Nosotros estamos seriamente preocupados. Los primeros 6 meses de 2014, de acuerdo a los análisis de la CTA, que devienen de los datos oficiales, hay una pérdida de 404 mil puestos de trabajo, y un incremento de la desocupación importante, casi de un punto. La verdad que es un tema que preocupa porque siempre la desocupación actúa como una ley no escrita pero que impone condiciones a la hora de hablar de los derechos de los trabajadores, a la hora de hablar de salarios y de poder adquisitivo.
*Entrevista realizada por los periodistas Daniel Temperoni y Aldo del Cul para Radio Brisas Mar del Plata.