El martes 2 de abril de 2019 se cumple el 37° aniversario del comienzo de la Guerra de Malvinas, uno de los hechos más nefastos de nuestra reciente historia nacional.
Aquel día, de 1982, las novatas e inexpertas tropas argentinas desembarcaron en el archipiélago, enviadas por la decisión de la Dictadura Militar, en ese momento a cargo de Leopoldo F. Galtieri, que buscó con esa acción, sobrellevar la pésima gestión económica, política y social que atravesaba el Gobierno de facto.
La Guerra de Malvinas se transformó para todo el pueblo argentino en una fecha de dolor y homenaje. 649 muertos en el conflicto y centenares más que padecieron las secuelas de esa experiencia, son recordados cada año para esta fecha en todo el país.
Desde nuestro Sindicato, queremos no sólo recordar esta fecha y homenajear a esos compatriotas, que sin sentido y comandados por militares genocidas, son las principales víctimas de un conflicto que no debería haber sucedido nunca en esas circunstancias. Acompañamos la lucha que cada uno de los Ex Combatientes hace por políticas y acciones concretas para reparar una parte del gran daño que sufrieron al ser obligados a acudir a esta Guerra.
También debemos remarcar, a pocos días del 24 de Marzo y el 43° Aniversario del comienzo de la más nefasta y asesina de todas las dictaduras que sufrió nuestro país, que ambos hechos son resultado de un modelo internacional implementado en toda América Latina en los 70 y 80: el Plan Cóndor, desarrollado por Estados Unidos para subsumir a nuestros países en un oscuro período de dictaduras, desapariciones, torturas y sometimiento económico.
Hoy, con el desarrollo de una nueva fase del modelo neoliberal bajo gobiernos pseudo democráticos y antipopulares, Argentina y la gran mayoría de los países hermanos somos nuevamente víctimas de planes de ajuste, desocupación, achicamiento del Estado, dependencia económica y endeudamiento internacional.
Vivimos una nueva fase del Plan Cóndor que hoy tiene en los roles de gobierno a los representantes directos de los sectores del poder concentrado que se beneficiaron durante las décadas de 1970 y 1980, con el acompañamiento del aparato comunicacional concentrado y la complicidad de una justicia que le deja hacer.
La crisis actual no puede ser disociada de la Guerra de Malvinas. El reclamo legítimo y justo por la soberanía sobre nuestras Islas, debe ser sostenido por todas las vías posibles, diplomáticas y pacíficas. Pero la lucha de fondo es por la verdadera y total independencia de nuestro pueblo, la soberanía nacional y el desarrollo de un modelo de inclusión y crecimiento para toda la sociedad.
Recordamos y homenajeamos a nuestros compatriotas caídos en Malvinas. Y luchamos con las herramientas de la movilización popular, por el fin de la dependencia y el ajuste económico y social.
Mar del Plata, 2 de abril de 2019