Por José Rigane*
Este 18 de febrero será día de una jornada mundial con importantes manifestaciones en distintos puntos de planeta en defensa del derecho de huelga y la libertad sindical.
Los trabajadores europeos y sus organizaciones, en el sur de Europa con una fuerza más que importante, tienen el desafío de defender derechos sociales y económicos que quieren ser eliminados por las políticas de ajuste, privatización y mercantilización de la vida que propone el capitalismo.
Aquí, en Argentina, también hay que reafirmar el derecho a huelga y la libertad sindical. Necesitamos organizaciones de trabajadores que se desarrollen como instrumentos de transformación de la realidad.
Defender el derecho a huelga significa defender un derecho que ha permitido crear muchos otros derechos esenciales para la vida del hombre. La lucha por poder realizar una huelga resulta esencial.
Jornada Global
La jornada de acción global del 18 de febrero anticipa la próxima reunión de la OIT, donde el grupo de empleadores y algunos gobiernos está llevando adelante una dura ofensiva contra el derecho de huelga. En el plano global esta iniciativa agresiva contra los trabajadores ha tomado nuevo impulso desde el 2012, cuando el grupo patronal de la OIT comenzó a cuestionar el derecho a huelga como tal.
La huelga es un derecho fundamental de los trabajadores.
¿Que buscan los empleadores? Quieren que la OIT no pueda valorar y evaluar las violaciones a este derecho que no estaría expresamente citado en los convenios internacionales 87 y 98 sobre libertad sindical y negociación colectiva, por lo tanto, ni el Comité de Libertad Sindical, ni la Comisión de Expertos podría evaluar, ni valorar las violaciones a este derecho.
“Durante gran parte de sus cerca de 100 años de historia, el sistema de control de la OIT ha venido desarrollando la importante tarea de supervisar la aplicación de los convenios y recomendaciones, contando con el pleno apoyo de sus mandantes tripartitos. Sin embargo, el Grupo de los Empleadores ha lanzado un ataque continuo y deliberado contra este sistema de control, intentando socavar la autoridad de la Comisión de Expertos de la OIT. El ataque empezó en 2012, cuando cuestionaron la existencia de un derecho de huelga protegido por el Convenio 87, derecho cuya existencia había sido reconocida en principio por todos los mandantes de la OIT durante décadas. No obstante, en 2013 y 2014, el Grupo de los Empleadores puso en entredicho las opiniones perfectamente fundamentadas de la Comisión de Expertos respecto a varios otros convenios, impidiendo una vez más que se llegase a conclusiones consensuadas en 19 de los casos examinados por la Comisión de Aplicación de Normas.” (Antonio Baylos, Sobre el derecho de huelga y la OIT)
El derecho de huelga es la base que permitió generar otros derechos. Sin huelga no hay conquistas de los trabajadores. Las luchas históricas de los trabajadores en todo el mundo tuvieron a la huelga como una de sus principales herramientas.
El movimiento obrero debe seguir desarrollando poder propio y replantear sus objetivos de organización, debe profundizar la democracia interna y buscar mayor participación.
Argentina
Aquí, en nuestro país, necesitamos recuperar los paradigmas de la clase y autonomía. Tenemos que luchar contra los intentos de disciplinar a los trabajadores y las iniciativas de persecución y criminalización de los trabajadores organizados.
El autoritarismo patronal no para de crecer. Aquí se puede despedir sin causa, una aberración que todavía existe y se ejerce en nuestro país. No olvidemos que en la década del 90 nos regularon el derecho de huelga para que avancen las políticas de mercado y la flexibilización laboral; la alfombra roja de las privatizaciones.
¿Cuantos luchadores procesados tenemos en el país? Miles de trabajadores y trabajadoras están a la espera de juicio por defender sus derechos en nuestro país.
Esta acción por no permitir la huelga que impulsa este sector de la OIT es planificada contra los trabajadores, en un contexto donde en nuestro país sólo el 40% de los mismos está con trabajo formal, convencionalizado. El 60% restante está en precarizado, tercerizado, informal, en «negro» y tantas otras modalidades que hoy sufre gran parte de la clase trabajadora.
También en nuestro país, las ideas anti huelga y anti piquete son fogueadas por los grandes medios y nadie dice nada. Tampoco el gobierno, tan sensible a la crítica de medios. En el fondo, también quieren que la huelga sea algo prohibido. Ojalá llegue el día que no tengamos que luchar por una vida digna. Pero hasta que esto no suceda, la huelga es y seguirá siendo la principal arma de lucha de los trabajadores.
También hay que replantearse la acción y gestión en la OIT. Resulta fundamental luchar contra el desempleo, la precarización y la criminalización. Necesitamos defender con mucha fuerza la libertad sindical y organizaciones de los trabajadores como instrumentos de transformación de la realidad.
La huelga es de los trabajadores por luchas históricas, por luchas del presente y por las luchas que vendrán.
Twitter: @RiganeJose