A 47 años del Golpe Cívico-Militar-Eclesiástico.
Este 24 de Marzo Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia se conmemora en todo el país el 47º aniversario del comienzo del último Golpe de Estado que sufrimos en Argentina. El Golpe Genocida instaurado a partir del 24 de marzo de 1976 fue el Golpe del «Plan Cóndor», de las multinacionales y del Liberalismo económico.
Las consecuencias fueron 30 mil compañeros y compañeras Desaparecidos, persecución política, ideológica, miles de exiliados y el desmantelamiento de toda una generación de militantes sociales, políticos y sindicales.
En nuestro continente, la Dictadura, además, sentó las bases para el desarrollo de un modelo Neoliberal que aún hoy sigue vigente, económica, política, y culturalmente.
Estos últimos años se caracterizaron por un aumento de las tendencias de extrema derecha que no sólo hacen peligrar la continuidad de nuestra vida democrática sino que además ponen en riesgo la supervivencia de aquellos que pensamos que la militancia y la defensa de los derechos es el mejor modo de defender a nuestro pueblo.
La instalación en la agenda política y mediática de discursos cargados de odio caracterizados por el negacionismo, busca reivindicar aquellas acciones del genocidio e invalidar las políticas de derechos humanos.
Estos discursos contienen mensajes de profunda discriminación y a través de los medios de comunicación hegemónicos alientan la peor violencia social e institucional en democracia.
La Dictadura Cívico-Militar-Eclesiástica consolidó una fuerte relación con el FMI al estatizar la deuda privada de los empresarios. Desde entonces, fueron los ciclos de sobre endeudamiento los que han puesto un freno a los procesos de desarrollo en nuestra nación. Sabemos que los últimos años no fueron fáciles para los sectores más postergados de nuestro país y para gran parte de la clase trabajadores. Nuevamente nos encontramos negociando con organismos multilaterales de crédito que socavan nuestra soberanía y nos quieren imponer condiciones que exigen un brutal ajuste para su cumplimiento. Reiteramos que la deuda no puede pagarse con el hambre y sufrimiento de nuestro pueblo.
Las Organizaciones sociales, sindicales y populares seguimos levantando las banderas del NUNCA MÁS. Porque sabemos que para comprender el presente necesitamos tener Memoria y conocer nuestra historia.
Hoy más que nunca, convocamos a las nuevas generaciones a recordar y retomar los ideales de aquella generación que nos marcó el camino de lucha y de defensa de la soberanía, los derechos, el trabajo y la industria nacional.