Más debate, mayor intercambio.
Compañeros, compañeras, en una jornada muy interesante y gratificante, en lo personal también tenía ganas de seguir con el debate, parecía estaba bueno; y es más, haciéndome eco de lo que la compañera dijo al final, de “que no están los que saben y están los que hacen”, estaba bueno; porque ahora acá pareciera que hablamos los que sabemos y eso no es cierto. Y creo que se plantearon una serie de cuestiones sumamente significativas e importantes, que requiere más debate y que requieren de mayor intercambio, pero que nos ayudan a la construcción.
Los que luchan y los que se entregan.
Agustín Tosco decía en un momento determinado de la década del ´70, en un conflicto de la CGT de Córdoba, hubo una decisión de que la Conducción de la CGT, de la Confederación General del Trabajo en esos momentos, tenía que estar integrada exclusivamente por peronistas, y eso dejaba afuera lo que se conocía en aquel momento como los sindicatos independientes, combativos, etc. Entonces le hicieron un reportaje, una especie de Conferencia de Prensa, y le preguntaron sobre esta situación y él dijo lo siguiente (no es textual): “Hay dos tipos de Organizaciones Sindicales: las que luchan y las que se entregan, no hacemos otro tipo de diferencias; lo otro es una discusión y por supuesto no creemos en decisiones que no estén vinculadas a la participación de la base”.
No hay que delegar, es necesario hacerse cargo
Y yo, reflexionando sobre lo que viene aconteciendo últimamente, y sobre todo, lo que pasó ahora, el 29, en el Congreso de la Nación, la verdad que ahí hay una demostración clara de varias cosas. Ese grupo de Diputados que levantó la mano para aprobar el Proyecto de Ley de Hidrocarburos, la verdad que representan a los que entregan y los que traicionan a la patria, que no es precisamente el pensamiento y la decisión de todos los argentinos, aunque no hayamos tenido todavía la posibilidad de manifestar eso de manera masiva. Pero también es una demostración de que no se puede delegar porque, supuestamente, esos Diputados que levantaron la mano para entregar soberanía, patrimonio, permitir el saqueo del petróleo de todos los argentinos, supuestamente representan al pueblo, porque fueron electos, pero terminan decidiendo y haciendo en función y en contra de los intereses del pueblo argentino. Es una demostración de que no hay que delegar, es necesario hacerse cargo, y lo que significa entonces el compromiso de participar.
La inacción tiene que ver con el miedo
Y me parece que en esta dirección, acá se hacía una reflexión hoy, vinculada a la situación que se vive en los lugares de trabajo, y una compañera decía que “lo que gana es el miedo y que entonces no hay manifestación del malestar”. Y que esa situación que se convierte en una situación de carácter común, hace que cuando alguien aparece diciendo lo contrario y planteando la necesidad de confrontar y construir organización, todo el mundo trata de demostrar, desde la patronal para abajo, de que está fuera de foco, está fuera de lugar; porque si nadie se queja, todo el mundo se siente bien y nadie reclama, el que lo hace está desubicado. Así que eso tiene que ver con el miedo y tiene que ver con lo que nosotros enfrentamos.
Confrontamos con un sistema que necesitamos transformar.
Nosotros, como Organización de los trabajadores, confrontamos con un sistema que necesitamos transformar, que lo tenemos que cambiar, no hay otra alternativa; ahora enfrentamos estructuras institucionales que responden precisamente al sostenimiento y el desarrollo del propio sistema. Por eso nos pasa lo que nos pasa con el Ministerio de Trabajo, si el Ministerio de Trabajo pertenece al sistema y defiende precisamente las estructuras que habilitan la imposibilidad de que no exista democracia ni libertad sindical, y por eso tenemos las situaciones que tenemos en los lugares de trabajo, y por eso no existe la posibilidad de elegir representación de los trabajadores, o incluso desarrollar la organización de los trabajadores.
Enfrentamos un sistema, sus medios y una sociedad adversa.
De ahí que, no es que nosotros alentamos el desarrollo economicista de nuestras propias Organizaciones, yo creo que lo que nosotros alentamos es el desarrollo de Organizaciones que van en búsqueda de la transformación; pero claro, esto no es cuestión sencilla de resolver, porque hay todo un sistema, todo un medio de comunicación y toda una sociedad que juega en función y en contra de ese propósito, el propósito de la transformación y el propósito de poder salir de esta situación.
El sujeto que necesitamos tiene que comprender y ser consciente.
Cuando Julio (Gambina) decía y vinculaba el tema de los trabajadores al modelo productivo, y planteaba quién define el tipo de producción (el cómo, para quién), terminaba rematando y diciendo: -“Bueno, son los patrones, el sistema capitalista, son los empresarios”-. Eso forma parte de una realidad tangible, pero no nos puede llevar a la conclusión que entonces es mejor estar desocupado, porque si nos ocupamos nos van a explotar, nos van a dominar, nos van a imponer sus condiciones. Eso nos tiene que permitir entender cuál es el tipo de sujeto que nosotros necesitamos para esa transformación, ese sujeto tiene que comprender y ser consciente; eso es lo que nos tiene que ameritar, es entender qué es lo que estamos necesitando para poder avanzar. Y creo que, en esa dirección, yo digo esto que planteaba Tosco, y que me parece que marca claramente la necesidad del tipo de Organización que nosotros necesitamos y que tenemos que desarrollar.
Los esfuerzos para cambiar y transformar.
Está planteado desde la Central la necesidad del desarrollo de la jornada nacional para el 20 de Noviembre: paro, movilización a lo que dé lugar en cada uno de los ámbitos donde podamos llevarlo a cabo. Y es cierto que eso hay que construirlo y no es un problema de voluntad ni de voluntarismo, pero el problema es si nosotros primero estamos convencidos para hacer lo que deberíamos hacer para esa convocatoria. Yo entiendo que esto no empieza desde arriba, empieza desde abajo, uno no empieza desde lo mucho, empieza desde lo poco. Y si somos capaces, -en el marco de la situación en la que hoy nos encontramos, que no es tan sencillo ni fácil-, llevar a la práctica la iniciativa de “unidad en acción” como consecuencia de las decisiones y actitudes que toman otros compañeros y otras Centrales, que no quiere decir, -porque son los Dirigentes-, no quiere decir que los trabajadores no estén y tengan las mismas necesidades que todos nosotros, todo lo contrario. Bueno, lo que requiere es que precisamente pongamos más esfuerzo, más ahínco, y en todo caso, yo no sé si es un problema de cantidad, lo que sí creo que es un problema de subir escalones en esa dirección, de poder demostrar nuestra capacidad de movilización, nuestro nivel de representación, sabiendo y siendo conscientes de que no representamos a la mayoría; pero sabiendo y siendo conscientes que ése es el único camino que podemos transitar para provocar las modificaciones que necesitamos; lo otro sería entrar en el sentido común de la supeditación y aceptar que no se puede hacer nada. Y ésa es la diferencia entre los que luchan y los que entregan, y esa tiene que ser una decisión, no sólo de sentido común, es una decisión si es que nosotros estamos dispuestos a hacer los esfuerzos imprescindibles y necesarios para cambiar y para transformar.
Otra etapa en la construcción de fuerza.
Por eso que, vinculado a esto que acaba de acontecer y que recién mencionaba, en la entrega que se acaba de hacer de nuestra riqueza petrolera, gasífera, me parece que tenemos un trabajo por delante que no culmina después que levantaron la mano los Diputados de la Nación. Eso no es cierto, me parece que allí culmina una etapa distinta en la construcción de fuerza que tenga la capacidad de manifestarse de todas las maneras, para dar vuelta esta realidad. Si no, si nosotros llegáramos a la conclusión de que ya está y que nada podemos hacer, lo único que estaríamos haciendo es supeditándonos a un hecho que no contiene, que no comprende precisamente las necesidades del pueblo argentino, ni desde el punto de vista de poder acceder a la energía, ni tampoco en relación a defender la soberanía, y por supuesto, entender lo que significa formar parte de la patria, en defensa de intereses comunes.
Como “recursos humanos”, somos descartables.
Acá escuchamos el plan en Kurdistán, es decir, esta idea de que el enemigo lo que intenta y quiere quedarse con toda la energía que pueda, a lo largo y a lo ancho del mundo, porque necesita sostener un modelo de producción, y una sociedad de alto contenido consumista; y no va a dudar en desarrollar los acontecimientos bélicos que necesite para lograr sostener ese proceso. No hay por qué no entender que el sistema capitalista no sólo hace uso del desarrollo tecnológico, no sólo pone en marcha todo su mecanismo de comunicación para esa supeditación, no sólo pretende quedarse y posicionarse de toda la naturaleza para sus objetivos. Es más, nos han convencido a todos nosotros, de alguna manera, de que somos “recursos humanos”, y como somos recursos humanos, somos descartables, de la misma manera que son descartables los autos, que ahora, en lugar de cambiarse cada 2 o 3 años, hay que cambiarlos cada 6 meses, porque hay un modelo nuevo. Y pasa con los trabajadores, que cuando llegan a determinada edad ya no sirven más, porque son viejos o porque conviene poner a un joven, generando en el ámbito de trabajo una disputa generacional que lo único que intenta es que, precisamente, no quede la experiencia y el desarrollo del Movimiento Obrero que sigue acumulando con los años.
Organizaciones para la transformación.
La idea es que no hay historia, la historia empieza cuando yo llego, y nosotros tenemos que tener un sentido distinto; esta historia se empezó a construir hace mucho tiempo, hace muchos años, algunos siglos atrás, y tiene continuidad. Si uno puede analizar lo de Tosco, que tiene 40, 50, 60 años atrás, se darán cuenta cómo uno de los planteos que se hacían, tiene total sentido y validez en el momento actual; esto significa que esta realidad no la hemos podido todavía cambiar ni modificar sustancialmente, si aquello sigue teniendo valor, y eso es una demostración de que hay una continuidad. De lo que se trata es que nosotros seamos capaces, precisamente, de darnos cuenta de la importancia de que lo que necesitamos para establecer, construir, ayudar a desarrollar un Movimiento de Liberación, es tener Organizaciones para la transformación, con la mayor cantidad posible de sujetos conscientes. ¡Muchas gracias!
JOSÉ RIGANE* EN EL SEMINARIO DEL E.S.N.A. / 31 de Octubre de 2014.
(*) Secretario Adjunto de la CTA Autónoma y Secretario General de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina – FeTERA.