El viernes pasado se realizó el panel debate sobre Soberanía y Bienes Comunes que contó con la presencia del Director del Instituto de Formación de la CTA, Julio Gambina; el Secretario Adjunto de la CTA y dirigente de FeTERA, José Rigane; y la militante de la Campaña No a la Nueva Ley Monsanto de Semillas y Movimiento Popular Patria Grande, Tamara Perelmuter. Se sumaron decenas de militantes de diversas organizaciones que coincidieron en la necesidad de nacionalizar la Campaña hacia una Consulta Popular por la Soberanía sobre nuestros Bienes Comunes, articulando las diversas luchas, en unidad y con perspectiva continental.
A modo de cierre de un año de intenso trabajo y con el objetivo de seguir profundizando la articulación y las actividades comunes de cara al 2015, la Campaña convocó a referentes nacionales y una representativa asamblea en el Salón Héctor Quagliaro de ATE Rosario. Además de criticar el modelo agroexportador extractivista y el esquema de exclusión, contaminación y desigualdad que éste propone, los asistentes definieron lineamientos de acción para lo que sigue.
Participaron decenas de activistas vinculados a la defensa del río, de la soberanía alimentaria, la tierra, la educación y salud entendida como la equilibrada interrelación del hombre y la mujer y su medioambiente y no como la moneda de cambio de las multinacionales para potenciar sus negocios. Por eso hicieron hincapié en el modelo de producción, distribución y consumo actual, con fuerte poder de las multinacionales, que concentra las riquezas en pocas manos y socializa los daños, principalmente en las poblaciones más vulnerables.
“Si algo hace falta en Argentina y América Latina es discutir alternativas políticas. El problema es el capitalismo y necesitamos ganar en subjetividad para un modelo productivo y de desarrollo alternativo. Existe una inserción subordinada de Argentina al mercado internacional. Esto es el capitalismo de época. No hay desarrollo del capitalismo en crisis sin mayor subordinación”, consideró Gambina.
Para el referente nacional de formación de la Central, existen serias dificultades “la ofensiva del capital que empezó en el ´73 en Chile, que tuvo una posta en el ´75 con la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) y en el ´76 con el golpe de estado, continúa. Pero desde el 2001 para acá hemos ido generando en América Latina ensayos de alternativas políticas. Hoy, discutamos cómo generamos condiciones para reproducir nacionalmente esta reunión, pensando que hay nuevas condiciones y las desarrollaremos si podemos nacionalizar y continentalizar esta campaña. La primarización de la economía es un problema de toda Latinoamérica”, analizó.
Banderas de unidad
Uno de los objetivos centrales de la actividad fue seguir tendiendo redes que permitan, como lo figuró el Adjunto de la CTA Nacional, José Rigane “tener en una mano la defensa de la soberanía y en la otra, la reivindicación particular de cada organización en su lugar de inserción”.
El Secretario Gremial de la CTA Rosario y miembro de la Corriente Docente Emancipadora, Gustavo Brufman, señaló cómo se expresa a nivel universitario el modelo productivo y consideró fundamental el trabajo de la Campaña dentro de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). “Existe una commoditización del conocimiento, con fuertes asociación con las empresas multinacionales. Por eso necesitamos instalar iniciativas populares contra la mercantilización del conocimiento y hacia la ruptura de los convenios con estas grandes empresas que condicionan los patentamientos y agendas de investigación de los investigadores y docentes universitarios”, afirmó el docente.
Destacó además que existe un desconocimiento muy fuerte asociado a un modelo educativo, por lo que “no hay justicia social sin justicia cognitiva y no hay justicia sin soberanía cognitiva. Tenemos que recuperar para los docentes e investigadores universitarios el proyecto político como trabajadores y el modelo de la universidad asociado a estas problemáticas”, concluyó Brufman. Desde la Campaña No a la Nueva Ley Monsanto de Semillas en Argentina, Perelmuter señaló que las semillas son el primer eslabón de la cadena agroalimentaria y todo lo que pase con ellas influye fuertemente en lo que sucede en todo lo demás. “Hace años quiere modificarse la ley de semillas de 1973, de por si privatistas, pero con resquicios para producir y circular semillas por fuera del cerco de las corporaciones. Esta nueva ley busca cerrar ese cerco, que nada quede por fuera de los designios de las empresas como Monsanto, Nigera Singenta, Dupont”, analizó.
Actualmente hay dos proyectos ampliamente resistidos en materia agroalimentaria a nivel nacional: uno es el de semillas que no es público y aún no ingresó a debate parlamentario, pero del que a inicios de año se filtró información y el de agrotóxicos, en discusión actualmente con dictámenes de comisión. “Es ley habla de la comercialización de los fitosanitarios o agrotóxicos, ni siquiera aborda las distancias de fumigación. Por otra parte, a Monsanto se le aprobó hace dos años una soja muy agresiva y la aplicó incluso antes de que se aprobara su uso con contratos unilaterales con productores. Intentó instalar la planta en Malvinas Argentinas y de cerrar un convenio con la Universidad Nacional de Córdoba, cosas que por suerte se han parado. Las avanzadas vienen por diferentes lugares”, detalló Perelmuter.
“Mientras nos fragmentamos el capital avanza, por eso debemos fortalecernos en la unidad. Tenemos que ser capaces de articular las luchas y unificar los caminos, creo que este encuentro aporta en ese sentido”, ponderó la joven. “Necesitamos que esta iniciativa que se planteada por la CTA se efectivice como algo nacional en la práctica. Tenemos que unirnos y para eso necesitamos un objetivo común estratégico a todos los argentinos. Desde nuestro modesto entender es la soberanía popular. Hay un modelo productivo que responde al sistema capitalista que imponen los grupos multinacionales, el establishment que no se somete a ninguna elección y nos empobrece, nos contamina, nos mata”, arengó Rigane.
“Hace años luchábamos por oposición. Ahora no, sabemos lo que no queremos, pero también lo que queremos. Construyamos un gran sí, que nos convoque a lucha con fuerzas, con ganas y en unidad”, cerró Gambina.
Equipo de Comunicación CTA Rosario