Entrevista a José Rigane en Radio Brisas, cuestionando la falta de diálogo del gobierno y propone la realización de un plebiscito. “No puede afirmarse que son los sectores populares los que tienen que pagar las consecuencias”, dijo.
Aldo Del Cul: ¿Cuál es la postura de la CTA respecto a la reforma que impulsa el gobierno?
José Rigane: Para nosotros se trata de una precarización lisa y llana de los derechos laborales. En una Argentina donde el 30% de los argentinos están en la pobreza, dónde hay un alto porcentaje de indigencia, dónde el salario mínimo vital y móvil no alcanza para cubrir la tercera parte de lo que cuesta una canasta básica para una familia tipo, dónde el haber jubilatorio para el 70% de los jubilados y pensionados está en el orden de los 7 mil pesos, que es un poco menos del 50% de lo que se necesita para una canasta básica de jubilados para cubrirla, cuando tenemos un 45% de los trabajadores con precarización, en fin, no se puede decir entonces que estas son las razones… o que son los derechos de los trabajadores los que han impedido el desarrollo de la Argentina o que la Argentina pueda salir de la crisis.
Cuando se nos dice que todos tenemos que poner algo, está claro que a los y trabajadores permanentemente nos piden ceder y lo hacen en la paritaria cuando le ponen techo o cuando
tratan de ponerle un límite al porcentaje de discusión y también cuando se trata, digamos, de reconocer precisamente aquellas cuestiones básicas elementales que hacen a la vida digna. Para
nosotros este planteo es un planteo de precarizar aún más el derecho laboral, de quitar aún más derechos a los trabajadores y nos parece que ese no es el camino. El camino es otro: cambiar el modelo productivo. La experiencia mundial indica que los países que están desarrollados no lo hacen sobre la base de una mayor explotación de los trabajadores, sino de reconocerlos dignamente como corresponde.
ADC: En torno a esta postura, ¿tienen la posibilidad a través de la CGT, de la CTA de poder tener una reunión o, por lo menos, presentar el proyecto de ustedes?
JR: A nosotros nos parece que el gobierno habla de consenso y de diálogo para llevar adelante algunas iniciativas pero luego, en la práctica, no se cumplimentan, porque no se convoca a todo el mundo, porque no se convoca a todos los sectores porque solamente habla con algunos, pareciera que lo hace solamente con aquellos que están dispuestos a contestarle positivamente al gobierno.
Y por eso es muy difícil, digamos, que pueda haber consenso, que pueda haber diálogo, cuando solamente esta iniciativa gubernamental está en función de determinados sectores. Nosotros creemos que una transformación como la que se necesita para salir adelante, precisamente, habría que mirar hacia los grupos económicos, hacia las grandes empresas que son las que recaudan y tienen balances multimillonarios, ganancias multimillonarias, entonces, no puede afirmarse y decirse que son los sectores populares los que tienen que pagar las consecuencias de estas modificaciones quitándoles derechos.
ADC: ¿Consideran ustedes que se puede llegar a esta reforma que propone el gobierno nacional con las personas, con los integrantes de los sindicatos que ustedes dicen que dicen que sí al gobierno?
JR: Hoy no existe en la Argentina ningún representante sindical capaz de poder decidir por el conjunto de los trabajadores. Una realidad concreta sería que el conjunto del movimiento obrero, los trabajadores sean consultados en un plebiscito en donde todos puedan emitir su opinión porque son, en definitiva, los que van a gozar o sufrir las consecuencias de las decisiones que se tomen a nivel gubernamental. No hay entonces, un representante sindical que pueda asumir esa responsabilidad y tenga ese nivel de representación. Lo lógico es consultar a quienes, precisamente, están en el centro de la tormenta que significa perder derechos.
ADC: Para terminar, ayer estuviste tuiteando por el Día de la Soberanía Nacional, por la Vuelta de Obligada de 1845 ponías “hoy es fundamental luchar por la Soberanía energética, contra el saqueo de nuestros recursos y la entrega de quienes gobiernan” ¿Es así?
JR: Nosotros tenemos una opinión, desde la década del 90 que comenzó la privatización de nuestros recursos naturales y, fundamentalmente, energéticos. Que ya es imprescindible que ese patrimonio vuelva a manos del Pueblo a través del Estado y esto… cuando decimos imprescindible es porque entendemos que la energía es un bien social y un derecho humano. Es insustituible, por lo tanto, nadie puede aspirar a una vida digna si no puede acceder al agua, al gas y a la electricidad. Tienen que ser gratuitos, y tienen que estar obviamente controlados, planificado el desarrollo, el control por parte del Estado porque con esa agua, con ese gas y con esa electricidad es posible, entonces, aspirar a una vida digna. Si esto se convierte en un bien suntuario, en un bien de lujo, en que sólo algunos pueden obtener electricidad, agua o gas solamente si lo pueden pagar
a cifras que no todo el mundo alcanza, entonces esto es un impedimento serio, no sólo para terminar con la pobreza sino fundamentalmente para que millones de familias argentinas puedan aspirar a una vida digna. Por eso, para nosotros la energía no puede ser un commodity, una mercancía, no se pueden hacer negocios con los que se benefician los dueños de las acciones, de las empresas a costa del bolsillo de los usuarios; todo lo contrario. Y así planteamos recuperar la
Soberanía.
ADC: Esto llevaría un tiempo prácticamente impensado, José.
JR: No es un problema de tiempo, es un problema de decisión, de voluntad política porque… a ver, miremos el ejemplo de Bolivia que es un país que ha sido esquilmado por años y por años, hoy es quien se ha hecho cargo de todos los servicios públicos como corresponde y precisamente es uno de los países que mejor desarrollo tiene en América. Y además ningún grupo multinacional se ha ido de Bolivia porque le hayan quitado rentabilidad, que ha sido una rentabilidad extraordinaria que han tenido por años, y sin embargo no se han retirado del ámbito de la extracción ni de la producción de los recursos energéticos; pero Bolivia tiene un control que la habilita y le permite satisfacer las necesidades del Pueblo que es precisamente lo trascendental, lo más importante, lo significativo. Nosotros necesitamos que los argentinos podamos acceder a la energía sin problemas. Y para poder hacerlo, bueno, no podemos vender el millón de BTU a 7 dólares con 50, un precio ficticio que beneficia a los grupos multinacionales cuando producirlo, reconocido por YPF, en Estados Unidos en la bolsa de valores, cuesta un dólar 90. Entonces, si hacemos las cosas bien las perspectivas son significativas y brillantes. Pero si las hacemos como las venimos haciendo, obviamente, el resultado es en perjuicio del Pueblo argentino.
José Rigane | sec. Adjunto de la CTA Autónoma y sec. General de FeTERA