El 30 de diciembre se publicó la Resolución 436/2021 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, a través de la cual se daba por concluida la Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto “Campaña de Adquisición Sísmica offshore Argentina; Cuenca Argentina Norte (Áreas CAN 108,100 y 114)», presentada por la empresa noruega Equinor, autorizándola a realizar exploraciones sísmicas en los bloques de la Cuenca Argentina Norte 108 y 114.
Más allá que desde mediados del 2021 Organizaciones y personas autoconvocadas comenzaron a manifestarse en contra de la posibilidad de la instalación de estos proyectos, fue a fin de año cuando masivamente la sociedad tomó contacto de estas iniciativas y empezó a informarse y movilizarse.
El Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata, junto a nuestra Federación, FeTERA, tiene una extensa tradición, desde hace más de 20 años, luchando, concientizando e informando a trabajadores/as, y a la población en general, de la necesidad de otro modelo energético, totalmente diferente y alternativo al vigente, que pone el eje en la extracción de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) para sostener un sistema capitalista cada vez más voraz, donde el 20% de la población mundial consume el 80% de la energía generada, se favorece la concentración de la riqueza, la reprimarización de la economía y destina a la pobreza a millones de personas en todo el mundo
Como Organización sindical, clasista e independiente de los gobiernos, patrones y empresas, luchamos por nuestros derechos sindicales y laborales pero también por los de la clase obrera en su conjunto y por el desarrollo soberano nacional.
El actual sistema capitalista neoliberal pone el eje en el consumo extremo y el extractivismo como único objetivo de vida y sinónimo de crecimiento. Por eso, hablar de nuevas extracciones petroleras para lograr una soberanía económica y energética es una falacia rotunda y una contradicción.
En este contexto, donde la sociedad masivamente salió a las calles para rechazar los proyectos de desarrollo petrolero en altamar, creemos que es necesario dar un debate profundo para de una vez por todas cambiar el rumbo del actual modelo energético. No sólo por necesidad, si no como una obligación antes de que sea demasiado tarde.
EXTRACTIVISMO PARA PAGAR DEUDA EXTERNA
Nuestro país se encuentra profundamente endeudado con los organismos de crédito mundiales, principalmente con el Fondo Monetario Internacional, producto del gobierno de Mauricio Macri. Hoy, la Argentina no tiene capacidad de pagar esa deuda adquirida, por eso surge la necesidad de adquirir grandes proyectos que puedan generar los dólares necesario para afrontar esos compromisos. La exportación de materias primas o de proyectos no sustentables como única alternativa para costear la deuda externa ilegítima.
Además, estas exploraciones se realizarán por empresas extranjeras y las ganancias seguramente serán para estos inversores, tal como sucedió con Chevron en Vaca Muerta, pero el riesgo ambiental, social y humano lo sufrirá nuestro pueblo.
¿DESARROLLO PARA QUIÉN?
En una reciente publicación, el Centro de Graduados y Graduadas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN ) de la Universidad Nacional de Mar del Plata manifiesta: «La necesidad de inversiones es una realidad para nuestro país, pero es necesario pensarlas en un contexto de cambio de paradigma. Necesitamos generar nuevas inversiones tecnológicas que impliquen un cese en la utilización de combustibles fósiles para dar lugar a las energías renovables. Tenemos el territorio y los recursos ambientales para lograrlo, además de una gran capacidad técnica y científica. Necesitamos la decisión política».
En dicho documento, titulado «Análisis y posicionamiento ante la posibilidad de nuevas plataformas extractoras de petróleo offshore», los y las investigadoras expresan que «actualmente, el desarrollo continua en los andariveles donde se ejecuta a la naturaleza de forma fragmentada convirtiéndola en recursos de utilidad. Esto refuerza el desarrollo pensado en función del mercado. Es inminente e imperioso un crecimiento y desarrollo de la Argentina como de la región en su conjunto. El desarrollo debe orientarse definitivamente para asegurar la mayor justicia social y ecológica. Este nuevo paradigma permitirá un nuevo vínculo entre nosotros, y para con nosotros, como de la naturaleza de la cual somos parte. Indefectiblemente esto requerirá una discusión y accionar político amplio, maduro y responsable como nunca se dio hasta hoy. La extracción de petróleo refuerza un mecanismo de desarrollo económico y social que no atiende a la sustentabilidad y sostenibilidad en cualquiera de sus formas. Es necesario dejar de recorrer los mismos caminos que no han logrado mejorar la sociedad en su conjunto y que solo lo han hecho minoritariamente y en detrimento del ambiente».
TRANSICIÓN ENERGÉTICA
En la actualidad los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) proveen el 80% del total de energía que utilizamos a nivel mundial, mientras que el resto de las fuentes como la eléctrica (eólica e hidroeléctrica) y la nuclear, sólo aportan el 20% restante. El petróleo sigue siendo la principal fuente de energía a nivel mundial, representando el 30% del total que se utiliza anualmente (unas 14.000 millones de toneladas de petróleo) aunque se estima que en pocas décadas se agote.
A pesar de que cada vez hay más signos de que los combustibles fósiles están llegando a los topes máximos mundiales de extracción y que muchos países productores se encuentran en declive productivo (se sostiene que el petróleo de mayor calidad llegó a su máximo nivel mundial productivo en 2006 según la Agencia Internacional de la Energía) se sigue insistiendo en la exploración y la explotación de nuevos yacimientos petroleros como sinónimo de desarrollo.
Es imperioso que se revierta esta mirada hacia una política a largo plazo para modificar la matriz energética, hoy petróleo-dependiente, hacia energías renovables y sustentables. Hay una incipiente tendencia a este cambio que debe profundizarse: en agosto de 2021, el 24% de la demanda eléctrica del país se sustentó con parques eólicos, solares fotovoltaicos, plantas de bioenergía y pequeños aprovechamientos hidroeléctricos.
La transición energética no se trata sólo de dejar de lado los combustibles fósiles en favor de las fuentes renovables, sino también de producir energía de forma descentralizada, ecológica y democrática.
CONTAMINACIÓN DEL ECOSISTEMA MARINO
El «NO A LAS PETROLERAS» también tiene un sustento ecológico. Los combustibles fósiles que se queman cada año expulsan a la atmósfera aproximadamente 30.000 millones de toneladas de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero y partículas tóxicas, que profundizan el calentamiento global y la destrucción de la capa de ozono.
Además, la exploración petrolera offshore tienen un altísimo impacto ambiental en el ecosistema marino. Los proyectos aprobados en la Cuenca Atlántico Norte se instalarían en zonas consideradas corredores biológicos por su riqueza y diversidad. Las exploraciones sísmicas a través de bombas sonoras y las probabilidades de derrame de petróleo afectarían a toda la flora y fauna marina, afectando además las actividades de la costa, el turismo y la pesca.
Irene Rut Wais, científica e investigadora argentina, Licenciada en Ciencias Biológicas y miembro de la Academia Argentina de Ciencias del Ambiente, denunció que «las exploraciones sísmicas van a afectar enormemente la biodiversidad de la zona compuesta por gran cantidad de cetáceos, peces y flora marina. Como bióloga y ecóloga esto es lo que más me preocupa más allá de lo que significa la posibilidad de los derrames y la utilización del petróleo como matriz energética».
OTRO MODELO ES URGENTE
El cambio en la matriz debe consolidarse. La gran inversión que conlleva la exploración y explotación offshore, con empresas extranjeras, junto a las consecuencias ecológicas y sociales, y la dependencia de un recurso no renovable nos obliga a no seguir en la explotación petrolera y dirigir todos los recursos hacia un futuro renovable y sustentable.
Como dice el documento de los y las graduadas de la FCEyN: «No hay ninguna tecnología en el actual modelo de “progreso” basado en el crecimiento y el consumo, que permita mantener todo igual simplemente cambiando las fuentes de energía. Hay que cambiar el modelo social. El futuro tenderá a ser 100% renovable por el agotamiento de los combustibles fósiles, pero ese total debería ser bastante menor que el actual. Hay que producir menos. Se puede montar un sistema económico que garantice un buen nivel de vida, pero no orientado al crecimiento infinito del sistema. Es el momento de detenernos y cambiar el rumbo, social, ambiental y económico. Comenzar a revertir el vigente modelo de crecimiento, de desarrollo y las costumbres en que nos encontramos embebidos».
Como trabajadores y trabajadoras de la energía, nos convocamos a modificar el rumbo, individual y colectivamente, para seguir conservando nuestro planeta Tierra, nuestra casa. Para nosotros y las futuras generaciones. Es inviable la continuidad del actual modelo de consumo y desarrollo. La concentración de la riqueza, con pocas personas acaparando incalculables fortunas monetarias, a costa de la destrucción del planeta y la exclusión y empobrecimiento de miles de millones de personas en todo el mundo, es insostenible.
Reiteramos: no alcanza sólo con rechazar las petroleras en el Mar Argentino. Necesitamos ponernos rápidamente en acción, para generar un modelo de vida diferente, que garantice la vida digna de toda la población, sin destruir los recursos naturales de la humanidad.
SINDICATO DE LUZ Y FUERZA DE MAR DEL PLATA
Mar del Plata, 14 de enero de 2022.