Por José Rigane (FeTERA – CTA Autónoma – Luz y Fuerza Mar del Plata)
Ayer, 24 de junio, se conoció que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos no dio lugar al pedido de YPF y del Estado argentino por la jurisprudencia en el juicio por la reestatización del 51% de las acciones de YPF, realizada 2012. La intención de la empresa y el Estado argentino era trasladar el juicio al país. El juicio se llevará a cabo en los Estados Unidos. Toda una metáfora neoliberal.
Por su parte, el fondo especulativo Buford (hoy dueño del juicio, ya que se lo compró a Marsans) minutos después de conocerse el dictamen de la justicia de Estados Unidos, vendió el 10% del juicio en US$ 100 millones. Buford había comprado en US$ 15 millones el 100% del juicio. Al día de hoy, este fondo especulativo que tiene atrapado a YPF vendió el 40% del juicio en US$ 235 millones. Esto quiere decir, que comprando y vendiendo parte de esa demanda este fondo obtuvo una ganancia de 1.500%. En el neoliberalismo todo se compra, todo se vende.
La Argentina es el país con más demandas de inversores extranjeros en juicios y tribunales internacionales de América Latina y el Caribe. En total, tiene 61 demandas iniciadas por fondos de inversión.
Aunque estemos un poco acostumbrados, estas noticias sobre juicios en Estados Unidos a YPF y a otras empresas del país (como el reciente fallo del CIADI de Aerolíneas Argentina que tuvo que pagar US$ 235 millones) en tribunales internacionales es producto de las políticas neoliberales que el país firmó en la década del 90 y continúa avalando aún hoy.
Cuando hablamos de la necesidad de recuperar la soberanía nacional estamos hablando, entre otras cosas, de juicios como este.
YPF, la empresa más grande del país, está en la justicia de EE.UU., donde casi seguramente nuestro país será “condenado” a pagar más de 3.000 millones de dólares. En total, se cree que la Argentina tendrá que pagar más de 20.000 millones de dólares por todos los juicios que tiene en tribunales internacionales y por fondos especulativos en el mundo.
¿Cuántos programas de ayuda social y contra el hambre se pueden implementar en la Argentina con ese dinero?
Necesitamos soberanía sobre nuestros recursos naturales, sobre nuestras empresas, sobre nuestras políticas. De lo contrario, seremos “condenados” una y otra vez (por responsabilidad de los inversores extranjeros y los cómplices locales) a pagar millones y millones de dólares, condenando a nuestro pueblo a más hambre y pobreza.
Por soberanía nacional y otro modelo energético que no esté basado en la extranjerización y las privatizaciones.