No cabe dudas, es una costumbre argentina, que cada fin de año lo vivamos de una forma intensa. Siempre presente los avatares políticos y económicos, pero en esta oportunidad es particularmente importante para nuestro gremio y la clase trabajadora en su conjunto.
A lo largo del año que se extingue no bajamos la guardia en ningún momento ante los embates de las patronales envalentonados por un gobierno que les “guiña” el ojo permanentemente. Pero este fin de año asistimos a un agresión de porporciones como hace mucho años que no vivimos hacia los derechos laborales y previsionales. Muchos Cr@s., que legítimamente votaron al oficialismo actual, estaban incrédulos ante las advertencias del rumbo final que tomaría el Gobierno. Pues ahora el velo se ha corrido y el Gobierno hizo trizas su promesa electoral explícita, que todos vimos en televisión y redes sociales, de que no le iban a sacar nada a nadie, que no iban a echar trabajadores, que no iban a flexibilizar, que no iban a afectar a los jubilados Y QUE IBAN A CONSENSUAR Y DIALOGAR CON TODOS LOS SECTORES. Pues las pruebas están a la vista ya que intentó aprobar un paquete devastador en sesiones extraordinarias aprovechando el período de vacaciones y al mismo tiempo que “negociaba” con los gobernadores, que canjearon dinero por entregar derechos de la clase trabajadora, para que los senadores de cada provincia fueran presionados a levantar la mano. Afortunadamente el pueblo reaccionó, y al margen de los inadaptados y los “servicios” que provocaron destrozos, hizo saber a través de magníficos actos de protesta su desaprobación al quebrar el gobierno su promesa electoral.
Levantemos las copas, brindemos y saludémonos fraternalmente conscientes de que pertenecemos a la clase trabajadora, a la que nunca nadie le regaló los derechos que a lo largo de nuestra historia supimos conseguir, construir y arrancar. Disfrutemos del remanso de las festividades de Navidad y Año Nuevo, “recarguemos las pilas” porque inmediatamente deberemos estar listos para enfrentar la “reforma” (precarización) laboral y a una patronal (especialmente EDEA S.A.) ávida por implementar todas las medidas flexibilizadoras y tercerizadoras que pueda, para devastar el convenio 36/75, el acta acuerdo y si es posible llevarnos a lo más básico, inclusive tratando de desconocer la Ley de Contrato de Trabajo, como hace EDEA S.A. declinando permanentemente las instancias conciliación del Ministerio de Trabajo. Es por ello que en Centrales de la Costa (al tener control del Gobierno de la Provincia) tendremos que estar atentos para que estas políticas que se bajan del Gobierno Central no se instalen en un ámbito en el que todavía se puede dialogar.
El que no lo quiera ver, continuará atentando contra sus propios intereses.
p./ Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata.-