El próximo domingo, al cumplirse un año de la multitudinaria marcha sobre el Puente Libertador General San Martín en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú, trabajadores de las CTA porteña, bonaerense, correntina y entrerriana participarán de una nueva convocatoria de la Asamblea Ciudadana Ambiental de esa ciudad para marchar sobre este puente que une la Argentina y el Uruguay. Juan González, secretario de Integración de la Central e integrante del espacio “El Río nos une”, escribe aquí sobre el carácter de esta acción.
Recuerdo un conflicto en mi pueblo, de hace unos cuantos años, que estoy seguro se asemejará a otros cientos, tal vez con diferentes dimensiones.
El tema es que, un pequeño municipio que vivía del turismo alrededor de un gran lago, con playas, actividades acuáticas, muy buena vegetación y un saludable ambiente natural, un día, vio como, en las márgenes de enfrente, se instaló una chanchería. Criadero y matadero. Imagínense el olor y el uso de la laguna, el consumo y los desechos. A partir de esto todo cambió. Ya el pequeño paraíso dejó de serlo. Y fundamentalmente cambió la vida del pueblo y su laguna.
Por supuesto que hubo protestas, pero era tiempo de Dictadura y la chanchería estaba “protegida”. Entonces no había derechos, sólo la ley impuesta, siempre acorde con los “intereses del poder”.
Las papeleras – en realidad pasteras de celulosa – son industrias llamadas mundialmente “basuras o sucias”. Son contaminantes, aquí y en Finlandia, del aire, de la tierra y del agua. Despiden olor a “huevo podrido”, que se huele a kilómetros y sus desechos van al agua. Aún con la mayor tecnología, que aumenta los costos de producción, sólo se logra disminuir estos efectos.
BOTNIA y ENCE serán, juntas, el mayor complejo mundial de pasteras de celulosa. Son Multinacionales que de Europa vienen a instalarse en Fray Bentos, Uruguay. ¿Cómo eligen estas empresas dónde instalarse? Simple. Donde logran mayores ganancias. Este es el motivo de la política que nosotros los argentinos conocemos muy bien: el del “libre mercado” y el “libre comercio”. Que significa crear las condiciones para hacer más y mayores “negocios”.
¿Por qué vienen a nuestra región a instalarse? Justamente porque es un gran negocio que viene siendo planificado desde hace veinte años, con grandes plantaciones de Pinos y Eucaliptos (subsidiadas por los Estados). De las cuales estas empresas son las mayores propietarias, garantizando así la materia prima barata, pues son los fijadores de precios. También vienen por la mano de obra barata, puesto que los costos laborales son muchísimos más bajos que en sus países de origen. Menor costo de producción por menor exigencia tecnológica; menor capacidad de control; exención impositiva (zonas francas) y protección a las inversiones (como a la chanchería).
Para entenderlo basta saber que por cualquier motivo, hasta por manifestaciones, las pérdidas deben ser indemnizadas por el Estado, es decir por el pueblo. ¿Algo más? Si, podemos agregar que las “inversiones” son vía endeudamiento (créditos bancarios). Pero claro, algunos dirán que es deuda externa privada. Pero basta con recordar la “estatización” de la deuda privada hecha por Cavallo en el 82. ¿Qué ahora no es posible? Sí es posible y mucho más, gracias a la Ley de Protección a las Inversiones.
Esto no es nuevo ni novedoso, nosotros sufrimos esta política de “auto liberalización del mercado” en los 90, con el discurso de la Revolución Productiva de ingresar al primer mundo. El resultado fue y es mayor riqueza de estos grandes grupos económicos financieros. Pero además con la mentira de la inversión, porque en definitiva entregamos nuestras riquezas a cambio de papeles de la deuda externa, que, oh paradoja, también se llamaban “papeles basuras”. Podemos analizar esta realidad con Aguas Argentinas, Aerolíneas, Correos, “La Lumbrera”, hasta llegar a Repsol.
Pero además, lo más importante es preguntarnos ¿qué pasó con la vida del pueblo? Y la respuesta es contundente: cambió. Estamos más pobres y enfermos, ni hablar de la desocupación y la calidad de los empleos. En definitiva esta es la política de la Desigualdad que Mata.
¿Qué hacemos? Por todo esto luchamos contra el ALCA, los TLC y las políticas de “libre comercio”. Nuestra gran oportunidad es construir otra política cuyo objetivo sea valorar la vida de los pueblos con los procesos de integración regional, asumiendo la esperanza y el desafío de hacer el MERCOSUR o la Comunidad Sudamericana de los Pueblos.
Pero, más allá de lograr una revolución en serio, lo primero es respetarnos como pueblos a convivir. Y si compartimos una laguna, un río, un hábitat, debemos consensuar la convivencia, los derechos a decidir cómo vivir donde vivimos. Gualeguaychú es un pequeño paraíso, donde el pueblo vive con su naturaleza y de su ambiente, principalmente del turismo.
Por la lucha no estamos en tiempo de dictaduras y no se puede imponer la chanchería. Hoy hay leyes que nos exigen el consenso para convivir, como el Tratado del río Uruguay. Y si los que deciden no pueden o no se animan a cambiar en serio, por lo menos las industrias “basuras” deben ser instaladas donde hagan menos daño. Por esto, la lucha del pueblo de Gualeguaychú, al igual que la de otros como fue y es la del pueblo de Esquel, es la lucha por la Democracia, por la Soberanía de los Pueblos, por la VIDA.