Ayer se cumplieron 20 años del comienzo de la recordad «Marcha Grande». El 26 de julio de 2000 (día del aniversario de la muerte de Eva Perón) desde Rosario, una de las ciudades más castigadas por la desocupación, que llegaba al 15,4%, más de 300 trabajadores y trabajadoras comenzaron un recorrido a pie hasta Capital Federal para reclamar el fin del hambre en Argentina.
Organizada por la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), la Marcha realizó escalas en Villa Constitución y San Nicolás, centros fabriles que habían sido convertidos en capitales de agencias de remises tras los continuos ajustes de las acerías Somisa y Acíndar.
La Marcha tuvo como objetivo impulsar la recolección de firmas que avalaran la iniciativa popular por la creación de un Seguro de Empleo y Formación.
Los 319 caminantes de la CTA que recorrieron más de 300 km a pie durante 15 días, recolectaron más de 400.000 firmas apoyando la propuesta que consistió en: 380 pesos para Jefas y Jefes de familias desocupados y un salario familiar de 60 pesos por cada hijo, para todos los Trabajadores y Trabajadoras.
La militancia y el compromiso de todos los movimientos sociales, Docentes y Trabajadores del Estado permitieron que culminara en un acto masivo frente al Congreso de la Nación.
Este acto se realizó el 10 de agosto del 2000, con una gran movilización que tuvo su momento culminante frente al Congreso, ante miles de personas.
La gente comenzó a gritar: «¡Luche CTA, luche CTA!» y desde la columna de caminantes que ingresaba les respondieron: «¡Pan, trabajo, ajuste al carajo!». Al finalizar el acto en la Plaza Congreso se presentó un proyecto de resolución ante la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara Baja.
Nuestro Sindicato, junto a la FeTERA, impulsados por José Rigane, tuvo un rol protagonista en aquellas jornadas.
Así lo mostramos en nuestra revista Ocho de Octubre, N°177