Por José Rigane (Sec. Adjunto de la CTA Autónoma).
La jornada del martes 7 de marzo de 2017 fue histórica y contundente. Hay que ponerle fecha al paro nacional en unidad de acción.
Hoy la unidad de acción adquiere un valor estratégico, porque no podemos dejar de reconocer dentro del diagnóstico de nuestra realidad la existente división dentro de los sectores populares y del movimiento obrero. Es parte de una situación que debemos superar.
Esto no significa que no haya puntos de vista diferentes, criterios distintos de desarrollo organizativo, etc., pero lo cierto y lo concreto es que la única posibilidad que existe de ponerle freno al poder y a las iniciativas del gobierno de Macri, que hasta aquí han demostrado que son claramente para el beneficio de los sectores que concentran y centralizan riquezas y no para los que menos tienen.
La unidad de acción se ha convertido de vital importancia. Por eso, desde la CTA Autónoma hemos dado un paso para adelante porque hemos logrado resolver la unidad de acción con la CTA de los Trabajadores, con la que tenemos claras diferencias, pero con los que pudimos poner por escrito un programa de reivindicaciones y un plan de acción por seis meses.
Esta unidad de acción es necesario ampliarla a otros sectores, a otras organizaciones y tratar de que finalmente se exprese de una manera contundente, y para nosotros, creemos que eso tiene que lograrse en un PARO NACIONAL CONTRA LAS POLÍTICAS DE MACRI que buscan flexibilizar más los derechos laborales, que se plantean objetivos como los que sucedieron en el ámbito de petroleros, o que intentan modificar las edades jubilatorias, o que buscan en la apertura de mercado internacional, que el mercado interno no sea pauta de desarrollo y que para eso necesitan abaratar costos de mano de obra y pérdida del poder adquisitivo. Todo esto configura una situación que afecta a jubilados, pensionados y trabajadores en actividad, y obviamente genera mayores despidos y suspensiones.
Por eso se hace imprescindible la unidad de acción, más allá de las diferencias que puedan existir en las distintas organizaciones y esa unidad hay que expresarla contundentemente en un paro nacional.
7 de marzo de 2017.