A pocos días de las elecciones gremiales, conversamos con el Secretario Gremial de la Comisión Directiva saliente, Oscar Cardoso. Para hacer un balance de gestión y también un análisis de los últimos meses al frente de la Secretaría, antes del cambio de autoridades del Sindicato.
¿Qué balance hacés de la gestión como Secretario Gremial desde 2018 a la actualidad?
-Cuando arrancamos, en el 2018, empezamos a desarrollar todas las propuestas gremiales, que algunas venían de años anteriores. En el 2019, por cuestiones personales, me tuve que alejar del gremio y de la Secretaría durante casi todo ese año. Luego, hablando con Sebastián, me pidió que regrese porque me necesitaba y volví, dejando de lado cuestiones personales, encontrando una Secretaría Gremial bastante desarticulada, con pocas negociaciones en las Cooperativas y se empezó a re entablar el vínculo, la negociación de los Planteles. Mientras, fuimos armando un equipo de trabajo. Y aquí tengo que rescatar el trabajo de todos los compañeros que han colaborado mucho con la Secretaría.
Luego del fallecimiento de José Rigane -y con la llegada de la pandemia- se continuó trabajando de otra manera. Un compañero -Mario Rivarola- se jubiló y se alejó de las gestiones, y a otro compañero se le cortó el permiso gremial porque no trabajaba orgánicamente con la Comisión Directiva, no respetaba los acuerdos y los cargos de la organización. Tanto en el trabajo como en el Sindicato hay que respetar los cargos y las jerarquías establecidas, como lo marca el Estatuto, y respetar las responsabilidades de cada rol.
¿Cuáles fueron los principales logros?
-Con mis limitaciones técnicas y para la comunicación, pudimos realizar diferentes gestiones, resolviendo tanto los problemas puntuales de un compañero o los generales de algún sector de trabajo, hasta terminar con una gestión integral, trabajando en equipo y junto a los delegados para solucionar los problemas. Por ejemplo, en el Sector Químicos de la Empresa Centrales de la Costa, Central «9 de Julio», pudimos acordar un plantel y solucionar un problema que tenía seis o siete años de duración, logrando un buen acuerdo. Además, en esa Central se generaron varios ingresos largamente reclamados que, con la participación de los Delegados en las reuniones con la empresa, ese fue el contexto para solucionar problemas de larga duración.
¿Y quedan cosas pendientes?
-Sí, claro, quedan cosas que se tienen que ir solucionando y seguramente la nueva Conducción va a lograr buenos acuerdos. En este tiempo se habló mucho y se criticó nuestra falta de comunicación y difusión, pero en la Secretaría estuvimos trabajando todos los días para solucionar inconvenientes. Incluso en el contexto de la Pandemia estuvimos activos, a pesar de las limitaciones, manteniendo el Sindicato totalmente operativo.
¿Cómo tomás las renuncias que se dieron en esta conducción?
-Quienes se fueron en el contexto de las discusiones internas, lamentablemente, no quedan muy bien parados, porque si en momentos difíciles no estás presente en la Organización, me pregunto ¿qué tarea podés asumir luego en una conducción del Sindicato?. Si uno no está convencido de la tarea que tenés que resolver, no estás respetando a tus compañeros de Comisión Directiva y a tus compañeros de trabajo.
Me genera mucho dolor. Creo que, como trabajador, la chapa no se gana gritando o enojándote en los lugares de trabajo. Acá no estamos para resolver cuestiones personales. Yo llegué como trabajador y hoy sigo presente, a pesar de que podría estar en mi casa más tranquilo.
Tenés una larga historia dentro del Sindicato…
-Sí pero yo no quiero el agradecimiento. Esta casa la conozco desde que tengo cinco años, cuando mi padre entró como trabajador lucifuercista y nos dio todo a mi familia, nos mantuvo protegidos, con todos los derechos laborales, nos dio de comer y la salud a toda la familia. Luego mi familia también se formó acá dentro y hoy tengo dos hijos trabajando en las empresas y sus familias también son parte de este Sindicato. Creo que mi aporte es mínimamente lo que yo podía devolver por todo lo que este Sindicato me dio a mí. Hoy me toca dar un paso al costado, aportaré desde otro lugar en mi vida como jubilado y ayudaré en la medida que sea necesaria mi participación.
¿Cómo impactó la ausencia de José Rigane en la gestión gremial?
-El fallecimiento de José fue un golpe muy duro, pero debemos tomar lo mejor, aprender lo mejor que Él nos dejo y el mejor homenaje que podemos hacerle es cumpliendo las tareas dentro y fuera del Sindicato. No nombrarlo a cada rato y luego haciendo cosas distintas. Cada dirigente gremial tiene que dejar su aporte respetando la historia de este Sindicato y por una construcción hacia adelante. Respetar la memoria de los grandes líderes, como José o Tosco, es respetar a los compañeros, cumplir las tareas gremiales y estar convencido de lo que estás cumpliendo.
Para recordar a José hay que hacerlo trabajando, siendo honesto, un buen trabajador. Eso es fundamental y algo que a mí nadie me puede recriminar. Cumplí con mis tareas y responsabilidades en el trabajo y aquí dentro de la Secretaría Gremial dentro de mis posibilidades. Seguramente fallé en algo o quedaron cosas pendientes pero siempre con buena intención.
¿Te vas conforme de la tarea desarrollada?
-Me voy contento. Pudimos construir buenos vínculos con compañeros y compañeras que, más allá de las diferencias, se pudo trabajar en equipo demostrando que se puede en unidad.
Hoy vemos en la campaña que es muy fácil ensuciar a una persona, decir mentiras, decir que esta Conducción no estuvo funcionando, pero, más allá de las falencias, esta Comisión estuvo operativa siempre. Algunos compañeros estuvieron muy ajenos durante la pandemia, por eso no encuentro el sentido a esas acusaciones. Cuando insultan o agreden a un Secretario General están ensuciando a una Conducción en su conjunto y al Sindicato como organización.
¿Lo sentiste como una agresión institucional?
-En su momento quisieron pasar por arriba con este gremio, diciendo que estaba acéfalo y que había que convocar a elecciones. Mientras, que el Cuerpo de Delegados condujera el gremio. Los que estábamos acá no lo íbamos a permitir y se siguió trabajando y resolviendo problemas. Hoy estamos culminando este mandato con un Plan de Viviendas reflotado después de muchos años, el Hotel al que le faltan detalles para la inauguración, las obras en la Sedes de las Delegaciones, una Obra Social operativa. Por eso, más allá de los que se fueron, la Comisión Directiva de nuestro Sindicato siguió funcionando. Ahora algunos se presentan como una alternativa pero nos abandonaron cuando se tendrían que haber quedado para dar una mano. El compañerismo no es abandonar cuando las papas queman para salvarse uno. El compañerismo es acompañar hasta las últimas consecuencias y si fuiste elegido para algún cargo, hay que acompañar hasta las últimas ¿Quién me dice a mí que ese compañero que se fue, después no te pueda fallar en otro lugar de trabajo?.. y ¿qué confianza se puede generar con sus compañeros de trabajo?
¿Cómo ves las elecciones de este año?
-Creo que este año hay que votar analizando las opciones y no con la emoción de algunas declaraciones. La Conducción que asuma debe ser consciente que se vienen situaciones muy difíciles y que hay que ver la historia que ya vivimos, porque la historia se repite.
¿Por qué?
-En los años ’50 los militares intentaron las privatizaciones y no pudieron. Luego, en los ’70 con la Dictadura Cívico Militar, lo terminaron de hacer. Con el neoliberalismo se habla mucho de los Convenios y los derechos laborales como un estorbo, quieren trabajadores tercerizados, sin Convenio laboral. Por eso los trabajadores y trabajadoras tenemos que organizarnos, gane quien gane, en construir unidad mirando hacia el futuro.
Los empresarios quieren generar energía sin tener trabajadores convencionalizados, sin generación de empleo. Vemos achicamiento y destrucción de empleo. Hay un libreto que viene desde 1976 y cada diez años van cumpliendo distintos capítulos de ese libreto. Tenemos que ser inteligentes y empezar a construir en los lugares de trabajo para que el pasado no se repita. Si no nos unimos todos y todas, las empresas privatizadas van a avasallar todos los derechos laborales conseguidos con la lucha. Hay que sumar nuevos compañeros y compañeras, sin tantos gritos, y creo que la solución está por otro lado: ser un buen trabajador y eso va a generar que tengas buenos resultados y los compañeros te van a apoyar.