Por José Rigane*.
El gobierno francés impulsa desde febrero una ley de reforma laboral. La respuesta del movimiento obrero ha sido inmediata y creciente para frenar la ofensiva del capital contra el trabajo. Vale mencionar que la extensión de la protesta trasciende al movimiento obrero y se proyecta en el ámbito social, intentando ir más allá de la defensa de las reivindicaciones propias de las/os trabajadoras/es, incluso con las defecciones esperables del sindicalismo subordinado a la lógica de partidos y gobiernos.
Por eso nos interesa destacar, que en simultáneo a la lucha sindical se ha desarrollado un amplio movimiento social de indignadas/os, Nuit debout, algo así como “noche de pie”, “noche en pie”, “noche en vela”, para dejar de estar “de rodillas” y pensar y actuar soberanamente.
Es incierto el alcance de ese movimiento, que hace un llamamiento a desorganizar lo organizado para constituir una nueva sociedad, por lo que no solo se lucha contra la reforma laboral, sino que multitudinarias asambleas populares debaten y construyen un proyecto de propuestas para una asamblea constituyente.
La clave para nosotros es la capacidad del movimiento obrero para liderar las aspiraciones de jóvenes y del movimiento social en su conjunto.
El sentido actual de las protestas mantiene el eje en el rechazo a la reaccionaria reforma laboral, y se proyecta en convergencia con otro conjunto de demandas concretas, como la preocupación por los emigrados sirios en particular, el problema de la vivienda, o la ausencia de democracia, y en el centro de ello el protagonismo del movimiento obrero en defensa de sus reivindicaciones y la propuesta de ir más allá del orden capitalista.
Reforma laboral
El objetivo del gobierno apunta a favorecer inversiones y crear empleo, cuando el desempleo alcanza al 10% y crece al 26% para los jóvenes menores de 25 años. No sorprende que la población juvenil sea un sujeto activo entre las/os manifestantes de la rebelión popular francesa. Es para destacar la movilización popular, especialmente desde nuestra experiencia en Argentina o en América latina, o de la propia realidad mundial, ya que la flexibilización laboral no ha generado más empleo, sino todo lo contrario. El resultado concrreto es el crecimiento de la precarización de las/os trabajadoras/es, acompañado ahora por una ofensiva que en la OIT pretende eliminar el Derecho a Huelga.
No sorprende entonces que las reformas planificadas por el gobierno de Hollande hayan generado un rechazo enorme en la población. Según la Confederación General de Trabajadores de Francia (CGT), más de 70% de las y los franceses están en contra del proyecto de reforma laboral del gobierno de Hollande. La CGT sostiene que el proyecto del gobierno es un inmenso ataque a la legislación laboral, el más grande desde la segunda guerra mundial y supone una regresión orquestada por el espíritu neoliberal de las políticas de austeridad europea que empuja el gobierno socialista de Hollande.
Dice la CGT: “Hay en este proyecto de gobierno todos los sueños concentrados del patronato. Las empresas podrán organizar metódicamente el déficit de sus filiales francesas para poder despedir más fácilmente. Es un gran grifo abierto para el desempleo masivo. Este gobierno nos explica muy claramente que al permitir despedir masivamente se reducirá́ el desempleo en Francia. Este gobierno y este Presidente están claramente jugando en contra de los intereses sociales y económicos de Francia. Es pues urgente organizar la movilización para detenerlos antes de que sea demasiado tarde y que no organizan una fuga sin precedentes de las empresas, de los conocimientos técnicos y de los empleos en nuestro país”.
El proyecto de reforma laboral facilita los despidos, disminuye la indemnización correspondiente e incluso la elimina; afecta licencias por enfermedad o por situaciones de catástrofe natural, quedando a consideración de las empresas, incumpliendo el acuerdo colectivo. Se eliminan las paritaria anuales si un 30% de los trabajadores sindicalizados de la empresa deciden que solo se negociará cada 3 años. Los convenios colectivos tendrán vigencia solo por 5 años, confirmando la inseguridad laboral. Son propuestas que afectan los ingresos laborales y proponen aumentar la carga horaria semanal sin previo aviso. El incumplimiento de las normas dispuetas por las empresas pueden ser causa de despido. Se sustenta la disminución en los pagos por horas extras. Más allá del ámbito laboral, la propuesta sostiene el financiamiento de instituciones educativas privadas, vía subvención estatal, anteriormente solo accesible para escuelas y universidades públicas. Se trata de un conjunto de medidas que agreden al empleo, la seguridad laboral y los derechos de las/os trabajadoras/es de Francia.
Articulación de las luchas
La principal lección que viene de Francia es la articulación de muchas reivindicaciones en una sola lucha. Es destacable que siendo el inicio la protesta contra la reforma laboral, el abanico de demandas crece sin límites discutiendo la sociedad en su conjunto, lo que la convierte en una lucha contra el sistema capitalista y su lógica de privilegio a la ganancia en una cultura de discriminación, racismo, explotación y exclusión.
No pueden entenderse estas luchas francesas sin entender la ola de indignación que se levantó hace poco tiempo en España, Grecia y otros países europeos, incluso en EEUU; y claro, eso es imposible sin remitir a las experiencias de cambio político promovidas por las diversas rebeliones protagonizadas por los pueblos de Nuestramérica en los 90´ e incluso cambios institucionales desplegados en este Siglo XXI. Son todos componentes de la dinámica de la lucha de clases contemporánea.
Por eso es necesario mirar hacia Francia y ver en la pelea de sus trabajadores y trabajadores, en la lucha popular para renovar la dinámica de convergencia de múltiples luchas en unidad de acción para terminar con los despidos en Argentina y contribuir a frenar la ofensiva del capital contra el trabajo, el saqueo sobre nuestros bienes comunes y restablecer un programa de soberanía popular que organice las reivindicaciones de las trabajadoras y los trabajadores de todo el mundo.
Todo ello es parte de lo que debemos conquistar para frenar la ofensiva de las clases dominantes en la región y avanzar en un camino por la emancipación.
Estas líneas son para denunciar la situación en Francia, al tiempo que nos solidarizamos con esa lucha; pero también para asumir el desafío de la unidad de acción para defender derechos y construir nuestra ofensiva para disputar la sociedad en la que queremos vivir, que con la CTA Autónoma decimos que será anticapitalista y antiimperialista.
*Secretario General Adjunto de la CTA Autónoma. Secretario General de la FeTERA. Secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata.