Hoy, 22 de agosto, se cumplen 50 años de la “Masacre de Trelew”, los fusilamientos de 19 miembros de distintas organizaciones armadas peronistas y de izquierda que, tras un fallido intento de fuga del penal de Rawson, fueron capturados y posteriormente asesinados en la Base naval Almirante Zar de Chubut, en 1972.
En aquel invierno, luego de una frustrada fuga masiva de presos políticos del penal de Rawson en la que sólo seis jefes guerrilleros habían conseguido volar rumbo a Chile, los demás fugados, luego de acordar condiciones y sin ejercer violencia, fueron detenidos en el aeropuerto de Trelew y remitidos a la Base naval Almirante Zar.
Los 19 detenidos eran Carlos Heriberto Astudillo (FAR), María Antonia Berger (FAR), Rubén Pedro Bonet (PRT-ERP), Alberto Miguel Camps (FAR), Eduardo Adolfo Capello (PRT-ERP), Mario Emilio Delfino (PRT-ERP), Alberto Carlos Del Rey (PRT-ERP), Ricardo René Haidar (Montoneros), Alfredo Elías Kohon (FAR), Clarisa Rosa Lea Place (PRT-ERP), Susana Lesgart (Montoneros), José Ricardo Mena (PRT-ERP), Miguel Ángel Polti (PRT-ERP), Mariano Pujadas (Montoneros), María Angélica Sabelli (FAR), Humberto Segundo Suarez (PRT-ERP), Humberto Adrián Toschi (PRT-ERP), Jorge Alejandro Ulla (PRT-ERP) y Ana María Villarreal de Santucho (PRT-ERP).
Ese 22 de agosto, cerca de las 3.30 de la madrugada, los 19 militantes encerrados en los calabozos fueron despertados con patadas en las puertas y a los gritos. El capitán Sosa, los tenientes Bravo y Del Real, el capitán Herrera, y los cabos Marandino y Marchant obligaron a formar dos filas en el pasillo, con la cabeza hacia el piso. Luego, abrieron fuego, descargando sus ametralladoras. Cuando finalizaron las ráfagas, quienes todavía estaban vivos fueron rematados con tiros de gracia.
Pese a ello seis lograron sobrevivir al fusilamiento (Berger, Haidar, Camps, Polti, Kohon y Bonet). Luego de varios minutos de estar en el piso desangrándose sin recibir atención médica, fueron llevados en camillas hacia la enfermería, donde se les dejó horas sin atención, esperando que muriesen. Kohon y Polti fallecieron durante la mañana y Bonet al mediodía, rematado con un tiro en la cabeza.
Berger, Haidar y Camps sobrevivieron y dieron el testimonio clave de la masacre, relatando los hechos en conferencias, entrevistas y declaraciones judiciales. Los tres siguieron luchando en sus organizaciones y fueron asesinados durante la última dictadura militar.
La masacre de Trelew fue el primer ejercicio donde se puso en marcha todo el aparato del Estado para imponer el terror: se puso en práctica su maquinaria de muerte, mentira y terror. Se masacró, se generó el terror, se ocupó militarmente Trelew y la región, y se creó una versión de la historia que culpabilizaba a las víctimas. Luego en 1976, el Golpe de Videla, Massera y Agosti, tendría su continuidad.
Recién 40 años después, el 15 de octubre de 2012 el Tribunal Federal de Comodoro Rivadavia resolvió condenar a prisión perpetua a Emilio Del Real, Luis Sosa y Carlos Marandino como autores de 16 homicidios y tres tentativas y declarar a los crímenes cometidos en 1972 de “Lesa Humanidad”.
TRELEW HOY
Recorrer hoy el Espacio de Memoria donde funcionó el viejo aeropuerto de Trelew es recuperar los ideales de aquellos compañeros y compañeras que fueron encarcelados y fusilados por su militancia política y social. En 1972 el pueblo de Trelew se levantó masivamente contra la represión y la persecución y fue un ejemplo de resistencia que debemos reivindicar.
A 50 años de aquellos hecho, la lucha sigue. La masacre de Trelew es parte de nuestra historia. Debemos hacer que definitivamente sea parte de nuestra memoria, como impulso vital para luchar por una sociedad distinta, justa y liberada, la que buscaban construir aquellos militantes.