Por José Rigane, Sec. Adjunto de la CTA Autónoma.
Desde la CTA Autónoma entendemos que lo que hay que cambiar es el modelo productivo. Es necesario generar trabajo genuino y salir del proceso de reprimarización de la economía y del proyecto extractivista como modalidad de inserción en el mercado mundial a razón de salarios bajos y facilidades para atropellar derechos adquiridos. El modelo de país de negocios
financieros y endeudamiento con el FMI no es un modelo de independencia. Debemos aprovechar nuestras capacidades y nuestra tradición de desarrollo científico-técnico para construir un modelo productivo realmente efectivo en función de los intereses del conjunto del pueblo.
El proyecto del gobierno es abiertamente contrario a estas premisas y propone especular con la llegada de las inversiones extranjeras, que no llegan como el gobierno especulaba pero exigen y son esperadas con garantías, excepciones, rebajas impositivas, subsidios e inversiones públicas para que puedan obtener mayores tasas de ganancias en el menor tiempo posible.
Ese es el objetivo que lleva adelante cualquier empresa multinacional y que el gobierno neoliberal de Macri promueve.
Este diagnóstico es apremiante y necesita de la reacción de los trabajadores para continuar profundizando la unidad de acción para resistir el embate neoliberal y construir en esa camino el poder propio para obtener una sociedad mejor donde no prime la desigualdad.
Para esto, es fundamental y necesario dejar a un lado los egoísmos y mezquindades personales y poner por delante la unidad de acciones. La única forma de frenar al neoliberalismo ambicioso del gobierno de Macri en la Argentina es alcanzar cada vez más
niveles de unidad de acción en la calle y con acciones conjuntas entre todas las expresiones del sindicalismo argentino. La unidad de acción por encima de cualquier cosa es la principal arma de los trabajadores y trabajadoras. Es momento de usarla.
25 de mayo de 2018.