Entrevista a José Rigane que acaba de participar en nombre de la CTA-Autónoma y de la FeTERTA en la ciudad de Nantes (a 380km de Paris) en el 6° Congreso de la Federación de Energía de la CGT de Francia, que cuenta con 550.000 afiliados. En el evento participaron más de 1.000 delegados/as del ámbito de la energía de toda Francia y 60 delegaciones internacionales. Rigane, que fue el único argentino que participó en el congreso, se entrevistó con Philippe Martínez, secretario General de la CGT de Francia donde charlaron de la situación del movimiento obrero.
Además, se reunió con delegados de Palestina, Viet Nam, Nigeria, Cañada, Colombia, México, Brasil, Chile, Cuba, Japón, Inglaterra, Portugal, el Instituto de Servicios Públicos (ISP), comisiones obreras locales, la OIT y la organización francesa “Derecho a la Energía”, entre otros. Imperdible entrevista sobre un enorme evento.
¿Cuáles fueron los ejes principales de tu intervención en el congreso?
José Rigane (JR): Mi intervención estuvo enfocada en que no hay posibilidad de desarrollo en un país, región o continente si no poseemos los recursos energéticos porque son parte de la soberanía nacional y en Argentina hace 40 años que comenzamos un proceso de pérdida de soberanía energética. También perdimos las grandes empresas nacionales de energía. En 1990, el sistema energético argentino fue privatizado, dividido y desintegrado y se desarrolló un modelo energético basado en la privatización y extranjerización.
El eje también estuvo puesto en el modelo productivo y de desarrollo, del modelo social y del problema del fracking, Este modelo energético hizo que las empresas multinacionales se llevaran más de 240.000 millones de dólares entre los años 1990 y 2016 con pérdida de autoabastecimiento.
El otro eje fue la importancia que tiene el movimiento obrero y los sindicatos, no como factores de poder, si no desde una perspectiva de transformación y como un instrumento de cambio de la realidad que nos toca vivir. Para esto, un sindicato o una central tienen que tener carácter clasista, anticapitalista y antiimperialista. Además, necesitamos centrales y sindicatos con autonomía de los partidos políticos, de los gobiernos y de los empresarios.
La manera de luchar contra la globalización capitalista y el modelo neoliberal es construyendo organización, construyendo poder propio, poder popular. Para esto, los trabajadores no tenemos que delegar más el poder en quienes no nos representantes, ni defienden nuestros intereses.
Otro eje fue la importancia de desarrollar redes sectoriales a nivel mundial entre las organizaciones sindicales. También es importante generar redes regionales para frenar a las multinacionales y los organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Quiero remarcar que también pude desarrollar ante los 1.000 delegados de la energía de la CGT de Francia la importancia de la construcción de la teoría crítica del movimiento obrero en un momento histórico como el que nos toca vivir. En este marco, la importancia de la idea de la unidad de acción para enfrentar las luchas, la defensa crucial del derecho de huelga y la construcción de un nuevo modelo sindical sustentado en la participación, en la democracia, en la integración del conjunto de la clase obrera, es decir, los ocupados y los desocupados también.
En definitiva, uno de los ejes centrales de mi intervención fue la dignidad de sentirse un trabajador.
¿Cuáles fueron los temas centrales de debate del Congreso de la Federación de la Energía de la CGT de Francia?
JR): Este es un congreso de renovación, los compañeras/os franceses están renovando la dirigencia de la Federación de Energía de la CGT de Francia. Se renueva la conducción del secretario General, los miembros ejecutivos. De 70 miembros de conducción de la federación, se renuevan 43 con dirigentes mujeres y jóvenes. “Necesitamos una reflexión más global”, dicen los trabajadores de la energía de Francia. Los ejes que trabajaron en este congreso son los mismos temas con que se enfrentan al gobierno y las empresas, como por ejemplo la liberalización de la energía en Francia.
En este momento el país esta en plena campaña electoral para las elecciones presidencial. Casi todos los candidatos y candidatas, salvo de izquierda, pretenden cambiar el sistema de jubilación del país y también incluyendo a los trabajadores de la energía, que son muy fuertes. En Francia esta habiendo una ofensiva neoliberal muy fuerte y los trabajadores de la energía de la CGT están en una fase de respuesta constante al neoliberalismo. Por esto también es que necesitan renovarse.
¿Qué coincidencias encontrás con lo que sucede en el ámbito de la energía en Argentina?
JR: Si bien las situaciones son diferentes porque en Francia el 85% de las empresas eléctricas están en manos del estado, hay muchas cosas que son similares. Es verdad que el modelo de privatización es un común denominador en todo el mundo y las delegaciones internacionales hicimos hincapié en esto en este congreso. Quizá la diferencia este en la profundización de ese proceso de privatización. En Argentina nos privatizaron todo. También el aumento sistemático de las tarifas. Esto se vincula con el concepto de “pobreza energética”, que desarrollan muy bien en Europa. La idea de pobres energéticos tiene otra realidad con lo que nosotros entendemos como pobreza, esto desde ya. Pero es interesante analizar cómo Europa desarrolló la idea de “Pobreza Energética”.
Otra coincidencia que encuentro es el caso de Inglaterra, que tuvieron que volver atrás de la privatización de la energía nuclear luego de 8 años de haberla vendido a privados porque estos no invertían en seguridad nuclear.
En Francia, por ejemplo, hubo una fuerte ofensiva para instalar medidores prepagos en energía, que todos sabemos que no se puede acumular. Es decir, con los medidores prepagos un usuario puede pagar por energía que luego puede no usarla. Esto establece que el valor final es el que determina si un usuario puede pagar o no la energía, pasando por alto el tema del derecho al acceso. Con este sistema accede el que tiene plata.
La clase trabajadora francesa viene desarrollando desde 2016 importantes luchas contra las reformas jubilatorias y en las condiciones laborales. ¿Qué se respiró sobre esto en este Congreso?
JR: Este tema los toca de cerca a los trabajadores de la energía, aunque es una lucha de toda la clase trabajadora de Francia. Hasta ahora la resistencia de los trabajadores/as es muy fuerte, aunque no han ganado la batalla en estos temas, a pesar de realizar enormes movilizaciones por las principales ciudades y localidades del país. La CGT de Francia junto un gran movimiento popular tuvo históricas jornadas en 2016 contra las reformas laborales, jubilatorias y también hay que sumar las movilizaciones populares contra la violencia y fuerte represión policial. La lucha contra la reforma laboral en realidad es un fenómeno de toda Europa, no solo de Francia. Ahora mismo, Francia esta atravesada por las elecciones presidenciales que serán el 23 de abril, pero la lucha de las trabajadoras y trabajadores franceses contra la reforma laboral, jubilatorias y la represión policial, según se remarcó insistentemente en este congreso, seguirá luego de elegir presidente.
Prensa FeTERA