En el marco de las reformas laborales que buscan implementarse desde el gobierno nacional, los trabajadores y trabajadoras del Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata convocaron para este miércoles 29 a un paro general de 24 horas y una movilización con el conjunto de afiliados de toda la jurisdicción hacia la ciudad de Buenos Aires. ”La situación que se vive es compleja y no se va a mejorar precarizando trabajo, quitando derechos y posibilitando que la patronal haga lo que le plazca”, remarcó José Rigane, Secretario General.
En diálogo, con “el Retrato de hoy”, explicó los alcances de la medida. “Adherimos a la jornada de movilización y concentración de Capital Federal para el día miércoles convocando a un paro técnico, manual y administrativo. Se mantendrán las guardias esenciales, pero el resto de los trabajadores llevarán adelante la medida de acción directa con el objetivo de participar en Capital Federal”, sostuvo el referente del sindicato.
Asimismo, en cuanto a los motivos de la medida de fuerza, habló de que “no se puede precarizar el derecho laboral, porque no son los derechos de los trabajadores los que generan la crisis en la Argentina, sino todo lo contrario”.
“Si no, no se explicaría por qué tenemos el 30% de argentinos en la línea de la pobreza o el 35% de los trabajadores precarizados ni cómo el salario mínimo vital y móvil cubre solamente el 25% de una canasta básica para una familia tipo”, expresó Rigane a la vez que remarcó que “no son las comisiones directivas las responsables de esta situación”.
A su vez, indicó que se plantea que el trabajo informal tiene que ser eliminado, pero la iniciativa del gobierno “lo que va a producir es más empleo precario” y comentó que en Mar del Plata “se viene padeciendo hace muchas décadas el flagelo de la desocupación y subocupación, el cual es producto y consecuencia de un modelo productivo que nada tiene que ver con el desarrollo industrial, pero sí con desarrollar una economía cada vez más primarizada que se basa en la exportación de recursos y materias primas y poco invierte en el desarrollo industrial que tan beneficioso y necesario es para tener una mejor calidad de vida en el conjunto de la población”.
Y agregó que debe sumarse “el crecimiento de las tercerizaciones, precarizaciones y los contratos basuras. La situación que se vive es compleja y no se va a mejorar precarizando trabajo, quitando derechos y posibilitando que la patronal haga lo que le plazca”.
En relación a cómo sigue el conflicto, señaló que “en soledad no se va a resolver esta problemática sino que se puede resolver solo si tenemos capacidad de unificarnos y si tenemos la decisión política de actuar en unidad de acción con las demás fuerzas de representaciones sindicales dispuestas a confrontar esta política de ajuste del gobierno nacional”.
“Lo que se cuestiona es la instrumentación de las políticas que van en perjuicio directo de los trabajadores y de los sectores populares. No se cuestiona al gobierno, porque este ha sido electo para administrar el país como corresponde, pero no significa que tenga un cheque en blanco para hacer cualquier cosa y menos para que siga conduciendo en contra de los intereses que debe garantizar”, declaró.
Encuentro internacional de organizaciones sindicales en el Vaticano
Por otro lado, puntualizó acerca del encuentro internacional de organizaciones sindicales en el Vaticano, realizado entre miércoles y viernes de la semana pasada: “Nos encontramos con una serie de fundamentos y argumentos, basados en la doctrina social de la Iglesia, los cuales afirman el derecho al trabajo digno con un reconocimiento claro y en defensa de los estándares de trabajo universales. Están en contra absoluta del trabajo precario. Se habló del papel de liderazgo que tienen las organizaciones sindicales en la construcción de nuevos modelos de desarrollo ambiental, económico, social y ambiental como también la promoción de nuevas vías de trabajo”, señaló.
El papel de las organizaciones sindicales
A su vez, aseguró que las organizaciones sindicales están convocadas a jugar un papel importante en todo lo que significa el respeto al trabajo y sobre todo procurar un modelo de desarrollo que no deje de combinar la justicia imprescindible y necesaria junto con un modelo que sea sostenible”.
Y agregó que también “hay una condena a los dirigentes sindicales corruptos o a aquellos que traicionan a los que dicen representar, cuando no los defienden como los tienen que defender y entregan sus derechos”.
En ese contexto, afirmó que “una de las propuestas que está en la declaración final es un reclamo a los empleadores, que tienen que respetar el derecho a la negociación colectiva de un salario justo y que restablezcan un correcto equilibrio entre el tiempo de trabajo y familia, incluyendo los beneficios de un día libre compartido”.
“Hay muchas cosas para sacar de allí como también hay un llamado muy claro de lo que son las políticas neoliberales que precisamente no se ocupan de la persona como debería ser esencial y primordial”, concluyó.
Fuente: El Retrato de hoy – 28.11.17