Por José Rigane (Sec. Gral de la FeTERA y Sec. Adjunto de la CTA Autónoma)
Prensa FeTERA
El balance del 7mo Encuentro Sindical Nuestra América(ESNA), realizado entre el 31 de marzo y el 2 de abril en Montevideo, es muy positivo. Es interesante marcar que se llevo a cabo en un contexto social y económico de profunda crisis a nivel mundial de todo el sistema capitalista y en el marco de una fuerte avanzada contra los pueblos a nivel mundial. En particular, en América se hace evidente con la ofensiva de todos los sectores de la derecha, como sucede en Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador, Paraguay, Bolivia, entre otros ejemplos, intentando cambiar un estado de situación que se caracterizaba por la fuerte movilización popular.
Los puntos centrales debatidos en el encuentro tuvieron que ver, en gran medida, con sacar experiencias y conclusiones de los procesos continentales denominados “progresistas”. En ese sentido pudimos evaluar que en algunos lugares el movimiento obrero organizado perdió la iniciativa, autonomía e independencia política necesaria. Distinto es lo que sucede en Uruguay, por ejemplo, donde el PIT-CT convoca a paros nacionales (como el del próximo 6 de abril) y lo hace con éste y el anterior gobierno, que son ambos del Frente Amplio uruguayo y con el que tienen acuerdos y diferencias. Esto es un ejemplo de lo que se debe entender correctamente como autonomía del movimiento obrero para resolver sus problemas. Puede haber acuerdos o se puede simpatizar con un gobierno u otro, pero nunca se puede ser furgón de cola.
Algunos quieren revestir esta idea reafirmando que son autónomos o independientes, pero por eso “no dejan de tener compromiso”. El problema que tenemos como movimiento obrero organizado es que si ese compromiso tiene mayor significado y peso que la autonomía deja de ser un “compromiso” o “apoyo” para pasar a convertirse en seguimiento, en posibilismo, en furgón de cola de un proceso político. Y esto el movimiento obrero lo tiene que erradicar. Muchas veces la defensa irrestricta de las posturas gubernamentales termina alejando a las organizaciones de las reivindicaciones de los trabajadores y eso deja heridas muy difíciles de sanar.
El ESNA tiene la particularidad de estar conformado por organizaciones que pertenecen a distintas estructuras. Pero, al mismo tiempo, en el Encuentro Sindical Nuestra América, se encuentra lo que en otras organizaciones no se halla. Esto demuestra el grado de amplitud que hoy adquirió el ESNA y que se reafirmó en las jornadas realizadas en Montevideo.
Es así que el encuentro ESNA expresó la necesidad de desarrollar la unidad en la acción por parte del movimiento obrero organizado. Y por eso en esta oportunidad se logra, después de 8 años de ESNA, resolver actividades concretas a nivel continental, como es por ejemplo la iniciativa de defender el derecho de huelga con una acción concreta que se llevará adelante en paralelo a la próxima Asamblea Nacional de la OIT. Del 18 al 25 de mayo del 2016 tendremos entonces una acción entre todo el ESNA para defender el derecho fundamental de todos los trabajadores como es la huelga. Existe la necesidad de identificar cuáles son los enemigos principales, pero al mismo tiempo, no dejar esto en palabras sino convertir la acción en hechos concretos.
La participación de las dos CTA, por ejemplo, tanto la Autónoma representada con su secretario general, Pablo Michelli, como la de los Trabajadores, con Hugo Yasky, fue muy aplaudida y reivindicada en el 7mo Encuentro del ESNA. Como decimos: la unidad de acción no pasa por firmarla en un escritorio, la unidad irá surgiendo en la medida que ambas centrales estén dispuestas en ser protagonistas de la acción social de los trabajadores, de los sectores populares y del todo el pueblo argentino. La unidad va a surgir en la lucha por las reivindicaciones de los trabajadores, por mejores salarios, mejores derechos laborales y condiciones de trabajo.