Este 8 de Octubre de 2017 nuestro Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata cumple 74 años de existencia. Toda una vida y un largo camino recorrido en la historia del Movimiento Obrero Argentino.
El nuevo Aniversario, nos muestra la vigencia y la fuerza que tuvieron aquellos precursores que crearon esta Organización, quienes en algún momento, enfrentando todo tipo de adversidades, tuvieron la decisión de desarrollar organización en función de la necesidad del conjunto de los trabajadores. Aquel 8 de Octubre de 1943, formalmente, comenzaron un camino que no fue sencillo, que por momentos tuvo etapas de claro desarrollo y por otros, hubo períodos de adversidades significativas que fueron en contra de lo que toda organización sindical debe procurar como objetivos fundamentales: lograr mejores condiciones de vida, la más amplia representación y, principalmente, ser un instrumento de transformación del conjunto de la sociedad a la que pertenece.
Aquellos precursores, que pusieron todos sus esfuerzos, e inclusive su vida en riesgo para llevar adelante esta Organización, seguramente hoy, si pudieran evaluar el presente, se asombrarían que después de 74 años de vida, el conjunto de la clase obrera estuviese transitando momentos como el que nos toca vivir, donde, con total impunidad, desde las altas esferas gubernamentales, se despotrica contra los derechos de los trabajadores -y contra las instituciones que los agrupan- y se inhabilita el desarrollo de esos derechos.
Mayor sorpresa tendrían aquellos compañeros al observar que, a pesar de los años transcurridos, hoy nos seguimos debatiendo en exigir medidas contra la pobreza y la indigencia, luchar contra la flexibilización, la precarización, las jornadas laborales de 12 o 14 horas y contra las políticas de ajuste a los trabajadores. En definitiva, nos seguimos debatiendo contra la falta de justicia y por lograr un salario que permita llegar a fin de mes, que es mucho menos que aspirar a vivir con dignidad.
En este momento de fragmentación que vive la clase trabajadora, se hace imprescindible la mayor unidad posible. No es cierto que ganar las calles y realizar movilizaciones, configuren hechos de la prehistoria que deberíamos dejar atrás. Cuando el presente nos trae como única oferta del sistema capitalista la supeditación, el enajenamiento, la salida individual y la nula solidaridad de la clase, es ineludible tomar las calles para oponerse masivamente y en unidad, contra estos objetivos.
FALTA DE LIBERTAD SINDICAL
Estamos en una Argentina en la que la falta de libertad y democracia sindical sigue siendo la esencia. En donde los canales de televisión y las radios del país llenan sus espacios con los malos ejemplos de algunos dirigentes del movimiento obrero, con la principal intención de mostrar que el mejor sindicato es el que no existe. La no existencia de los sindicatos, conducidos por dirigentes honestos y representativos de sus trabajadores, en la práctica significaría la desaparición de la lucha gremial, que es la única herramienta para garantizar que esta nueva crisis del sistema capitalista no la paguemos, como siempre, los trabajadores.
Así como en los ´90 trataban de hacernos creer que con las privatizaciones llegaba el ingreso al Primer Mundo y nos bombardeaban discursivamente con conceptos grandilocuentes, la práctica demostró todo lo contrario. Hoy, nuevamente es imprescindible comprometernos en luchar por la transformación. Para poder hacerlo, resulta necesario no dejarse encandilar por las iniciativas políticas neoliberales que sólo buscan el mayor beneficio para los grupos multinacionales, los que, sin ganar ninguna elección, dirigen los destinos de la Argentina, de muchos países de Nuestra América y de gran parte del Mundo.
Son ellos quienes no acatan los fallos de la justicia a favor de los derechos de las organizaciones sindicales, con la mirada cómplice de las autoridades políticas. La ausencia de libertad y democracia sindical es un horizonte deseado por el poder político y económico para avanzar, sin oposición, contra los derechos de los trabajadores.
SINDICALISMO PATRONAL
Estos 74 años de Luz y Fuerza Mar del Plata continúan en la coherencia de confrontar no sólo contra el poder de las corporaciones empresariales, sino también contra aquellos sectores que se definen como “Sindicatos” pero son una pata más del poder de la patronal. El sindicalismo pro patronal, que pacta la pérdida de derechos de los trabajadores -que debería defender-, es un instrumento más de la burocratización de algunas organizaciones sindicales. El único objetivo de estos Sindicatos y Federaciones, es regalar conquistas, “transar” con los empresarios y desprestigiar la imagen de la organización de los trabajadores, como acaba de acontecer con la FATLYF, al oponerse sin razón alguna al otorgamiento de la Personería Gremial a FeTERA.
REFORMA IMPOSITIVA Y PREVISIONAL
Hoy, los voceros de los sectores empresarios del país, instalaron en la agenda pública la urgente necesidad de una reforma impositiva y previsional como condición indispensable para que llegue la “lluvia de inversiones”. El lobby empresarial logró sus frutos porque los funcionarios ya dan por sentado el hecho de avanzar en ese camino. Pero más allá de discutir qué tipo de reforma se necesita, si es que fuera necesaria, lo que sí sabemos es que luego de las elecciones se avanzará en un proyecto que no tendrá ningún beneficio para los trabajadores. Todo lo contrario, sabemos que esa reforma buscará bajar “los costos laborales” para garantizar la mayor rentabilidad posible al empresariado y extender la edad jubilatoria en hombres y mujeres. Para el sistema capitalista, los “costos laborales” son los derechos de los trabajadores, nuestras históricas conquistas, ganadas en décadas de lucha y organización.
Debemos estar atentos y atentas porque, detrás de un discurso maquillado de “gradualismo”, están haciendo “lo que hay que hacer”, pero en beneficio de los sectores concentrados.
PARTICIPACIÓN Y COMPROMISO
Por último, debemos volver a destacar que al Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata, lo hacemos todos y todas, todos los días, en el gremio, en los lugares de trabajo, en la calle y en nuestros hogares. A lo largo de estos 74 años, hemos atravesado decenas de dificultades, golpes, situaciones complejas, internas y externas. Pero siempre nos levantamos y nos fortalecimos.
Por eso debemos volver a remarcar que a esta histórica organización gremial no la hace un dirigente, ni una conducción, ni siquiera una agrupación. Luz y Fuerza Mar del Plata somos cada uno de los trabajadores y las trabajadoras que la integramos.
Sabemos que muchas veces es complejo convocar a los más jóvenes a la participación activa. Pero seguimos insistiendo, porque ellos son los que tienen que tomar las banderas y llevarlas mucho más alto de lo que pudimos haberlas llevado hasta ahora.
Sabemos que nuestras dificultades no sólo tienen que ver con las diferentes políticas gubernamentales, sino también con las políticas que tienen las empresas, que van en búsqueda de la cooptación de los compañeros, tratando de demostrarle que el mejor camino es ponerse la camiseta de la empresa y no de la organización sindical. Hay que hacer el esfuerzo, tener paciencia y tratar de mostrar el camino a los jóvenes para que comprendan que nadie les va a regalar nada. Que si no somos capaces de estar unidos, de organizarnos, de tener convicción, de jugarnos, no va a ser posible sostener derechos, convenios colectivos y ambientes de trabajo genuinos. La unidad de todos y todas es necesaria. Y la convocatoria a la participación es imprescindible, porque los derechos se ganan, pero también se pierden, en los lugares de trabajo.
En este marco, aprovechemos la fecha para celebrar, para encontrarnos y brindar. Pero también para mirar hacia atrás el largo camino recorrido y poner la vista en el futuro, sin descuidar el presente.
SINDICATO DE LUZ Y FUERZA DE MAR DEL PLATA