En la previa del Congreso nacional de la Federación de Trabajadores de Argentina (FeTERA), la dirigencia de Central de Trabajadores de Argentina Autónoma (CTA-A) brindó una conferencia de prensa para convocar a un paro nacional de 36 horas que ponga freno a las políticas de ajuste y de pobreza que está realizando el Gobierno Nacional.
El encuentro se realizó este viernes 24 de agosto, en la sede del Sindicato de Luz y Fuerza Mar del Plata. Pablo Micheli (Secretario General nacional) estuvo acompañado por José Rigane (Secretario Adjunto y de Luz y Fuerza Mar del Plata), Cristian Echeverría (Secretario General de CTA-A Provincia de Buenos Aires) y Mariano Bauer (Secretario General de regional Mar del Plata de la CTA-A).
Micheli declaró que “necesitamos una respuesta a este ajuste y debe ser un paro nacional de 36 horas con movilización a Plaza de Mayo que no debe pasar del mes de septiembre” en conjunto con la CTA de los Trabajadores, sectores de la CGT, la Multisectorial 21F y los movimientos sociales. “Estamos viviendo una crisis sin precedentes, el gobierno sigue insistiendo con el acuerdo con el FMI, que produce más pobreza, universidades nacionales paradas, política de especulación financiera por sobre la productiva sin generarse trabajo digno ni producción” dijo el dirigente.
“Convocamos a un paro como continuidad del paro del 25 de junio para frenar el ajuste económico y el fuerte golpe que se le quiere seguir dando a los derechos de los trabajadores y trabajadoras en la Argentina”, anunció.
Para el Secretario general de la CTA Autónoma, “con la realidad que estamos viviendo el paro ya tendría que haberse realizado. Para colmo el gobierno anuncia que la situación que se viene será peor que la que se vivió. Por eso hay que pararlos ahora antes que nos quedemos con las hilachas del país”.
Micheli criticó el modelo de especulación financiera que impulsa el Gobierno de Macri: “el impacto de la inflación es gravísimo, el aumento del dólar genera más pobreza y esta política económica genera cada vez más falta de trabajo, con PyMES en situación crítica. En Argentina no hay inversión porque un empresario en vez de poner la plata en la producción, la pone en la especulación financiera. Es más redituable invertir en los bonos o la compra del dólar que invertir en una fábrica que además están muy castigadas por los tarifazos en la luz, gas y agua”.
Para el dirigente, “El gobierno no se equivoca. Tiene un plan del que está enamorado que es la especulación financiera. El presidente es cínico al decir que él conoce la pobreza. Todo esto amerita una contundente respuesta del movimiento obrero de seguir luchando y en unidad”.
Panorama energético
En el contexto del Congreso anual de la FeTERA, José Rigane, Secretario General de la Federación criticó la política energética del Gobierno: “la dolarización de las tarifas y la quita de subsidios produjeron tarifazos y pobreza energética nunca antes visto. Con la devaluación del peso, las tarifas son cada vez son más caras. De esta manera, se está privilegiando el extractivismo garantizándole a las empresas extranjeras precios que no existen en otras partes del mundo”.
Rigane dijo que la salida es “nacionalizar la energía, preservar los recursos y la soberanía para que la energía no sea un bien de lujo, sino de acceso para todos los habitantes. Se debería socializar la propiedad de la energía pero sabemos que este gobierno no lo va a hacer porque privilegia las ganancias de las empresas energéticas extranjeras por sobre los intereses de los argentinos.
En ese contexto, explicó que los trabajadores de la energía tienen un rol clave: “debemos explicar de la mejor manera lo que genera este esquema energético, que profundiza la pobreza y no posibilita el acceso en el futuro a recursos básicos que garantizan la vida digna. Debemos hacer una transformación del modelo, que no puede estar basado en la privatización, por uno de recuperación del patrimonio, defensa de la soberanía y producción nacional”.
Rigane dijo que la salida es “nacionalizar la energía, preservar los recursos y la soberanía para que la energía no sea un bien de lujo, sino de acceso para todos los habitantes. Se debería socializar la propiedad de la energía pero sabemos que este gobierno no lo va a hacer porque privilegia las ganancias de las empresas energéticas extranjeras por sobre los intereses de los argentinos.
En ese contexto, explicó que los trabajadores de la energía tienen un rol clave: “debemos explicar de la mejor manera lo que genera este esquema energético, que profundiza la pobreza y no posibilita el acceso en el futuro a recursos básicos que garantizan la vida digna. Debemos hacer una transformación del modelo, que no puede estar basado en la privatización, por uno de recuperación del patrimonio, defensa de la soberanía y producción nacional”.