Por José Rigane | Sec. Adjunto CTA Autónoma y Sec. General FeTERA.
La situación económica de ajuste y crisis; el crecimiento del desempleo; la inflación y devaluación; el tarifazo en gas, electricidad y agua; el aumento del costo de vida con el crecimiento del valor de la canasta básica, los alquileres de las viviendas, los combustibles y el transporte que dejaron claramente atrás a las paritarias; la demanda de modificar el impuesto a
las ganancias (al trabajo); la persistente precarización laboral; la cada vez más frágil situación social de las grandes mayorías con bajo poder adquisitivo; y el crecimiento de la demanda de comida y merenderos de los excluidos/as en barrios marginales, son algunos de los puntos que podemos enumerar que manifiestan una grave situación social y económica que otorgan argumentos contundentes y rotundos para realizar un paro nacional por parte de los trabajadores y el conjunto del pueblo.
A esto hay que sumar la enorme transferencia de recursos económicos, calculada en miles de millones de dólares, hacia los sectores más concentrados de la economía, como los empresarios, la minería, las petroleras, los dueños de empresas energéticas, entre otros sectores.
Todo esto junto describe la política económica que ha decidido impulsar el gobierno nacional, que cristaliza un rumbo claro de las políticas de Estado en beneficio de unos pocos, perjudicando directamente al bolsillo de los/as trabajadores/as y el pueblo. Podemos mencionar también el aumento de la deuda externa (ilegitima y fraudulenta), el blanqueo de capitales (que, como
mínimo, beneficia a aquellos que evadieron impuestos) y las medidas impulsadas por el ejecutivo y el Congreso Nacional, como el veto a la ley antidespidos o pago a los fondos buitre.
El marco de esta situación política y económica es acompañado por un crecimiento de la conflictividad social que hasta ahora tuvo como única respuesta la represión y criminalización de la protesta social.
Desde la CTA Autónoma (CTA-A) creemos que es hora de que los trabajadores, los diversos sectores sociales y el conjunto del pueblo lleven adelante un claro mensaje de lucha como respuesta a estas políticas.
Hace tiempo que desde la CTA-A venimos impulsando y construyendo, con los tiempos lógicos que demanda esa construcción pero también teniendo en cuenta la urgencia de este crítico marco, un gran paro nacional para frenar el ajuste económico que se quiere descargar sobre los/as trabajadores y que, al mismo tiempo, beneficia claramente a los sectores monopólicos y
concentrados de la economía.
Debido a esta situación del país, creemos que sobran los argumentos para convocar un paro nacional en el marco de unidad de acción entre las diversas centrales sindicales de Argentina.
Contamos con el importante antecedente de la histórica jornada del 29 de abril donde, en un estupendo marco de unidad de acción del movimiento obrero organizado, se concentraron cerca de 350.000 trabajadores/as en el centro porteño para plantear todas las demandas necesarias en esta preocupante coyuntura.
Desde ambas CTA (Autónoma y de los Trabajadores) como el conjunto de la CGT, podemos juntar fuerzas dejando a un lado las lógicas diferencias y construir un paro nacional que frene las políticas del gobierno nacional. Desde ya que el marco de unidad de acción excede a las CTAs y CGTs y convoca al amplio campo popular y movimientos sociales del país, que hoy viene
también movilizándose con demandas sectoriales.
La unidad de acción no es fácil, aunque en estos últimos tiempos hay ejemplos concretos del éxito y potencialidad que tiene. La unidad de acción como herramienta es un camino que aporta una irrefutable contundencia para los trabajadores. Para poner un ejemplo, la movilización de 5.000 personas contra el tarifazo en Mar del Plata, donde participaron la CTA-A y la CTA de los
Trabajadores, diversos gremios de la CGT y, también, movimientos sociales y políticos, es para tener en cuenta.
No podemos taparnos los ojos para no ver la política de ajuste. Desde la CTA-A hemos definido continuar construyendo el paro nacional porque creemos que se requiere, hoy más que nunca, de una respuesta contundente para detener el ajuste.
Ante las diversas y crecientes acciones de protesta, movilización y demandas sectoriales, lo mejor que podemos hacer los trabajadores/as es unificar todo en una misma jornada, en un paro nacional. Sobran las razones.