En entrevista exclusiva con la Agencia de Noticias de la CTA, José Rigane, secretario adjunto de la CTA y secretario general de de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FeTERA-CTA) detalló las razones de la crisis energética en el país, repasó las últimas medidas tomadas por el Gobierno y brindó una serie de propuestas posibles para que la Argentina recupere la soberanía sobre un bien social y estratégico como es la energía.
-¿Cuáles son las causas de la crisis energética en Argentina?
La crisis energética que vivimos en el país está fundada en un modelo energético que fracasó. No se debe a una coyuntura climática, atmosférica, sino que es de carácter estructural. La razón se puede encontrar en el proceso de privatización y fundamentalmente en la extranjerización. Esas son las causas que generan la crisis energética en nuestro país. Ni este gobierno, ni los anteriores, tuvieron un plan energético serio, sino una supeditación a los intereses de grupos multinacionales. Por eso cuando analizamos las leyes, decretos, etc., comprobamos que el desarrollo de las distintas iniciativas que hubo en torno al tema energético, sin lugar a dudas, sirvieron y sirven para beneficiar a los grupos monopólicos que tienen el 90% de los recursos energéticos del país.
-Entonces, ¿qué fue la recuperación de las acciones de YPF que tenía Repsol?
Eso no fue una nacionalización, la nacionalización significa crear empresas, sociedades del Estado, empresas públicas. Esta recuperación de acciones tiene más que ver con necesidades económicas del gobierno, con su falta de caja, con la política de subsidios porque no puede resolver los problemas energéticos; tiene que ver con que las iniciativas del 2004 y el 2005 del PURE (Programa de Uso Racional de la Energía) que no va a dar resultado, tiene que ver con que todas las medidas denominadas “plus” (plus gas, plus petróleo, energía distribuida 1, energía distribuida 2 en el campo eléctrico) tampoco dan resultado.
-¿Cómo se distribuye la energía en el país?
En el país, la energía se distribuye por motogeneradores, pequeños equipamientos de un megavatio o hasta cinco megavatios, hay sólo 1.400 megavatios instalados en todo el país, que ocupan casi 800 trabajadores. Esos son los equipamientos que se utilizan en cualquier lugar del mundo para emergencias, ante apagones, para cubrir la demanda de una clínica, de un hospital, de la policía, de los bomberos o en conflictos bélicos. Estos 1.400 megavatios representan el 50% de Yacyretá, lo que demuestra que sólo hay parches que no dan ningún tipo de solución. Lo que acontece hoy es consecuencia de que los grupos multinacionales no tienen políticas de inversión, porque su objetivo no es hacer política social –y la energía es un bien social, no es un commodity, no es una mercancía-, sino obtener la máxima ganancia en el menor tiempo posible. Ahora los grupos monopólicos se han declarado en default, ¿cómo es posible que una empresa multinacional se declare en default y no se vaya de la Argentina?, ¿por qué se quedan si les da pérdidas? Porque en realidad siguen haciendo negocios ya que esta comisión especial de inversiones comandada por Kicillof estableció nuevos costos fijos para los usuarios desde $4 hasta $300, para que las empresas recauden más de 1000 millones de pesos y puedan invertir. Esto es otra mentira, porque durante los años que tuvieron cuantiosos ingresos de dinero y suficiente cantidad de capital para invertir no lo hicieron, mandaban las utilidades afuera. ¿Por qué vamos a creer que ahora van a hacer lo que no hicieron antes?
-Este gobierno tiene poco y nada de nacional y popular.
En realidad, el gobierno demuestra que en este ámbito tiene poco de nacional y de popular. No se parece a Bolivia, no se parece a Venezuela, ni a Ecuador, ni a Uruguay, ni a Brasil, menos a Cuba y menos a Nicaragua. Todos los países que mencioné tienen políticas nacionales en el campo energético, en el campo de los bienes naturales, en el campo del desarrollo de soberanía en serio. Uno puede estar más de acuerdo con un modelo o con otro, pero este gobierno tiene políticas para las multinacionales. Si no se cambia el modelo energético y no se va hacia la recuperación del patrimonio nacional a manos de los argentinos, esto no tiene solución.
-¿Y en relación a las medidas tomadas a fines de 2012?
En cuanto a las medidas tomadas por el gobierno sobre el fin del 2012 con el contrato con Chevron para desarrollar lo relacionado con el petróleo y el gas no convencional, posibilitándole a todas las empresas petroleras que el barril de 42 dólares se les reconozca a 70, permitiéndoles exportar un petróleo que ya no tenemos, dan la idea de la dimensión del privilegio de estas políticas hacia las empresas multinacionales para que sigan obteniendo mayor ganancia. Si analizamos el acuerdo que hizo con los hermanos Bulgheroni en el que intervienen las empresas chinas y fundamentalmente la British Petroleum con el 60% de las acciones de Panamerican Energy -la principal exportadora de petróleo de Argentina-, vemos claramente cuál es la política. La política no es de recuperación de nuestro patrimonio nacional, ni de defensa de nuestra soberanía. Sigue siendo la misma que instaló Menem con tres decretos desregulatorios que se podrían eliminar con otros tres decretos, lo que ni este gobierno ni los anteriores han hecho ni quieren hacer.
Propuestas
-¿Qué debería hacer el Gobierno?
En primer lugar, el Gobierno Nacional tendría que tomar algunas medidas, entre ellas que no se exporte petróleo. Argentina nunca fue un país petrolero, pero ha tenido petróleo –descubierto por las empresas del Estado, fundamentalmente YPF-, con reservas para 17 o 18 años. Ahora nos queda para menos de siete años. Hemos tenido gas para 32 años y ahora queda para menos de 8 años y estamos importando cada vez mayor cantidad de gas congelado de Medio Oriente y pagamos tasas muy elevadas por millón de BTU que es la unidad inglesa con la que se mide el gas. No exportar petróleo porque no tenemos, pero además, porque para nosotros la energía es un bien estratégico, no es una mercancía, no es un commodity. Es un bien social, y que todo el mundo tenga acceso a la energía es un derecho humano. Por lo tanto, cuando en el mundo se desarrollan conflictos bélicos, desestabilización de gobiernos, con tal de garantizarse la energía los países que no la tienen, nosotros que sí la tenemos, no podemos seguir con estas políticas que posibilitan que las empresas extraigan esos recursos a simple declaración jurada, que puedan seguir exportando sin ningún tipo de limitación, que se queden con el 70% de las divisas que obtienen producto de esa venta, y así sucesivamente.
-Como en el siglo XVIII
Tal cual, que exportábamos cuero salado y les importábamos zapatos a los franceses. Acá estamos exportando petróleo crudo cuando en este país hay desocupación, precarización, trabajo en negro. No tenemos valor agregado, así que lo primero es no permitir la exportación de petróleo. En segundo lugar hay que terminar con los decretos desregulatorios dictados por Menem en su momento y volver a establecer un Estado fuerte en este tema que pueda intervenir con planificación, con propuestas y que deje de ser el Estado bobo, socio de las multinacionales. Como ejemplo tenemos el caso de Bolivia, ¿qué pasó cuando Evo Morales empezó a nacionalizar? No se fue ninguna empresa, se quedaron en el país porque les conviene porque siguen teniendo réditos significativos. En nuestro país podríamos hacer exactamente lo mismo y terminar con estos contratos de concesión que dejaron de hacerse en el mundo en la década del 80. Ahora se hacen otro tipo de contratos, sin embargo acá seguimos dando concesiones a 20, 30 o 40 años, lo cual implica que se otorgan hasta el agotamiento de los pozos. Otra medida sería cambiar la estructura de precios de todo el sistema energético. La actual estructura se hizo con las privatizaciones, en el marco de la convertibilidad, a valor dólar y para realizarla se tomó como parámetro para establecer el desarrollo de los precios y de los costos, lo que sucedía con la política de precios en Estados Unidos y en Inglaterra. Prueba evidente de esto es que los cargos fijos son exactamente iguales para todos los usuarios, ni importa si se consume una mínima cantidad de Kw de electricidad, o de metros cúbicos de gas, o si se tienen consumos superiores. Se paga exactamente lo mismo, salvo en estos últimos meses que el gobierno puso precios diferenciados. Esto va en detrimento de los que menos tienen porque en proporción paga más el que consume menos Kws que el consume mil Kws. Esto hay que cambiarlo, hay que modificarlo.
-Otro tema es la política de precios internos
El costo para obtener un barril de petróleo en Argentina –según de qué cuenca petrolífera hablemos-, es entre 6 y 12 dólares. ¿Por qué tenemos que tener precios internacionales?, ¿por qué tenemos que vender el barril de petróleo al interior de nuestro país a 50 o 70 dólares? De ninguna manera. Deberíamos tener un precio interno como tienen Venezuela, Estados Unidos, o como cualquier país con un poco de petróleo; y manejarnos con el precio internacional para las exportaciones, aunque como dije no hay condiciones para exportar. Estas son algunas de las medidas. El uso racional y eficiente de la energía sólo es posible si no estuviera privatizada, si no no tiene sentido. ¿Para qué vamos a apagar las luces y las computadoras de los edificios públicos a las 18 horas si al mismo tiempo vamos a exportar el petróleo que no tenemos?, ¿qué sentido tiene? Eso no es política de eficiencia, eso es el cuento para la tribuna. ¿Para qué vamos a usar luces no convencionales si les permitimos a las multinacionales producir todo lo que producen en beneficio propio? Otra cosa que habría que hacer rápidamente, en virtud de que se le está dando mucha manija a la extracción de petróleo y gas no convencional, es legislar sobre esa situación. No se puede practicar fracking en Argentina si no hay una legislación que establezca controles severos y serios. Pero nuestra experiencia es que los controles nunca fueron a favor de la Argentina y de su pueblo, siempre sirvieron para que se llevaran la riqueza de nuestro país. Estamos hablando de una de las actividades más importantes de la Argentina, que significa mucha riqueza, miles de millones de dólares, que se van fuera de nuestras fronteras desde el momento de las privatizaciones hasta el día de hoy. Otras medidas que se podrían adoptar tienen que ver con las políticas que el Estado debería implementar, para que la energía llegue hasta el último hogar de nuestro país, cualquiera sea su situación económica o social. Partiendo de la base de que debemos resguardar nuestra energía, no sólo para el presente sino también para el futuro, para que las generaciones venideras no se encuentren sin recursos.
-¿Qué significa no tener suficiente energía?
No tener suficiente energía hoy significa estar supeditados a quienes la proveen y en esa dirección, en el ámbito regional sería conveniente avanzar en acuerdos de cooperación energética como los que hizo Venezuela con los países del Caribe –Petrocaribe-. Creo que es una iniciativa a la que Argentina debería sumarse con un criterio de utilización racional, eficiente y sobre todo considerando a la energía como un bien social.
* Equipo de Comunicación de la CTA Nacional